Nora Krug: "'Sobre la tiranía' es un manual para defender la democracia"
- La ilustradora ha adaptado el best seller de Timothy Snyder
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En 2017, preocupado por la victoria electoral de Donald Trump, el historiador Timothy Snyder publicó el libro Sobre la tiranía (Galaxia Gutenberg), en el que ofrecía 20 veinte lecciones claves para actuar con consciencia individual y colectiva ante los autoritarismos. Uno de los mayores éxitos editoriales recientes en EE.UU., que ahora la alemano-estadounidense Nora Krug ilustra en una fabulosa edición: Sobre la tiranía. Veinte lecciones del Siglo XX (Salamandra Graphic)
Nora Krug (Alemania, 1977), nos comenta por qué ha querido ilustrar este best-seller: “Yo publiqué un libro, Heimat, lejos de mi hogar (Salamandra Graphic), que iba sobre la historia de mi familia en la II Guerra Mundial. A Timothy le gustó y me llamó para ver si quería ilustrar su libro. Y para mí fue una continuación natural de mi trabajo sobre la guerra, la política… y también el pasado. Y, sobre todo, para debatir sobre lo que podemos hacer nosotros, como personas, para abordar nuestra propia historia. Porque ambos coincidimos en que tenemos que abordar el pasado y aprender de ello.”
Como demuestra el comportamiento totalitarista de Putin, o incluso el de Trump, no podemos confiar en que la democracia es algo que vayamos a tener siempre. “Por eso el libro –nos comenta Nora-, recoge 20 lecciones que ilustran lo que podemos hacer como individuos para defender nuestra democracia. Porque el libro admite que la democracia es un proceso. No es una cosa que podemos dar por sentado siempre”.
El arte y la cultura siempre se han llevado muy mal con las tiranías. Por eso preguntamos a Nora qué papel cree que deben jugar los artistas en estos casos: “La ilustración, como medio, siempre ha sido un lugar común en la sociedad donde romper ideas estereotipadas. Lo que ha hecho que también se haya abusado de ese arte con fines propagandísticos. Personalmente creo que que debo transmitir ideas políticas a través de mi trabajo, porque pienso que los artistas debemos cuestionarnos la forma en que están estructuradas nuestras sociedades. Somos suficientemente humanos para hacer un cambio social y creo que la Ilustración, el arte, tiene la posibilidad de conectarnos también con ideas políticas y dar una visión emotiva de la historia, y no solo a un nivel visceral”.
¿Qué podría hacer un ruso para enfrentarse a Putin?
En el marco actual de la guerra en Ucrania, con un gobierno ruso que podríamos calificar como tiranía, preguntamos a Nora qué podría hacer un ruso para enfrentarse a Putín “Es una cuestión muy complicada y yo no soy rusa –asegura-, pero creo que la solución para finalizar la guerra sería que los propios rusos lo frenaran. Aunque sé que es muy difícil y peligroso en la situación actual”.
“Lo que me gusta del libro de Snyder –añade- es que habla de acciones grandes para resistir a las tiranías, pero también de otras a pequeña escala, que podemos hacer individualmente, con pequeños gestos de protesta, como la periodista que puso un cartel en la televisión rusa. En el libro hay muchos ejemplos de cómo resistir a la tiranía, como mirar a los ojos y charlar, ser reflexivos si hay que llevar armas o contribuir a buenas causas… Pero aplicar esto a un país con un sistema tiránico tan asentado no sé cómo funcionaría”.
Pero… ¿Cómo ven los americanos la guerra en Ucrania? “La guerra está muy presente, aunque parezca muy alejada geográficamente. Muchos americanos temen lo que pueda pasar y por eso estamos apoyando a Ucrania con muchos recursos en inteligencia, en logística… Estamos muy preocupados”.
“Me asusta la idea de que Trump o alguien como él pueda volver al poder”
Tras el asalto al Capitolio, por partidarios de Donald Trump que se negaron a reconocer la derrota electoral, preguntamos a Nora si tiene miedo de que pueda volver al poder: “América está muy dividida y, aunque más de la mitad de la población no votaron por él, me asusta la idea de que él o alguien similar pueda volver al poder. Este libro ilustra también lo peligroso que podría ser eso; una posibilidad que, desgraciadamente, sigue ahí. Yo creo que eso es una parte relevante de del libro, porque la idea de que pueda volver él, o alguien parecido, de alguna forma pone en duda nuestra propia existencia”.
