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Ucrania: 100 días de imágenes de dron y satélite que configuran un puzzle incompleto

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Imagen de la ciudad de Borodianka captada por un dron, con el sello blanco de VerificaRTVE
La ciudad ucraniana de Borodianka a vista de dron

Satélites y drones han definido el modo de ver la guerra de Ucrania, que cumple 100 días. Disponer de sus imágenes espectaculares nos ha ayudado a verificar y nos ha acercado a lo que ocurría en el teatro bélico, pero no despeja todas las incógnitas de lo sucedido sobre el terreno. Además, en muchos casos esos materiales nos han llegado “de parte”, con un propósito que no era casual. Estos son algunos episodios de los que tuvimos gran detalle visual, pero donde la tecnología no ha evitado que siga habiendo preguntas sin respuesta.

Maxar y Planet son las compañías de imágenes satelitales que más populares se han hecho durante la guerra, aportando nitidez sobre movimientos militares o grandes destrucciones del territorio. El hecho de que ambas tengan sede en EE.UU., Gobierno con el que mantienen relaciones comerciales, y también que su oferta pública de capturas sea bastante restringida, hace que se haya planteado en redes cuál es su criterio editorial, con los investigadores de fuentes abiertas pidiendo una provisión de imágenes más generalizada.

El origen de las capturas de dron ha sido más variado (son mucho más baratos). Tanto ucranianos como rusos han recurrido ampliamente a los aparatos de la compañía china Da-Jians Innovations, pero ha sido sobre todo la fabricación “casera” de estos vehículos aéreos no tripulados para disparar y/o vigilar (de ahí proceden muchas de las capturas que hemos visto), lo que ha convertido esta guerra en una “guerra de guerrillas aérea”.

En el caso de los satélites, parte de la ayuda que EE.UU. ha concedido a Ucrania ha sido en materia de servicios satelitales comerciales y las imágenes a las que hemos tenido acceso han revelado sobre todo movimientos de las tropas rusas, y no tanto de las ucranianas. Por el lado de los drones, una pregunta esencial ha sido en todo momento “qué están mostrando” pero la siguiente “quién ha grabado o difundido”. En muchos casos era evidente un propósito propagandístico, y entre otros los más comunes han sido alertar sobre un peligro concreto acompañándolo de peticiones para lograr más apoyo exterior o generar una determinada imagen del atacante, que podía ser negativa (país violento) o “victoriosa” según el autor.

Primeras conquistas militares (24 de febrero - 24 de marzo)

Uno de los puntos por donde empezó la invasión a Ucrania fue el norte, Chernóbil, protagonista en 1986 del peor desastre nuclear de la historia. Las autoridades ucranianas alertaron de posibles daños deliberados a sus instalaciones, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) pidió contención a Moscú y el mundo se mantuvo en vilo a la espera de que se aclarase la situación.

El 26 de febrero los rusos mostraron el lugar a vista de dron, en un sofisticado ejercicio de propaganda visual. En una grabación de factura técnica impecable aparecían las instalaciones impolutas, escenas al atardecer e incluso se incluía una conversación en una sala de control entre un uniformado ruso y otro ucraniano (aunque un espejo mostró indebidamente otros soldados rusos vigilantes). El mensaje era: no hay nada que temer con Chernóbil.

The Washington Post, que ha investigado sobre el terreno, asegura que los rusos robaron piezas importantes para la seguridad en Chernóbil, como sistemas de monitorización para medir los niveles de radiación en la zona. La autoridad nuclear ucraniana, Energoatom, afirmó mostrando imágenes por satélite que los rusos habían excavado sus trincheras en la parte más contaminada de la zona de exclusión, pero la OIEA no ha confirmado ese extremo y quedan en el aire los daños que pudieron sufrir esas tropas en sus pulmones.

Chernóbil. En grande, imagen de dron (Babylon'13). En pequeño, imagen satelital (EFE/Maxar/EPA) con el sello VerificaRTVE

Chernóbil. En grande, imagen de dron (Babylon'13). En pequeño, imagen satelital (EFE/Maxar/EPA) VerificaRTVE

El inicio de la guerra mostró que Rusia intentaba conquistar rápidamente plazas estratégicas y sobre todo la capital (blitz attack). La ciudad que simbolizó esa intención fue Hostomel, a las puertas de Kiev por su noroeste y conocida por un importante aeródromo que albergaba el avión más grande del mundo, el Antonov AN-225 Mriya. Rusia la atacó el primer día de la guerra.

