Un beso entre dos mujeres: la razón por la que varios países han prohibido 'Lightyear'

• La película no se estrenará en las salas de Emiratos Árabes Unidos ni en las de Arabia Saudí
• Animadores de Pixar acusan a Disney de presionar y censurar las historias inclusivas

Lightyear es la última película de Pixar que ha desatado el debate sobre la censura en varios países de Oriente Medio. Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí no estrenarán la película en las salas de cine porque incluye una escena en la que dos personajes del mismo sexo se dan un beso.

El motivo de la polémica es un beso entre dos mujeres que mantienen una relación en Lightyear. En el spin off de la popular película Toy Story, la Ranger del espacio Alisha y su compañera en la aventura protagonizan una escena en la que se besan.

La homosexualidad sigue siendo considerada ilegal en ambos países y las autoridades suelen censurar de forma regular el material que supuestamente viola los estándares fijados por el Gobierno. Es decir, cualquier contenido que se considere que "ofende las creencias islámicas" o que "viola la moral pública" o "confunde al público", tal y como recoge la cadena de televisión Al Arabiya.

"La Oficina de Regulación de Medios anuncia que la película de animación Lightyear, que iba a ser estrenada el 16 de junio, no cuenta con permiso para su emisión en público en todos los cines de EAU debido a su violación de los estándares sobre contenido en medios en el país", ha señalado el organismo en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter.

Todos las películas proyectadas en cines del país están sometidas a actividades de seguimiento y evaluación antes de la fecha de estreno al público, según la citada oficina, para garantizar la seguridad del contenido circulado, según la adecuada clasificación por edad.

Animadores de Pixar denuncian presiones por parte de Disney

El beso fue finalmente incluido en la película gracias a las protestas de algunos empleados de Pixar, pero según la revista Variety la escena fue originalmente cortada en el metraje final por Disney, empresa matriz de Pixar.

La decisión inicial del gigante estadounidense enfadó a los animadores de Pixar, que ejercieron presión ante el consejo directivo de la compañía. Además, el apoyo de algunos cargos de Disney a la polémica propuesta de ley conocida como Don't Say Gay había caldedado los ánimos de los espectadores en Estados Unidos.

La medida en cuestión es aplicable en Florida y prohíbe a los profesores hablar sobre orientación sexual con sus alumnos. En este contexto, Disney no tuvo más remedio que ceder ante las presiones de los animadores de Pixar.

Los trabajadores denunciaron que la compañía había reclamado recortes en "prácticamente todos los momentos de afecto abiertamente gay, independientemente de las protestas de los equipos creativos y la cúpula ejecutiva de Pixar".

“En Pixar hemos presenciado bellas historias con personajes diversos, ser devueltas con recortes y convertidas en cascotes tras la revisión de las filas corporativas de Disney“

"En Pixar hemos presenciado personalmente bellas historias, llenas de personajes diversos, ser devueltas con recortes y convertidas en cascotes tras la revisión de las filas corporativas de Disney", resaltaba la carta. "Incluso si crear contenido LGBTI+ fuera la respuesta a la hora de arreglar la legislación discriminatoria en el mundo, se nos impide crearlo", concluyen.