Decenas de heridos y detenidos durante la polémica marcha por el Día de Jerusalén
- Ultranacionalistas israelíes han desfilado por la Ciudad Vieja para conmemorar la conquista de la parte Este de la urbe en 1967
- Una jornada de mucha tensión marcada por choques, insultos racistas y agresiones a palestinos
En Jerusalén, miles de nacionalistas israelíes han conmemorado los 55 años de ocupación de la parte oriental de la ciudad. Una marcha que los palestinos consideran una provocación y que deja decenas de heridos y detenidos.
Una jornada de mucha tensión marcada por choques, insultos racistas y agresiones a palestinos.
Entre un amplio despliegue policial y calles cortadas, ondeando banderas israelíes, bailando, entonando consignas racistas como "Muerte a los árabes" y atacando a palestinos y periodistas, unos 50.000 israelíes -en su mayoría religiosos y de extrema derecha- han marchado por la Ciudad Santa en el llamado "Desfile de las Banderas", que suele generar un clima de violencia.
Para Israel, la conmemoración de este domingo marca la "reunificación" de Jerusalén en la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando se hizo con el control del área oriental de la urbe, que incluye la Ciudad Vieja y sus lugares sagrados más simbólicos, como la Explanada de las Mezquitas o el Muro de las Lamentaciones.
La percepción del suceso es opuesta para los palestinos: lo consideran el inicio de la ocupación y repudian su celebración.
De hecho, desde hace días, el grupo islamista Hamás -que controla Gaza- amenazó con represalias militares a Israel e instó a los palestinos a movilizarse durante la jornada.
3.000 policías desplegados en la ciudad
Ante esto, el Gobierno y el aparato de seguridad israelíes han estado este domingo en alerta máxima y unos 3.000 policías han sido desplegados en la ciudad.
El año pasado, esta celebración fue el detonante final para la escalada bélica entre Israel y las milicias palestinas de la Franja, después de que Hamás lanzara cohetes hacia Jerusalén.
La tensión de este domingo se ha ha hecho patente desde primera hora, cuando unos 2.000 israelíes irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas -tercer lugar más sagrado para el islam y primero para el judaísmo-, donde ondearon banderas y se enfrentaron con palestinos.
Las fricciones han seguido durante el resto de la jornada, con pequeños altercados entre palestinos e israelíes en las callejuelas de la Ciudad Vieja.
Ya por la tarde, la marcha ha comenzado desde varios puntos de Jerusalén Oeste. La multitud se ha dirigido a la Puerta de Damasco, principal acceso al barrio musulmán de la Ciudad Vieja, desde donde ha entrado para ir hacia su destino final, el Muro de las Lamentaciones.
Entre las consignas de los congregados ha habido también referencias a la periodista palestina Shireen Abu Akleh, abatida este mes mientras cubría una redada del Ejército israelí en Cisjordania, y de la que algunos israelíes se han burlado llamándola "prostituta".