La firma estadounidense Maxar ofreció imágenes que mostraban daños en las pistas, el hangar y las edificaciones de la zona. Cuando Ucrania recuperó el emplazamiento semanas más tarde, un grupo activista de este país difundió un vídeo grabado con dron: dejaba claro que el Antonov estaba destruído y exponía con crudeza la devastación de todo el entorno.

Hostomel fue el dique que paró a Rusia o al menos que ralentizó su avance de modo determinante. Nos lo explica por Whatsapp Fran Sevilla, corresponsal de RTVE que ha pasado dos meses y medio informando desde la zona: “Ahí se detuvo el avance ruso. La ciudad es importante porque tiene una pista de aterrizaje muy larga, un lugar donde se hacían pruebas con los aparatos Antonov, y los rusos la tomaron con la idea de llevar aviones de carga con material bélico para ocupar Kiev, pero los ucranianos bombardearon la pista y la inutilizaron”. Aunque se han ido clarificando detalles del combate continuado que vivió el lugar, queda información por confirmar. ¿Recibió Ucrania, y de quién, información adelantada de los planes rusos? También hay preguntas sobre quién diseñó por parte de Rusia una estrategia militar de acceso a la ciudad que resultó errónea.

Hostomel. En grande, imagen de dron (Babylon'13). En pequeño, imagen satelital (EFE/Maxar/EPA), con el sello VerificaRTVE en rojo

Hostomel. En grande, imagen de dron (Babylon'13). En pequeño, imagen satelital (EFE/Maxar/EPA) VerificaRTVE

Ataques contra civiles (25 de marzo- 24 de abril)

Las muertes de ciudadanos ucranianos aumentaron a medida que avanzaba la guerra. La noticia de que habían bombardeado el Teatro del Drama de Mariúpol, que comprobamos en VerificaRTVE, provocó mucho impacto porque días anteriores se había difundido un vídeo con civiles, incluidos niños, albergados en su interior. Se temió su muerte en el lugar.

Durante días se estuvo a la espera de obtener más detalles sobre el alcance de la agresión y del número de víctimas. Una imagen de Maxar mostraba que la palabra “Niños” estaba escrita en el suelo antes del ataque, y otra mostró las primeras capturas satelitales tras el mismo: el edificio aparecía golpeado en su nave central indiferente a ese mensaje. Según lo mostrado por el dron, el gran teatro había quedado sustituido por un gran boquete.

La agencia AP es la que ha hecho la investigación más avanzada sobre el número real de personas que se refugiaban en el teatro cuando aquello sucedió. Calcula que hubo cerca de 600 muertos. Pero no se ha podido llevar a cabo una investigación sobre el terreno para aclarar el baile de cifras de fallecidos, heridos y rescatados que se produjo tras la agresión. Tampoco hay confirmación de cuántas personas, de las que se encontraban en el teatro, pudieron escapar a través de túneles. Son incógnitas que pueden quedar sin resolver tras la toma de Mariúpol por los rusos.

Mariúpol. En grande, imagen de dron (Mariupol Now). En pequeño, imagen satelital (Maxar) con el sello VerificaRTVE

Mariúpol. En grande, imagen de dron (Mariupol Now). En pequeño, imagen satelital (Maxar) VerificaRTVE

Si hay un símbolo de los ataques contra civiles en la guerra de Ucrania ese es Bucha. Esta localidad a las afueras de Kiev mostró la atrocidad del conflicto en un solo punto: hasta 22 muertos en una sola calle. Los asesinados en su ‘Avenida de los cadáveres’ eran viandantes, ciclistas, vecinos. Es el gran escenario de un crimen que las autoridades ucranianas quieren juzgar como crimen de guerra.

Este es también el espacio con las imágenes por satélite más importantes para la guerra propagandística. Rusia acusó a Ucrania de montaje impulsando la idea conspirativa de que los cadáveres eran falsos y también la de que las muertes habían sido posteriores a su salida del lugar. Pero el diario The New York Times desmontó esa versión en una investigación con capturas satelitales en las que se veían los cuerpos yacentes en la calle cuando los rusos aún estaban allí. Luego llegaron los vídeos grabados desde drones durante la presencia rusa: un tanque disparando contra el ciclista, o los mismos cuerpos avistados desde aeronaves no tripuladas (1, 2). La versión de Moscú se quedaba sin respaldo.

