'Agarrate a la vida': la nueva obra de Rozalén que canta contra el suicidio
- La artista habla sobre el suicidio y el acompañamiento a las personas que piensan en cometerlo
'Agarrarte a la vida' es la apuesta de la cantante Rozalén para prevenir el suicidio, un tema tabú cada vez más visibilizado en España. En su nueva canción, la artista habla de la que es la primera causa de muerte no natural y del apoyo que se puede proporcionar a una persona que tiene ideas suicidas.
Graduada en psicología, Rozalén se caracteriza por ser una artista comprometida y activista social. "Cada frase tiene mucho debate detrás", asegura en la presentación del tema. De hecho, confiesa que su composición lleva mucha documentación detrás.
"Un día estuve desde por la mañana hasta por la noche leyendo cartas suicidas", cuenta. Un duro trabajo de investigación que incluso le "llegó a confundir las ideas". "Si quiero hablar de ciertas cosas con tanta carga emocional, me tengo que meter hasta el final", señala.
Rozalén ha presentado su tema en el coloquio Agarrarte la vida / Hablemos de... suicidio, un encuentro en el que ha reflexionado sobre el suicidio junto a profesionales del Colegio Oficial de la Psicología. "Creo que no has dejado de ser psicóloga", ha dicho Pedro Jara, profesor de Psicología de la Universidad de Murcia que impartió clase a Rozalén durante la carrera.
El duro proceso de creación
Magdalena Pérez, una voluntaria del Teléfono de la Esperanza y especialista en crisis graves, duelos y suicidios, sirvió de inspiración a Rozalén. "Ella fue el principio de esta canción", ha destacado la artista. Y es que la asociación atiende a miles de personas con este problema desde hace más de 50 años. "Escuchamos el sufrimiento y el dolor emocional intenso de las personas que han perdido las ganas de vivir", señala.
“Gracias a muchas cartas que me escribió hablando de su dolor ha salido esta canción“
Fue la propia voluntaria quien propuso a Rozalén que compusiera una canción con este tema. No era la primera petición de este tipo, pero sí la primera que aceptó motivada por la situación de una amiga con depresión. "Gracias a muchas cartas que me escribió hablando de su dolor ha salido esta canción", reconoce.
La artista tuvo especial cuidado y se ayudó de compañeros psicólogos para su elaboración. Con todo, la artista confiesa que tuvo algunos errores al escribir la letra: en vez de decir "ya solo contemplas una manera de dejar de sufrir", la artista escribió "ya solo contemplas una manera de huir", revela. Su amiga le dijo: "No me llames cobarde, yo lo que quiero es que esto acabe ya", indica.
El proceso de creación ha sido complejo, la artista hizo una inmersión muy dura para enfocar el tema adecuadamente. "Me di cuenta leyendo cartas suicidas y reflexiones de la gente que se queda, de que no estamos educados para acompañar a personas en ese tránsito o con estas ideas", indica. Y así logró "comprender cosas que antes no entendía".
El poder de la música
La canción se estructura en dos partes. Primero habla "de lo que creo que está sintiendo esa persona en ese momento", y después trata sobre "lo que le diría una persona que quiere a otra con ese problema", señala Rozalén. Con esa segunda parte se reivindica "ese ejército de amor" que existe cerca de la afectada. "Ya lo decía en 'Girasoles', el mundo está lleno de personas buenas", añade.
Musicalmente, la canción tiene un estilo dance con el que se pretende "llegar a la gente más joven", destaca. "A mí me encantaría que esta canción sonase en una discoteca porque quizá es ahí donde tiene que escucharse", revela.
"La música es un poder de masas", asegura Pedro Jara. Se espera que la canción funcione como "una onda expansiva, para ir mucho más allá, para hablar de esto por fin y hacer algo al respecto de una manera integral", indica. Rozalén con esta canción no pretende "salvarle la vida a nadie" sino que más bien desea que se trate de "una herramienta" para que "la coja quien quiera", incide.
Un problema social del que reflexionar
Actualmente, 4.000 personas se quitan la vida de manera oficial en España. "Son muchas más, pero en determinadas circunstancias los números no quedan registrados dentro de las estadísticas", remarca José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de la Psicología en Madrid. Unos datos que tampoco recogen a todas las personas que entran en contacto con este problema, como puede ser "a las que lo intentan y sobreviven" y "a las que acompañan a esas personas que decidieron irse", incide.
El suicidio está empezando a dejar de ser un tema tabú en la sociedad. Su visibilización y prevención está cada vez más dentro de la agenda institucional. Hace unas semanas se estrenó la Línea de atención a la conducta suicida mediante el número telefónico 024.
“No hay que relacionar la salud mental con el suicidio“
También se está visibilizando la salud mental. Pero Rozalén ha aprendido que "no hay que relacionar la salud mental con el suicidio". "Hay problemas de salud mental, creo que hay mucha depresión detrás del suicidio, pero no siempre hay trastornos detectables", asegura Pedro Jara.
"Un motivo fundamental para no hablar más de este tema es porque nos cuestiona a todos como sociedad", sostiene el profesor. Es crucial reflexionar sobre "qué tipo de sistema y de sociedad tenemos", se cuestiona Rozalén.
"Si no viéramos el suicidio como un problema individual, sino como un problema social, nos tendríamos que plantear las causas de tipo económico, relacional, educativo y cultural en sentido amplio", explica Jara. Puesto que más bien el suicidio es "una enfermedad social" que tiene una causa central muy compleja, multidimensional, integral, sistémica y por eso estamos reclamando siempre un plan integral de abordaje de este asunto", indica.