La Audiencia Nacional retira el pasaporte al patrón del buque Villa de Pitanxo y le obliga a comparecer cada 15 días
- El patrón, Juan Padín, ha declarado como investigado y su sobrino y Samuel Kwesi, como testigos
- En el naufragio, que se produjo el pasado 15 de febrero, murieron 21 de los 24 marineros que iban a bordo del buque
El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha acordado retirar el pasaporte al patrón del Villa de Pitanxo, Juan Padín, tras su declaración como imputado este lunes por su presunta responsabilidad en el hundimiento del pesquero gallego el pasado 15 de febrero en aguas de Terranova, en el que murieron 21 marineros.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 también ha impuesto a Padín la obligación de comparecer cada 15 días en sede judicial y le prohíbe salir del territorio nacional. De esta forma, Moreno ha accedido a lo solicitado por la Fiscalía, una petición a la que se han adherido las familias de los fallecidos.
Según la resolución, se adoptan dichas medidas teniendo en cuenta las circunstancias personales del investigado, en las que consta la existencia de arraigo suficiente, y al no apreciar riesgo, de fuga. "Siendo la prisión provisional incondicional una medida de carácter excepcional, procede, por tanto, acordar una medida menos gravosa que la solicitada, debiendo decretarse la libertad condicional".
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2, Ismael Moreno, les ha tomada declaración desde las 9:30 horas. El patrón del barco, Juan Padín, lo ha hecho en calidad de imputado, después de que el magistrado apreciara indicios de 21 homicidios imprudentes, mientras que su sobrino, Eduardo Rial, y el marinero Samuel Kwesi, nacional de Ghana, han sido citados como testigos.
Las declaraciones se ha producido en medio de un conflicto sobre quién debe asumir la competencia de esta investigación. La Audiencia Nacional cree que deberían ser los juzgados de la localidad donde radica el puerto base del buque (Marín, en Pontevedra), pero el juzgado de Marín discrepó, rechazó asumir la causa y la envió de vuelta a la Audiencia.
Indicios de 21 delitos de homicidio por imprudencia grave
El naufragio del Villa de Pitanxo continúa en los tribunales porque Moreno observó indicios que permitirían imputar "al menos 21 delitos de homicidio por imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores" a Padín, ya que en la tragedia fallecieron 21 de los 24 marineros que viajaban en el buque.
De esta manera, la Audiencia Nacional cuestionó la versión ofrecida por el patrón del pesquero. A su juicio, la velocidad del buque a las horas de la tragedia "suscita dudas" sobre la declaración del capitán acerca de la parada de los motores por avería como causa determinante de la escora y posterior hundimiento del barco.
Padín aseguró que sobre las 04:00 horas de la madrugada el motor del barco se paró, lo que dadas las condiciones meteorológicas existentes en ese momento determinó la sucesiva entrada de agua por la aleta de babor, ocasionando una cada vez mayor escora.
Vista la situación, según Padin, dio a la tripulación la señal de abandono del buque previa colocación del traje de supervivencia y chaleco salvavidas. "Ya con todo colocado nos disponemos al arriado de la balsa de babor", sostuvo el capitán, precisando que dejó encargado al primer oficial, por cuanto él fue a arriar la balsa de estribor, lo que habría conseguido embarcando a la tripulación. Otro de los supervivientes, su sobrino Eduardo Rial, ofreció una versión similar.
La versión del tercer superviviente
Samuel Kwesi, el tercer superviviente, explicó en un primer momento que al pararse el motor el barco quedó a merced de las olas, lo que, unido al peso del aparejo, hizo que entrara mucha agua y se escorara hacia babor. Entonces oyó al capitán ordenar que subieran al puente, lo que hizo sin el traje de supervivencia por no darle tiempo.
Sin embargo, en una declaración posterior, dio una versión "absolutamente distinta" de los hechos y señaló que el motor no se paró, sino que las maquinillas que recogen el aparejo dejaron de funcionar bien, tensando pero no recogiendo y provocando la escora.
Por ello, le gritaron al capitán que soltara los aparejos, pero éste se negó. Después, con el buque muy ladeado, se paró el motor y se incrementó la escora de babor. Kwesi subrayó que en ningún momento el capitán dio orden de ponerse los trajes de supervivencia aunque él y su sobrino sí los llevaban, lo que le sorprendió.
Las familias piden que siga la búsqueda de pistas
Por su parte, las familias de las 21 víctimas mortales han emprendido su propia lucha para tratar de convencer al Gobierno de la necesidad de bajar al pecio del Pitanxo a buscar pistas de lo que pudo haber pasado en la madrugada del 15 de febrero.
Además, en los últimos días han dado a conocer que han presentado querellas contra el patrón, su sobrino y la armadora del buque, Grupo Nores de Marín, por 21 presuntos delitos de homicidio por imprudencia, delitos graves contra la salud de los trabajadores, falsedad documental y encubrimiento.
"Creemos en la Justicia, en lo que investiga la Guardia Civil, en que se está llevando todo a cabo de forma rigurosa", destacaba en los
últimos días la portavoz de los familiares e hija de una de las víctimas, María José de Pazos.
Cabe recordar que la Audiencia Nacional trató de remitir la causa al Juzgado de Instrucción de Marín, por ser la localidad donde radica el puerto base del navío. No obstante, dicho juzgado pontevedrés rechazó la inhibición, al entender que los supuestos delitos que se investigan fueron cometidos en aguas internacionales.
Mientras se dirime la cuestión de la competencia, Padín y los dos testigos prestan declaración ante Moreno, una comparecencia que, según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, servirá también para resolver las medidas cautelares solicitadas por las familias de los fallecidos contra Padín, pidiendo que se le retire el pasaporte e incluso su ingreso en prisión preventiva para que no vuelva a faenar, tras los "persistentes rumores" de que tenía pensado volver a trabajar en otro buque de la misma armadora.
Estaba previsto que estas primeras diligencias se practicaran la semana pasada, pero fueron aplazadas a petición de la defensa del patrón para poder preparar bien el interrogatorio a su cliente.