En Bucha quedan muchas preguntas pendientes sobre cómo sucedieron los hechos y, sobre todo, la de quiénes fueron los asesinos. Ni los satélites ni los drones captaron su rostro. En una segunda investigación, The New York Times ha mostrado cómo un grupo de capturados ucranianos terminaron ejecutados por los rusos en la ciudad. Por su parte, Kiev ha dado a conocer el nombre del primer sospechoso de las matanzas en la ciudad. Pero queda por saber hasta qué punto estas grabaciones por satélite y dron, combinadas con otros indicios recopilados sobre el terreno, servirán como prueba incriminatoria. Será un nuevo reto para la verificación humanitaria que hace años impulsan las ONG en el Tribunal Penal Internacional y otros escenarios judiciales.

Bucha. En grande, imagen de dron (@EliotHiggins). En pequeño, imagen satelital (Maxar/Reuters) con el sello VerificaRTVE

Bucha. En grande, imagen de dron (@EliotHiggins). En pequeño, imagen satelital (Maxar/Reuters) VerificaRTVE

Asedio y resistencia (25 de abril - actualmente)

Lo sucedido en Azovstal durante más de dos meses se ha convertido en el símbolo de la capacidad de resistencia ucraniana ante el ejército ruso, superior en número, medios y presupuesto. Esta fábrica de acero en Mariúpol fue durante semanas el último refugio de civiles y soldados ucranianos que se resistían a la entrega de la ciudad. Rusia se topó con ese muro hasta que la negociación llevó a la salida de civiles y la entrega de soldados.

Mientras duraba el asedio, las imágenes por satélite ayudaron a confirmar que los destrozos exteriores en la zona eran reales y casi totales. Los drones también han proporcionado imágenes impactantes de los estragos. En muchos casos las ha publicitado la propia Rusia para amplificar la idea de que la rendición era inevitable (1, 2 y 3).

Pese a tantas imágenes exteriores no ha sido posible verificar lo sucedido dentro de los túneles de este gran complejo. Ha sido difícil incluso cuando empezaron las primeras evacuaciones con presencia de la prensa. Se expandieron varios bulos que te hemos desmentido (1, 2) y todavía no sabemos exactamente qué ocurrió allí ni el número total de personas que se resguardaron en la acería. Ahora que se ha rendido la plaza a Rusia, hay ambigüedad en cuanto a las condiciones de rendición de los soldados ucranianos (cada país lo cuenta a su manera) y, sobre todo, acerca de su futuro. No hay seguridad sobre qué hará Rusia con ellos: canjearlos por prisioneros rusos, ejecutarlos o encarcelarlos.

Azovstal. En grande, imagen de dron (@horevica). En pequeño, imagen satelital (Maxar/EFE), con el sello VerificaRTVE en rojo

Azovstal. En grande, imagen de dron (@horevica). En pequeño, imagen satelital (Maxar/EFE) VerificaRTVE

En mayo la guerra se retiró hacia la zona este y, en particular, hacia Donetsk, región ucraniana fronteriza con Rusia que Moscú considera propia. A sus civiles les han castigado rusos y ucranianos con ataques desde que el conflicto se inició en 2014. Ahora se recrudece la ofensiva. Rubizhne, Popasna y Severodonetsk son ciudades de un protagonismo involuntario estos días.

Como ejemplo, hemos comprobado a lo largo del conflicto imágenes de Rubizhne y de la ruina provocada por las bombas en Popasna. Sus territorios y edificios aparecen arrasados en imágenes de satélite que hemos confirmado con las de dron, y las marcas del conflicto son más visibles cuando se hacen comparaciones visuales de “antes y después”.

En Popasna, como en otros emplazamientos, las autoridades proucranianas han acusado a Rusia de utilizar armamento prohibido como bombas de fósforo con resultado de muertes de civiles, entre ellos niños. Verificar cómo, cuándo y dónde se ha utilizado exactamente ese material no permitido será muy difícil, sobre todo si de nuevo no se puede acceder al territorio. Este ha sido un conflicto abundante en medios tecnológicos, pero satélites y drones no registran la realidad en los recovecos más oscuros de la guerra.

Popasna. En grande, imagen de dron (@truexanewsua). En pequeño, imagen satelital (Maxar/AFP), con el sello VerificaRTVE en rojo

Popasna. En grande, imagen de dron (@truexanewsua). En pequeño, imagen satelital (Maxar/AFP) VerificaRTVE

* 07-06-2022. 18.35h. Noticia actualizada para añadir nuevas imágenes satélites y de dron.