España y Argelia, un conflicto diplomático abierto más allá de las relaciones comerciales
- El país magrebí desvincula la suspensión del tratado de amistad de sus compromisos comerciales
- Los expertos consideran que ambos gobiernos necesitan poner fin a la crisis pero ven complicado el diálogo
La crisis entre Argelia y España se mantiene abierta y sin visos de que concluya de manera inmediata, a pesar de que, en sus últimos comunicados, el país magrebí ha insistido en su intención de garantizar el comercio entre ambos países y el suministro de gas, así como los compromisos de Argel con la Unión Europea.
Las autoridades argelinas aseguraron en la noche del sábado que la suspensión del Tratado de Amistad y Cooperación se debe a un "desacuerdo político" bilateral y lo desvincularon de sus compromisos comerciales con la Unión Europea, tras las quejas de Bruselas, que el viernes amenazó a Argel con represalias si no reconducía la relación económica con Madrid.
Detrás de este conflicto está el cambio de postura de España de respaldar la postura marroquí sobre el Sáhara, rompiendo décadas de consenso para la celebración de un referéndum de autodeterminación en la colonia española, de cuya causa Argelia es su principal defensor y valedor del independentista Frente Polisario.
Aunque política y economía parecen ir de la mano en este conflicto, los expertos consultados por TVE consideran que, mientras los intercambios comerciales entre ambos países no corren peligro, la brecha diplomática difícilmente cicatrizará en el corto plazo y será necesaria la intermediación de terceros para reconducir el diálogo.
"El diálogo es necesario para ambos"
"El diálogo es necesario para ambas partes porque hay demasiados intereses comunes que afectan también a otros países de la Unión Europea", asegura Luz Gómez García, catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid en una entrevista con el Canal 24 Horas.
Sin embargo, la arabista ve más complicado que ese diálogo se produzca inicialmente "al más alto nivel" y considera que lo normal es que tenga lugar "a través de intermediarios fiables" para los dos países, que logren "suavizar" el enfrentamiento ya que "a ambas partes les interesa" cerrar la crisis.
En ese sentido, Gómez García apunta el nombre de Mauritania como posible intermediario, "un país que a menudo se deja de lado" y que, considera, supondría un buen canal de comunicación, dadas las buenas relaciones que mantiene tanto con España como con Argelia.
"La crisis va a durar tanto como la legislatura"
Ignacio Cembrero, periodista y escritor especializado en el Magreb, coincide en afirmar que la solución a la crisis se va a prolongar en el tiempo. "Quizá las cosas no vayan a peor, pero veo muy difícil el diálogo porque las autoridades argelinas se han mostrado muy enfadadas desde que el 18 de marzo se enteraron por la prensa de que España había cambiado radicalmente su postura sobre el Sáhara Occidental", señala en una entrevista al 24 Horas.
Cembrero va más allá y vaticina que "para que la crisis con Argelia se acabe, tendrá que acabar también la legislatura", ya que las autoridades argelinas "se consideran ofendidas y maltratadas" por el Gobierno español al no ser informadas previamente del giro histórico en la postura sobre la antigua colonia española.
“Para España es un conflicto de primera magnitud, pero quizá para Argelia no lo es tanto. Argelia tiene otras prioridades”, asegura la arabista Luz Gómez García, quien considera que quizá Madrid “no ha sabido calcular bien la trascendencia del paso que ha dado con el cambio expreso en su posición sobre el Sáhara Occidental”.
La catedrática achaca esta circunstancia a un posible desconocimiento hacia el país norteafricano y al hecho de que, desde España, la relación “se ha fiado durante todos estos años a cuestiones económicas, sin profundizar en los elementos particulares de ambos pueblos”.
El Gobierno espera una "pronta" recuperación de las relaciones
Es en esa cuestión económica en la que mayor hincapié está haciendo el Gobierno español, que en los últimos días está enviando un mensaje de tranquilidad y confianza en que el comercio entre ambos países se mantendrá. Especialmente el suministro de gas que, según ha insistido este domingo la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, "no corre riesgo".
En una entrevista concedida a La Vanguardia, la también ministra para la Transición Ecológica afirma que la relación entre España y Argelia es "suficientemente importante, sólida y amplia tanto en el tiempo como en los temas de interés como para desear una pronta recuperación de esta situación".
Pero los empresarios de uno y otro lado del Mediterráneo desconfían de que la situación vuelva de inmediato a la normalidad, después de que el miércoles Argel decidiera congelar todas las operaciones de comercio exterior con España, tras la ruptura del Tratado de Amistad.
Djamal Eddine Bouabdallah, presidente del Círculo de Comercio e Industria Hispano-Argelino, ha pedido a ambas partes "que calmen la situación" y que no utilicen las herramientas económicas "para arreglar un tema político".
De momento, las operaciones comerciales con España no se han retomado -pese a los anuncios realidados por el país magrebí- y los bancos están a la espera de un comunicado oficial del gobierno argelino, aunque la reunión del gabinete sobre este asunto no se celebrará hasta el próximo domingo por una "estrategia de comunicación", ha confirmado a TVE el presidente del Círculo de Comercio e Industria Hispano-Argelino. "Los bancos quieres más aclaración; como toda empresas, tienen miedo", añade Bouabdallah, quien considera que es "normal" que ambos países "defiendan su interés en la región"-