Los norteamericanos dan por hecho de que su democracia siempre estará ahí, por eso preguntamos a Nora si son conscientes de que podrían sufrir una tiranía: “Yo creo que Putin y Trump se parecen bastante. Está claro que no soy historiadora, pero en personalidad yo les veo ciertos paralelismos. Y también con otros tiranos del mundo. La única diferencia es que nosotros tenemos todavía un sistema de control legislativo y no es tan fácil cambiar las normas como podría ser el caso en Rusia. No es tan fácil poner a los opositores en prisión como seguramente a Trump le hubiera encantado hacer. Afortunadamente la ley no se lo permitía.
De hecho -añade-, una de sus proclamas electorales fue: “encerremos a Hilary Clinton”. Por eso creo que la mentalidad de ambos puede ser bastante similar. Las leyes nos protegen pero eso también puede cambiar”.
“En el libro, Timothy Snyder señala algunos patrones parecidos entre Trump y Hitler –añade Nora-. El objetivo no es compararlos sino reconocer esos patrones que surgen cuando aparece un sistema tiránico. Por ejemplo, cuando alguien intenta controlar la prensa. Y creo que es lo que hace en este libro, intentar subrayar patrones parecidos”.
La importancia de mirar a la gente a los ojos
Uno de los 20 puntos del libro es ‘la importancia de mirar a la gente a los ojos a la hora de charlar’ “Creo que eso muestra lo que es la humanidad y la necesidad de conectarnos, de reconocer que dependemos los unos de los otros. En Europa también dependemos los unos de los otros, no podemos existir por nuestra cuenta y creo que eso es lo que pretendía hacer Putin, defender su espacio en Europa. Pero lo que está haciendo en realidad es aislarse”.
“Esa necesidad de mirarnos a los ojos es una cosa que subrayo mucho en las ilustraciones-añade-. Por eso hay tantos personajes que miran fijamente al lector. También lo hago porque creo que este libro es un llamamiento a la acción y quería a apelar al espectador con esas miradas. Como las de unos esclavos que han logrado escapar. Porque nosotros también tenemos la responsabilidad de abordar el racismo, que no deja de ser una consecuencia directa de lo que fue la esclavitud”.
“Otro ejemplo es cuando los nazis llegaron al poder –continúa Nora-. Los alemanes ya no miraban a la cara a sus amigos judíos. Y eso también es tiránico. Cuando la gente habla de la Alemania nazi muchos piensan que no sabrían que habrían hecho en ese caso porque, evidentemente, era muy peligroso enfrentarse al régimen nazi. Pero los alemanes tuvimos alternativas. Es cierto que podíamos perder la vida o acabar en un campo de concentración, pero, aun así, muchos dieron ropa y comida a sus vecinos judíos. Tenemos que ser conscientes de que, decidamos lo que decidamos, ya sea luchar o ayudar como podamos, como está pasando ahora en Ucrania, eso tiene consecuencias en el mundo entero. Eso también me gusóo del libro, que aunque no estemos dispuestos a arriesgar nuestras vidas, sí que podemos hacer otras cosas, como ayudar a los refugiados ucranianos y no mirar hacia otro lado”.
Otro de esos 20 puntos del libro no dejará nunca de sorprendernos a los europeos: “Ser reflexivos si hay que llevar armas”, sobre todo después de matanzas como la del colegio de Uvalde. “Los americanos también tienen la misma preocupación sobre el tema de las armas -asegura Nora-. Hay una gran división y cada estado tiene sus normativas. Hay algunos estados en los que puedes llevar las armas por la calle. Pero en Nueva York, donde vivo yo, no está permitido. Yo he dado charlas en algunas universidades donde había pegatinas en la puerta diciendo que no podías entrar en las clases con armas. En Nueva York la gente que lleva armas suele estar relacionada con las bandas. A la mayoría no nos gusta que la gente vaya armada, pero es una cosa tan poderosa que es muy difícil de cambiar”.
Ilustraciones poéticas para hablar de política
Las poderosas ilustraciones de Nora Krug, que ya nos sorprendió con su estilo en Heimat, lejos de mi hogar, son ideales para transmitir las ideas del libro. “Es una guía que tiene mucho que ver con ideas y en la que no hay un arco narrativo –señala-, por eso me planteé como podía ilustrar esas ideas de una forma poética, porque no quería ilustraciones demasiado políticas. Y ha sido un gran reto”.
