Dimite el supervisor ético del Gobierno de Boris Johnson
- Semanas atrás dijo que era "legítimo" cuestionar si Johnson violó el código de conducta por las fiestas en Downing Street
- El año pasado que su función tuviera "una autoridad, independencia y efecto considerablemente mayores"
Christopher Geidt, supervisor de estándares éticos del Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, ha renunciado este miércoles al cargo tras haber afirmado semanas atrás que es "legítimo" cuestionar si el mandatario conservador violó el código de conducta ministerial por las fiestas en Downing Street durante la pandemia.
"Con pesar, creo que lo correcto es dimitir de mi cargo como asesor independiente", ha afirmado Geidt en un breve comunicado divulgado por el Gobierno, aunque sin dar una razón específica para su renuncia.
El antiguo secretario personal de la reina Isabel II lamentó en un informe en mayo que se había "creado la impresión de que el primer ministro podría no estar dispuesto a que su propia conducta sea juzgada en relación a las obligaciones del código" ministerial.
También había criticado anteriormente el hecho de que no se le hubiera revelado un intercambio de mensajes cuando se investigaba quién había financiado una costosa reforma del piso de Johnson en Downing Street.
Pidió tener más "autoridad, independencia y efecto"
Geidt, cuya función era asesorar a Johnson en asuntos relacionados con el código de conducta ministerial, fue nombrado en abril de 2021, cinco meses después de que el anterior titular de la función dimitiera en protesta por el apoyo de Johnson a un ministro que se consideró que había incumplido el código.
El ya exsupervisor pidió el año pasado que su función tuviera "una autoridad, independencia y efecto considerablemente mayores", pero cuando el Gobierno actualizó el código ministerial el mes pasado dijo que, aunque ahora podía iniciar una investigación, seguía estando obligado a consultar al primer ministro.
La semana pasada, Johnson sobrevivió a una moción de confianza en la que el 41% de sus legisladores votaron en contra de su liderazgo, tras meses de escándalos y meteduras de pata que han suscitado dudas sobre su autoridad para gobernar y han mermado su prestigio ante la opinión pública.
"El primer ministro ha llevado a los dos asesores de ética que él mismo eligió a dimitir desesperadamente. Si ni siquiera ellos pueden defender su conducta en el cargo, ¿cómo puede alguien creer que está capacitado para gobernar?", ha criticado la vicepresidenta del Partido Laborista de la oposición, Angela Rayner.