El rey Juan Carlos no viajará a Galicia la próxima semana como estaba previsto por "razones de índole privado"
- El rey emérito había comunicado a su entorno que regresaría a Sanxenxo para participar en la regata de este fin de semana
- Su barco, el Bribón, va a participar en el campeonato del mundo que se celebrará del 14 al 18 de junio en esta localidad
El rey emérito, Juan Carlos I, ha decidido aplazar por motivos "razones de índole privado" la segunda visita que pretendía a hacer a España a partir del 10 de junio para participar en las regatas previstas este fin de semana en la localidad pontevedresa de Sanxenxo, según ha sabido TVE.
En su primer viaje a España, el pasado mayo, tras casi dos años en Abu Dabi, el rey emérito había comunicado a su entorno que regresaría a Sanxenxo para participar en la regata de este fin de semana, que lleva el nombre de rey Juan Carlos, y en el campeonato del mundo que se celebrará del 14 al 18 de junio, donde el barco que capitanea, el Bribón, aspira a revalidar el título conseguido en las dos últimas ediciones.
Sin embargo, don Juan Carlos ha dado marcha atrás y no viajará a España, lo que justifica en "motivos estrictamente privados".
Su vuelta a España se produjo después de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivara en los últimos meses las tres investigaciones que mantenía abiertas por el presunto cobro de comisiones ilegales, el uso de tarjetas 'black' y el ocultamiento de fondos en la isla de Jersey.
Una primera visita con un carácter publico importante: "¿Explicaciones de qué?'"
Durante su visita, el rey emérito no se refirió en ningún momento a las investigaciones sobre sus negocios y solo en una ocasión, cuando fue preguntado por una periodista por si pensaba rendir cuentas, respondió: "¿Explicaciones de qué?".
Después de estar cuatro días alojado en la casa de su amigo Pedro Campos y navegar en una de las regatas con el Bribón, su estancia concluyó con un encuentro "privado" con su hijo Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, al que siguió un almuerzo familiar.
La forma en que se desarrolló el regreso de Juan Carlos I a España en mayo causó malestar en el Gobierno, ya que estuvo rodeado por una gran expectación mediática. El Ejecutivo criticó su negativa a dar explicaciones y a pedir disculpas por la conducta que tuvo en los últimos años al manejar dinero en el extranjero a espaldas de Hacienda.
La ministra portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, entrevistada en RNE, dijo entonces que Juan Carlos I había perdido la oportunidad" de “dar explicaciones y pedir perdón" por actos “nada éticos ni ejemplares” de los últimos años, algo que hubiera merecido "la sociedad española y la democracia".
Sobre la visita, que en principio se anunció como privada y discreta pero que tuvo un carácter público importante por la publicidad en los medios de comunicación, consideró que el rey emérito “podría haber sido mucho más cuidadoso”.
Más críticos se mostraron el socio de Gobierno, Unidas Podemos, y los partidos independentistas que consideraron esta visita del rey a España una "humillación" para la democracia y una burla para los españoles, mientras que el PP y Vox dieron un aval rotundo al rey emérito en su vuelta, que enmarcaban en la "absoluta normalidad".