Un estilo en el que es patente la influencia de las vanguardias del Siglo XX. “Me formé en Alemania, con lo cual tengo una gran influencia del expresionismo alemán. También me encantan los ilustradores alemanes que trabajaron entre las dos guerras mundiales y que comentaron la política contemporánea a través de su arte, como Otto Dix (1891-1969) o George Grosz (1893-1959)”.
Destacar su espectacular portada en la que mezcla ilustración y papiroflexia. “Es de uno de los capítulos del libro, el que va sobre los paramilitares, que parece que salgan de la nada para tomarse la justicia por su mano. Lo comprobamos en enero de 2020, cuando Trump se negaba a reconocer que había perdido las elecciones y hubo paramilitares que tomaron la Casa Blanca. Yo ya estaba ilustrando este libro y me aterró, porque era uno de los peligros sobre los que advertíamos. Fue casi como una premonición”
“Por eso, en esa portada, quería mostrar la progresión de lo que podría ser un soldado, un paramilitar, y como se va convirtiendo en un asesino o en un tirano –añade-. Esa última imagen representaba para mí la tiranía y por eso la usé como portada del libro. Por eso me pareció fundamental que la portada estuviera hecha a mano, porque era un ejemplo de que todos estamos implicados a la hora de cambiar las cosas. Con este acto de doblar el papel paso a paso, como la papiroflexia, también quería dar a entender que, si no somos suficientemente cuidadosos, podemos ser responsables de que las cosa empeoren”.
“Completé la portada con esas letras que parecen pintadas con sangre y difuminé la figura central porque para mí representaba los rastros que deja la política, a veces durante muchos años. Nosotros, los alemanes hemos tenido mucho trabajo para definir quiénes somos, sobre todo lo noté en América, cuando tenía que explicar quién era y de dónde venía. Todos dejamos un rastro”.
“Si se penaliza el aborto tendremos que echarnos a la calle”
Todo parece indicar que Estados Unidos está a punto de penalizar el aborto, uno de esos derechos que comentábamos que se daban por supuesto. “Yo me considero una mujer muy afortunada porque crecí en los años 70 en Alemania, en un momento muy liberal en el que pude hacer lo mismo que mi hermano y casi nunca he sufrido discriminación –asegura Nora-. Pero esa discriminación de la mujer es un tema que me preocupa mucho. Por ejemplo, con esa nueva ley anti aborto que es un teman candente en Estados Unidos”.
“El otro día un famoso historietista americano, John Cuneo, publicaba una viñeta en la que aparecía un hombre que se negaba a vacunarse diciendo: “Este es mi cuerpo, no quiero que me vacunen” Y luego añadía: “Las mujeres no pueden abortar”. Las mismas personas defienden esas dos cosas, lo que muestra lo ilógico de sus argumentos”.
“Desde el punto de vista europeo parece que la mayoría de los americanos son pro armas o pro aborto, pero no es así. Es un país muy dividido y hay mucha gente a la que realmente le preocupan estas cuestiones. Creo que es un tema realmente preocupante y si se aprueba esa ley contra el aborto habría que echarse a la calle. De hecho, hay gente que ya se está manifestando” –concluye Nora-.
También preguntamos a Nora por qué cree que en algunas sociedades actuales se sigue teniendo miedo a los extranjeros. “Yo creo que es un miedo natural, pero no debería ser una excusa en ningún caso –afirma la ilustradora-. Tenemos que ser conscientes de que sí tenemos este miedo y que tenemos que aprender a tratar con él de una manera más constructiva. Tendríamos que reflexionar sobre cómo podemos integrar mejor a las minorías. Porque creo que ese miedo a los otros siempre ahí, es innato. Por eso, al igual que la democracia, hay que trabajar para superar esos miedos. Pero creo que, desgraciadamente, siempre va a haber tiranía y siempre va a haber racismo, siempre va a haber actos de violencia contra las minorías”.
“Por eso no entiendo cuando la gente dice ‘¿no hemos hablado ya suficientemente del Holocausto judío?' Por supuesto que no. Sobre todo mientras se sigan cometiendo este tipo de actos de violencia” –concluye Nora-.
En cuanto a su actual proyecto, Nora Krug nos avanza que está relacionado con la guerra en Ucrania: “Estoy entrevistando a un periodista ucraniano y a un artista ruso. Hablo todas las semanas con ellos e ilustro sus respuestas. Y eso se publica en periódicos de todo el mundo. Y cuando todo acabe espero convertirlo en un libro”.