Ana, la niña apátrida que nació en plena ruta migratoria ya es española gracias a una sentencia pionera
- La menor residía en San Sebastián, pero nació en Marruecos en mitad del viaje de su madre desde Camerún
- No tenía pasaporte ni figuraba en ningún registro desde que llegó a España en 2018
La Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha reconocido la nacionalidad española de origen a una niña apátrida nacida en plena ruta migratoria a España. Su historia se remonta varios años atrás, cuando su madre llegó a Marruecos embarazada y en situación ilegal tras abandonar Camerún, por lo que se vio obligada a dar a luz en una casa particular. Tras el alumbramiento no acudió a las autoridades locales "por miedo a que la separaran" del bebé.
En el año 2018 consiguieron llegar a España en patera y se instalaron en a la ciudad de Montilla (Córdoba), donde tanto la madre como la niña permanecieron empadronadas tres meses y obtuvieron sendas tarjetas de asistencia sanitaria. Posteriormente, en el marco de un programa de Cáritas, madre e hija se desplazaron a San Sebastián, ciudad en la que volvieron a empadronarse, si bien, tras caducar esta documentación provisional, la migrante no pudo renovarla al incumplir la niña los requisitos necesarios.
El tribunal ha adoptado esta decisión, en una sentencia que confirma una resolución anterior de un juzgado de lo civil donostiarra, para evitar que la menor "permanezca en el limbo de la apatridia", atendiendo a las especiales circunstancias del caso, así como al "interés superior del niño consagrado en las normas internacionales y nacionales".
Después de siete años, la madre de la menor ha conseguido que su hija obtenga la nacionalidad. "Tener un bebé sin ningún registro no es una situación fácil. Ver crecer a su hijo inocente sin ninguna documentación es horroroso y no deseable", ha explicado a TVE.
La madre alegaba la vulneración de "derechos fundamentales" de su hija
Esta circunstancia llevó a la madre a iniciar un penoso periplo administrativo y judicial alegando la vulneración de los "derechos fundamentales" de su hija, que no podría acceder a la sanidad pública española, escolarizarse con normalidad, solicitar becas de estudios, además de negársele sus derechos a la "nacionalidad", a la "intimidad personal y familiar" y a la vida privada.
Todo ello después de constatar la imposibilidad de que la menor pudiera viajar a Marruecos o Camerún para realizar "ninguno de los trámites" que le solicitaba el país de la madre para poder regularizar su situación, ya que la falta de nacionalidad y documentación identificativa de la niña le impedía "cruzar cualquier frontera".
Sin perjuicio, además de que las autoridades marroquíes pudieran intervenir en el caso, dado que "no es posible demostrar" con ningún documento que la menor haya nacido allí.
Con la ayuda de la Fundación Arco Iris, ha conseguido que la Audiencia de Guipúzcoa, apoyándose en la Convención de los Derechos del Niño de la ONU, exhorte al registro Civil a inscribirla al considerar que existe una vulneración de sus derechos fundamentales.
Evitar que la niña quede "en situación de desigualdad" respecto a otros menores
Esta decisión judicial va en línea con la ya adoptada en octubre de 2021 por un juez de la localidad cordobesa de Montilla, que sentó otro precedente en la problemática de los menores apátridas al autorizar la inscripción en el registro civil de una bebé nacida en Argelia, hija de otra madre camerunesa en tránsito.
Con su sentencia pionera, que ha adelantado la Cadena Ser y a la que ha tenido acceso EFE, la Audiencia pretende evitar también que la niña quede "en situación de desigualdad" respecto a otros menores y que padezca una "merma significativa" de sus derechos "básicos y fundamentales" como el derecho a la educación, entre otros.
Según indica a TVE el expresidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, "en el año 2021 hubo 986 madres que llegaron a las costas españolas con niños a su cargo". Un 10% de estos menores nacieron en el viaje.