El alto precio de la luz y la subida de otros productos 'asfixian' a los negocios
- Todas las comunidades menos el Cantábrico, Baleares y Canarias están bajo avisos por calor intenso
- Con estas temperaturas, el aire acondicionado es imprescindible para muchas empresas
La ola de calor llega con temperaturas por encima de los 40 grados en algunos puntos del país, un calor insoportable que llena las noches de insomnio. El mejor aliado de los próximos días es el abanico, porque por lo menos, durará hasta este jueves. Poner el aire acondicionado, es otra de las alternativas para sobrellevar las altas temperaturas, sin embargo, es una opción que no está al alcance de todos los bolsillos.
Se están alcanzando cifras récords: quince grados por encima de la media del mes de junio. A partir de este lunes son doce las comunidades en alerta por altas temperaturas, algunas por encima de los cuarenta grados, sobre todo en el sureste peninsular y en Baleares.
Los comercios ‘asfixiados’
Y cuando suben las temperaturas también lo hace la factura de la luz. En ocasiones se combate con el uso del aire acondicionado, como es el caso de Sara, dueña de la tintorería Nac en Zaragoza. Para ella y los trabajadores de este comercio es imprescindible, ya que en el interior del local se pueden alcanzar los 39 grados: “Tengo que poner el aire, intentamos secar lo menos posible en secadora, apurar máquinas, pasar con ventiladores las primeras horas”, explica Sara en ‘La Hora de la 1’.
Una tintorería en la que cuentan con varias lavadoras, planchas, secadoras que están en funcionamiento la mayor parte de la jornada. El verano pasado Sara pagó 500 euros por la factura de la luz en los meses de más calor y con el aire puesto todo el día. Este año, solo en el mes de mayo y sin encender el aire, ya ha pagado 715 euros.
Sara intenta reducir el consumo con pequeños gestos que se reflejen en la factura final: no enciende el aire hasta las 12.00 de la mañana y cuando abre por la tarde, lo enciende nada más llegar, para a media tarde poder apagarlo: ”No ponemos las secadoras en la hora punta y tendemos la ropa para darle únicamente un golpe de calor. Cuando encienda el aire esperaré a que bajen la luz. No puedes subirles a los clientes, lo que nos suben a nosotras porque no vendrían”, relata.
Pero el precio de la luz no es lo único que le ha subido a Sara, el de los combustibles o el de las perchas también han aumentado. Una realidad que están atravesando la mayoría de empresas.
“Nos vamos a quedar todos sin margen”
José María O’Kean es catedrático de Economía Aplicada: “Debe entrar en vigor este lunes la medida del tope del precio del gas, pero yo soy escéptico con la medida”, relata el experto.
O'Kean tiene clara la naturaleza de la subida: “La electricidad debería estar en 120 o 130 euros. Veremos a ver, el problema está en que hay un oligopolio y eso es lo que no se ha tocado. Lo que va a pasar es que poco a poco nos vamos a ir quedando todos sin margen. Las empresas no podrán pagar nada y subirán los precios y nosotros dejaremos de comprar. La economía se va parando sistemáticamente. Por eso la importancia de controlar esa subida de precios. La gente va a empezar a protestar pronto”, afirma.
El experto concluye: “Lo que tenemos que hacer es de alguna forma regularlo. Vamos a ver si lo conseguimos, pero viendo el comportamiento que están teniendo, no sé. Ahora lo pueden justificar con que hace mucho calor, la demanda es más alta, explicaciones tenemos muchas”.