El precio de la vivienda sube en mayo un 1,1% y acumula 11 meses de crecimiento
- Asimismo, su valor es un 8,4% mayor con respecto al mismo mes de 2021
- El impulso se da, sobre todo, por el encarecimiento de los inmuebles en capitales y grandes ciudades
El precio medio de la vivienda nueva y usada subió en mayo un 1,1% respecto al mes anterior y un 8,4% respecto al mismo mes de 2021, con lo que ya acumula once meses de crecimiento interanual, según la tasadora Tinsa.
El crecimiento continúa impulsado en gran medida por la evolución de los precios en las capitales y las grandes ciudades, que mantiene una intensidad similar a la registrada en abril, junto con la de las áreas metropolitanas y resto de municipios, mientras que los precios de la vivienda en la costa mediterránea y Baleares y Canarias permanecen estables.
La vivienda nueva y seminueva sube un 31% en siete años
Desde el mínimo registrado tras la crisis financiera, en febrero de 2015, el precio medio de la vivienda nueva y usada se ha incrementado un 31%. En el caso de las capitales y las grandes ciudades, la subida es del 37,5%, mientras que en las áreas metropolitanas la evolución de los precios es del 30,2%.
Las capitales y las grandes ciudades fueron las que registraron en mayo la mayor subida mensual de los precios de la vivienda, un 1,2%, seguidas de las áreas metropolitanas (1,1%); el resto de municipios (1%); la costa mediterránea (0,2%) y las islas (0,1%).
Si se compara con el máximo de 2007, los precios han bajado un 21,9%. La brecha es mayor en la costa mediterránea, donde los precios de la vivienda se mantienen un 33% más bajos que en 2007.
"Se sostiene el impulso de los precios en los polos de actividad. Los grupos de capitales y grandes ciudades y áreas metropolitanas, que fueron los que más tardaron inicialmente en recuperar los niveles previos a la pandemia, son los que crecen en mayo con mayor intensidad", ha explicado la Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.
Demanda activa, a pesar del aumento de precios
La demanda en los primeros meses de 2022 se ha mantenido activa, con transacciones de compraventas que mantienen el impulso de 2021 y una concesión de hipotecas que crece de manera equilibrada.
No obstante, Arias espera que durante el año la persistencia de la inflación erosione el poder adquisitivo de los hogares y endurezca la concesión de nuevas hipotecas ante el mayor riesgo percibido por las entidades financieras, lo que, unido a la subida de tipos por parte de los bancos centrales, impactaría en las decisiones de compra de vivienda, desacelerando la demanda y suavizando con ello el incremento de los precios del producto residencial.
En cuanto a la oferta de obra nueva, Cristina Arias destaca que se mantiene en cifras limitadas, lo que restringe el crecimiento del parque de viviendas y genera tensiones alcistas en los precios que pueden persistir en los polos de actividad, donde las zonas están más densamente pobladas y existe más competencia por el espacio.