La falta de camareros para los Sanfermines, la gran preocupación del sector hostelero
- El sector demanda todos estos profesionales para completar plantillas más allá de San Fermín o el verano
- "Lo que nos pasa a los autónomos es que nos tocará hacer más horas", ha explicado la propietaria de un restaurante
A menos de un mes del inicio de las fiestas de Sanfermines y, tras el éxito hotelero en la feria de Abril, se esperan unas fiestas con índices prepandemia para el sector, así como un buen verano.
Sin embargo, a pesar de que las expectativas son de lleno completo para los días fuertes de las fiestas, entre el 7 y el 14 de julio, hay un tema común que preocupa a los dueños de restaurantes y bares: la falta de camareros.
"A los autónomos nos tocará hacer más horas"
Natalia Ecay, propietaria del Bar La Antigua Farmacia, tiene 14 empleados y para Sanfermines tiene que reforzar la plantilla, algo que no está siendo nada fácil: "Necesito dos o cuatro camareros más. Otros años a estas alturas ya nos habían dejado todos los currículums, pero este año no sabemos que está pasando. Ya estamos con los nervios porque esto empieza ya", ha relatado en 'La Hora de la 1'.
Este lunes ha tenido lugar la Escalera de San Fermín, el último peldaño antes del chupinazo, un evento que recuerda que la celebración de estas fiestas está a la vuelta de la esquina: "Si no encontramos camareros tanto para barra, como para cocina o limpieza, pues tendremos que quitar servicios o recortar horarios. Lo que nos pasa a los autónomos es que nos tocará hacer más horas. Y dentro de casa que nos echen un cable. No es un problema solo en Pamplona, la reforma laboral no nos facilita nada. El corte de estos dos años ha complicado más la situación", ha explicado Ecay.
Camarera: "Yo me he plantado"
No es fácil encontrar historias de personas que quieran denunciar este tipo de abusos. Carlos y María han querido dar el paso, porque representan, dicen, a miles de españoles, pero no enseñan su rostro por temor a represalias de sus jefes y empresas.
En el caso de Carlos, él es empleado de una conocida empresa de consultoría. Teletrabaja desde la pandemia y desde entonces hace más horas y no se las pagan: "Hago dos horas más al día, serían unos 800 euros al mes, unos 9.000 euros al año. Al final va a estallar por algún sitio", ha asegurado.
Por mucho que lo ha advertido, y que casi le cuesta el despido, la cosa no cambia. No está en contra del teletrabajo, pero sí de lo que se abusa de él: "Incluso de noche me han pedido cosas. No me he llegado a plantar porque temo por mi puesto de trabajo", ha relatado al programa.
Además, lamenta haberse perdido la infancia de sus dos primeras hijas por tantas horas de más. Tanto Carlos como María, que es camarera, se han armado de valor para contar la cruda realidad: "El trabajador de hostelería tiene muy normalizado hacer horas extras y que el precio es muy inferior al que debería, en el caso en el que se pague", ha asegurado María.
La fórmula habitual es hacer contratos de 20 horas a la semana, el resto las distribuye el empresario como quiere y las paga como horas normales: "Yo me he plantado, pero no puedo enseñar mi cara por si mi jefe toma represalias", ha explicado esta camarera.
Hace 3 años que el Gobierno obliga a todas las empresas a registrar las horas de sus trabajadores. Se ha conseguido pagar un 7 % más de horas extraordinarias. Casi la mitad siguen sin cobrarse. La falta de buenas condiciones laborales, las horas extra interminables y la pandemia hacen que los profesionales de la hostelería se planteen colgar el delantal.