Boris Johnson salva la moción de confianza por el 'partygate' y seguirá al frente de un Partido Conservador muy dividido
- Los miembros de su partido han emitido 211 votos a favor y 148 votos en contra, lo que supone el 41% de sus legisladores
- Se necesitaban al menos 180 votos de los 359 parlamentarios para apartar al primer ministro de su cargo
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha ganado este lunes la moción de confianza interna impulsada por los 'tories' a raíz de los escándalos del 'partygate'. Tras la votación, que se ha saldado con 211 votos a favor y 148 votos en contra, el líder del Reino Unido se asegura seguir al frente de un partido muy dividido con un 41% de detractores entre sus legisladores.
Los diputados conservadores críticos con Johnson por el 'partygate' habían conseguido los apoyos necesarios para forzar una moción de confianza interna. Un 15% de los diputados conservadores, el mínimo necesario, había apoyado la moción, dejando el futuro del primer ministro en manos de los 359 parlamentarios de su propia formación política.
Según los estatutos del Partido Conservador, el proceso para impulsar una moción de confianza requiere que el 15% de los diputados envíen cartas solicitándolo al presidente del llamado 'Comité 1922', el grupo parlamentario de los diputados 'tories', que se reúne semanalmente. El presidente del grupo, Graham Brady había anunciado que se había superado el umbral requerido convocando la reunión para este mismo lunes. No había develado, sin embargo, el número exacto de cartas recogidas.
Johnson llevaba meses en las cuerda floja y el rechazo que genera en la población se vio reflejado en las celebraciones por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II, donde fue abucheado a su entrada a la Catedral de San Pablo.
Johnson califica el resultado de "muy bueno"
Tras la votación, Boris Johnson se ha mostrado satisfecho con el resultado obtenido. "Creo que es un buen resultado", ha dicho el líder de los conservadores, que ha calificado la votación de los 'tories' de "convincente" y "decisiva", y ha querido agradecer el apoyo recibido por sus colegas de partido.
El primer ministro británico se ha mostrado dispuesto a "centrarse en lo que es importante" y ha mencionado que este resultado les permite "dejar atrás eso en lo que los medios se han centrado".
"Lo que debemos hacer ahora es unirnos, como gobierno y como partido", ha dicho Johnson. "Ahora podemos centrarnos en lo que estamos haciendo para ayudar a la gente de este país", ha añadido.
Asimismo, al ser preguntado por unas posibles elecciones anticipadas, el primer ministro ha dicho no estar "interesado" en ello. Johnson ha asegurado que su victoria es "convincente" y que su plan es continuar al frente del Ejecutivo.
Un escenario complicado para el primer ministro
Johnson, que llegó a Downing Street con una aplastante mayoría, se jugaba su cargo y podía perderlo si más de la mitad más uno de los 'tories' hubiesen votado en su contra. Tras el fracaso de esta moción de confianza, sus compañeros de partido no podrán plantear el mismo procedimiento hasta dentro de un año, pero el escenario que se presenta para el líder británico dificulta su supervivencia.
Pese a la victoria, los 148 votos en contra de Johnson ponen de manifiesto la brecha que divide el partido del primer ministro, algo que ya supuso la caída de la exdirigente Theresa May. A esto hay que sumarle la opinión popular que aglutina tras su criticada gestión de la pandemia del coronavirus y el escándalo del 'partygate', así como los malos resultados de los Conservadores en las últimas elecciones locales.
A finales de 2018, Theresa May también superó una moción por un margen más amplio que Johnson, sin embagro, acabó dimitiendo pocos meses más tarde, demasiado debilitada para liderar la formación.
Para el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, "la elección está más clara que nunca". "Tories divididos apoyando a Boris Johnson sin ningún plan para abordar los problemas que a los que os enfrentáis; o un Partido Laborista unido con un plan para solucionar la crisis del de la vida y restaurar la confianza en la política", ha dicho.
Las voces críticas dentro de su partido sumaron más apoyos tras conocerse el informe de la funcionaria Sue Gray, que concluyó que las fiestas en Downing Street en plena pandemia no debieron haber tenido lugar y que el responsable fue Johnson. El primer ministro se disculpó ante el Parlamento pero se negó a presentar su dimisión.
La oficina del primer ministro había comunicado que Johnson se alegraba de poder defender su postura ante los diputados de su partido y esperaba poder acabar con las "especulaciones" y seguir adelante con la legislatura.