La subida de precios castiga a los más vulnerables: "Las donaciones disminuyen y las peticiones de ayuda aumentan"
- Cuatro de cada 10 personas se encuentran en situación de exclusión social, según el informe FOESSA
- La Red de Apoyo Mutuo de Aluche ha pasado de recibir 300 a 450 familias cada mes
Gabriela recibe unos ingresos de cerca de 700 euros al mes entre su trabajo y las labores que realiza por el barrio. De estos, 630 euros se le van en el alquiler y, además, tiene dos hijos a su cargo. La única solución que le queda, como a tantas otras tantas personas, es recurrir a las ayudas sociales para poder llenar la despensa cada semana y, aun así, estos apoyos resultan insuficientes. "Hay que andarse todas las tiendas del barrio y donde esté más barato, ahí se pillan las cosas", cuenta a Radio Nacional y añade que, dada su situación, "10 céntimos más o 10 céntimos menos al final en el bolsillo se notan".
Ella es receptora de la Red de Apoyo Mutuo de Aluche, donde reparten cada sábado los alimentos que obtienen gracias a las donaciones de los vecinos y a la ayuda del Banco de Alimentos de Madrid. Rogelio, su presidente, ha explicado en 'Las Mañanas de RNE' que entre los productos más solicitados se encuentran proteínas como los huevos o la leche, pero también productos de higiene femenina, cuyos precios los hacen inaccesibles para muchas mujeres sin recursos.
Asimismo, señala que en los últimos meses han visto incrementado el número de familias que acuden a ellos en busca de ayuda, pasando de las 300 a las 450 al mes. Entre las cuales se encuentran muchas que antes eran donantes y que, tras la subida de la inflación, se han tenido que sumar a la cola de los receptores. Pero la falta de apoyos institucionales provoca que los alimentos sean insuficientes y que las familias sigan teniendo que recurrir a los comercios para poder completar la lista de la compra. “En la red nos dan fruta y verdura todas las semanas, pero no podemos tener todos los productos que necesitamos”, explica Gabriela.
Los vecinos, una red solidaria fundamental
Rogelio explica que desde que comenzaron la actividad han repartido cerca de 940.000 kg de alimentos, de los cuales tan solo 7.000 procedían del Ayuntamiento de Madrid. “Cada semana donamos alrededor de 8.000 kg”, indica. Por ello, hace un llamamiento para que el peso de la ayuda no recaiga sobre los hombros de las otras familias.
“Rogelio, responsable de la Red de Apoyo Mutuo de Aluche: “Cada semana donamos alrededor de 8.000 kg”“
“Las donaciones han disminuido y las peticiones de ayuda siguen aumentando”, indican Carola y Teva, responsables del Banco de Alimentos de Lavapiés, quienes aseguran que son los propios vecinos los que se están encargando de dar respuesta a la necesidad de alimentos. El problema, tal y como parecen coincidir voluntarios y organizaciones, radica en la falta de ayuda institucional sin la cual es muy difícil proporcionar a todas estas familias la atención que necesitan. Sobre todo, cuando se dan momentos de dificultad económica generalizada que convergen además con crisis como la de Ucrania sobre la que se ha volcado gran parte de la población. “España es un país muy solidario”, explican, pero destacan que también existe un riesgo muy alto en la normalización y la estructuración de la pobreza.
“Las instituciones deben dar un vuelco a sus políticas”
Una idea con la que coincide Carmen Herrero, investigadora del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), quien opina que “los gobiernos municipales no están lo suficientemente cerca de las familias para hacer esto más viable” y que la parte más cercana a ellos, los ayuntamientos, "están fallando en este aspecto".
Además, entre los riesgos que sufren las familias y que se añaden a la subida de los precios, se encuentra la falta de adaptación de las ayudas sociales a las diversas situaciones, como aquellas que no son compatibles con el trabajo y pueden desincentivar que la gente trabaje.
Señala también la importancia de usar herramientas con las que paliar los efectos de los altos precios y propone la oferta de alternativas a las becas comedor para que una vez terminado el curso escolar las familias puedan asegurar un plato sobre la mesa de los más pequeños.
Destaca que para quienes tienen menos recursos la sustitución en el consumo resulta más complicada, por lo que resultan los principales afectados frente a la subida de los precios, como ha ocurrido con el caso de los cereales o el aceite a raíz de la guerra de Ucrania. Por ello, reclama la necesidad de imponer medidas de choque para dar respuesta a este problema y pide a las instituciones que den “un vuelco a su política” para que dejen de invisibilizar y de cronificar la pobreza.