La Policía desarticula dos bandas acusadas de traficar con migrantes entre Marruecos y Canarias
- Ocho personas han sido detenidas en Las Palmas, Murcia, Cádiz y Vizcaya, tres de ellos están en prisión provisional
- Se les imputan delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, organización criminal y falsedad documental
La Policía ha desarticulado dos bandas interconectadas entre sí, acusadas de traficar entre Marruecos y Canarias con 204 migrantes llegados en seis pateras a Lanzarote y Fuerteventura a los que cobraron 3.000 euros por viaje.
En el marco de esta operación se ha producido la detención de ocho personas, cuatro en la provincia de Las Palmas, dos en Murcia, uno en Cádiz y otro en Vizcaya, a los que se acusa de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, pertenencia a organización criminal y falsedad documental
Se estima que la red criminal obtuvo un beneficio de más de 600.000 euros con las rutas, según ha informado este lunes en un comunicado la Jefatura Superior de Policía de Canarias.
Todos los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial y tres de ellos se encuentra ya en prisión provisional.
Dos bandas perfectamente estructuradas y conectadas
Las pesquisas y diligencias realizadas por la Policía Nacional permitieron confirmar la existencia de dos organizaciones criminales dedicadas al tráfico de migrantes marroquíes, perfectamente estructuradas y conectadas entre sí, que operaban desde el litoral marroquí hasta las Islas Canarias.
Los agentes que han intervenido en esta investigación pudieron determinar tanto la forma de actuar de estas bandas, los roles desempeñados por sus integrantes, quiénes eran los líderes, las rutas empleadas, los puntos de salida y las cantidades que les cobraban a los migrantes por llevarles en patera hasta España.
Así, averiguaron que los líderes de las organizaciones eran responsables de la llegada de cinco pateras a la isla de Lanzarote y de una sexta a Fuerteventura.
Cobraban una media de 3.000 euros a cada migrante
Los investigadores también pudieron esclarecer que la red criminal cobraba a cada migrante una media de 3.000 euros, si bien en un principio solicitaban el pago de 4.000 euros y si no tenían suficientes migrantes para que la patera fuera al completo de su capacidad, bajaban el precio a 2.500 euros.
Con el número de pateras y migrantes trasladados conocidos por los agentes, se ha estimado un beneficio para la organización de más de 600.000 euros.
Una vez reunidas todas las pruebas, para desarticular las organizaciones se diseñó un dispositivo en varias provincias en el que participaron casi un centenar de agentes de policía, efectuándose tres entradas y registros en los domicilios de los líderes de las organizaciones en Sotogrande (Cádiz), Lorquí (Murcia) y Lanzarote (Las Palmas) durante los que se intervinieron numerosos dispositivos de almacenamiento de información así como documentación relativa a las transacciones económicas para costear el viaje en las pateras.