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'Vinilos de Plásticos y Decibelios', una exposición que se convierte en un alegato contra el "usar y tirar de la música"

  • La exposición puede visitarse desde el 8 de junio hasta el 18 de septiembre, en el centro Conde Duque de Madrid
  • Una recopilación de vinilos, con artistas que van desde Miguel Ríos y Lola Flores hasta The Clash y Queen

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Imagen de la exposición 'Vinilos de Plásticos y Decibelios'
Imagen de la exposición 'Vinilos de Plásticos y Decibelios'

Un alegato contra "el usar y tirar de la música", es la idea y el espíritu principal de la exposición 'Vinilos de Plásticos y Decibelios', que revela parte de la colección del periodista y productor musical Julián Ruiz, con más de 860 vinilos que se pueden ver en la sala de exposiciones del centro cultural Conde Duque de Madrid, desde el 8 de junio hasta el 18 de septiembre.

Tras una criba difícil y dolorosa selección hecha con más de 2.000 discos recopilados durante seis meses, la muestra se compone de una gran variedad, entre los que podemos encontrar artistas españoles e internacionales, que van desde Lola Flores, Los Pekenikes o Cecilia hasta llegar a autores universales como Aretha Franklin, Queen o Elvis Presley.

Una exposición muy “personal” de Julián Ruiz, creador del programa radiofónico Plásticos y Decibelios, y que ha sido comisariada por Julio Arce y Ruth Piquer. “Hemos tratado de combinar los criterios científicos a la hora de mostrar unos discos que tienen una importancia iconográfica y una relevancia dentro de la música popular”, señala Julio Arce.

Una selección desde un punto de vista subjetivo que es el reflejo de la trayectoria de Julián Ruiz y de sus gustos,  por lo que no se puede exigir que contenga todos los vinilos importantes de cada época.

Las mañanas de RNE con Pepa Fernández - Exposición de vinilos únicos en Conde Duque - Escuchar ahora

Una muestra que pone en valor a la música en formato físico

A la inauguración han acudido artistas de la talla de Miguel Ríos, amigo del productor. “Es el alegato más profundo y más certero en contra de la política de usar y tirar que estamos viviendo”, así define esta recopilación de discos el cantante granadino.

Ante esta rapidez de consumo en la industria musical, el vinilo sigue haciéndose un hueco importante en el mercado. “Harry Styles, número uno mundial, ha vendido casi un millón de vinilos en una semana”, destaca Julián Ruiz.

El productor musical, emocionado, recuerda el ritual de abrir el plástico de un vinilo y ponerlo en el tocadiscos. “Al que le guste la música, eso es eterno. Tan eterno que aquí está el resultado”, confirma.

Fruto de esta pasión por la música, se origina una recopilación que “activa la memoria cultural y artística”, afirma Ruth Piquer, comisaria de la muestra. Un paseo de recuerdos, entre los que se encuentra el primer vinilo que adquirió Ruiz en 1961, el éxito "Let's twist again", de Chubby Checker.

Dentro de esta memoria cultural, se cuenta “la andadura de cómo la música popular va tomando partido, estableciendo una nueva clase social que era la juventud y que estaba denostada”, indica Miguel Ríos. Una juventud que queda reflejada en la sección dedicada a la música popular española del siglo XX, en la que “los discos de Miguel Ríos tienen especial relevancia”, destaca Piquer.

El contexto histórico queda plasmado en un eje cronológico que "relaciona a los hitos discográficos y la evolución de la tecnología de la canción con la historia y la cultura”, señala la comisaria.

Con esta línea temporal, se visualizan algunos momentos históricos junto a la música, como es la llegada al poder de Margaret Thatcher como Primera Ministra en Reino Unido en 1979, que coincide con la publicación de London Calling, de The Clash, considerado el mejor álbum del grupo.

Diseños artísticos y cubiertas con debate detrás

La exposición comienza con cubiertas realizadas mediante retratos, que fueron “uno de los medios principales, especialmente a través de la fotografía, para representar la identidad de los artistas”, indica Ruth Piquer.

Una gran parte está dedicada a las “portadas inspiradas o realizadas por artistas”, apunta. Uno de los pintores más representativos que se encuentran es Andy Warhol, de quien se exponen portadas importantes como la icónica The Velvet Underground and Nico. En esta sección también destacan los llamados “discos pictóricos”, vinilos que solían ser de ediciones muy limitadas y que llevaban estampadas las imágenes que normalmente aparecían en las cubiertas.

Ejemplares de discos pictóricos

Ejemplares de discos pictóricos Prensa del Ayuntamiento de Madrid

La supuesta rivalidad histórica de las dos bandas icónicas, The Beatles y The Rolling Stones, también se ha llevado al terreno de las imágenes.

“Hemos querido observar a partir de esa contraposición las diferencias estéticas de concepción fotográfica que están en las portadas”, explica Piquer.

Mientras que The Beatles tienen la fotografía como base principal mezclada con algunos diseños artísticos, como el pop art o el collage, The Rolling Stones representan sus cubiertas con fotografías desde un punto de vista más transgresor, influenciadas por el surrealismo o el expresionismo. Entre ellas, destaca Sticky Fingers, de The Rolling Stones, que muestra la entrepierna de unos vaqueros muy ceñidos y que fue censurada por el franquismo.

Bajo unas cortinas rojas y misteriosas, se encuentra la selección que tiene relación con “la importancia del cuerpo y la sensualidad”. Portadas que muestran partes del cuerpo humano y que evocan a la sexualidad, entre las que se encuentra Indelibly Stamped (1973), de Supertramp, que presenta el torso desnudo de una mujer con tatuajes.

Con la experimentación en el diseño gráfico se han llegado a plantear cubiertas con escenarios fantásticos, imaginarios o distópicos, que solían representar principalmente al rock sinfónico y progresivo, o estilos musicales que van desde el pop a la psicodelia. Entre los que se encuentran álbumes como Hijos del agobio (1977), de Triana, que guarda una metáfora sobre el franquismo y la situación política en España, o Paranoid (1970), de The Black Sabbath, que fue diseñada tomando de referencia el primer tema del disco, "War pigs", un alegato contra la guerra.

Dentro de este imperio musical, el cine también tiene protagonismo a través de las bandas sonoras. Mediante un centenar de portadas de todo tipo de géneros cinematográficos, se recopila música de clásicos del cine, como fue la banda sonora de Hatari (1962), de Henry Mancini, o La mujer de rojo (1984), de Stevie Wonder. Además, hay una proyección de 20 minutos que recoge algunas escenas míticas del cine, en las que se pueden escuchar sus respectivas bandas sonoras.