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Johnny Cifuentes: "El legado de Burning es que bandas más importantes han aprendido de nosotros"

  • La mítica banda de rock madrileña toca junto a Los Enemigos en las Noches del Botánico

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Johnny Cifuentes, en el Cocodrilo rock bar.
Johnny Cifuentes, en el Cocodrilo rock bar.

Hasta que el cuerpo aguante. Como a sus amados Rolling Stones, a Johnny Cifuentes, líder de Burning, le queda mucha mecha. Empezando por el concierto que esta noche ofrece en las Noches del Botánico junto a Los Enemigos. Dos bandas que recorren casi cinco décadas de rock urbano madrileño.

La ciudad ha cambiado, el tiempo ha pasado y Cifuentes tiene 67 años, pero su espíritu y buen humor son inmutables. “A veces me miro en el espejo y me digo ¿qué estás diciendo, Johnny? Mira a los Stones”, reconoce entre risas en una entrevista con RTVE.es. Siempre mirando a la banda de Jagger, y también a Lou Reed o David Bowie, unos chavales de La Elipa se convirtieron en una banda de referencia con ya más de 200 canciones en las espaldas.

¿Cuál es el legado de Burning? “Hay muchísimos grupos que nos dan las gracias porque dicen que han encontrado su camino, forma de escribir o tocar gracias a Burning. Bandas muy importantes, más que nosotros. Hemos puesto nuestro granito de arena”, explica

Como a cualquier músico, la pandemia le ha dejado en un limbo sin conciertos del que sale este año con ganas de morder. “Lo hemos pasado falta. Recuerdo esas tardes mirando a través del cristal, como una película de terror. También hizo que compusiese muchas canciones. Es como les ocurre a los suecos, que son buenos en todo porque no salen”, analiza entre carcajadas. “Nos ha dado para crear la segunda parte del disco Pura sangre. Esta noche será algo muy especial. Hay muchas cosas que golpean la patata”.

Golpean porque Burning se identifica con Madrid. “Éramos cuatro amigos de La Elipa y Carabanchel que queríamos vivir en el centro, en Malasaña. Y lo conseguimos. Luego vino Tierno Galván y pintó nuestra ciudad. Los años han pasado y veo mi ciudad cada vez más grande, cosmopolita, llena de cultura, teatro, música. No me da tiempo a abarcar lo que tiene, pero eso está bien”.

Como quién entra en una catedral, acudió hace dos semanas al concierto en el Wanda Metropolitano de los Stones “No puedo faltar. Yo les veo siempre. Cuando se compara si han estado mejor o peor que otras veces a mí me da igual: yo soy tan ‘Stones’ que incluso cuando se dice que (Keith) Richards no ha dado ni una yo digo que lo hace aposta, para que tengamos algo original".

¿Cómo vivió la ausencia del fallecido Charlie Watts? “Buff, era el pensamiento de todos los stonianos. Qué inteligente es quién haya decidido poner esas diapositivas de Charlie tan grande. Teníamos los pelos de punta. Y Mick Jagger, como siempre, una lección más a sus 70 y tantos años”.

Su hambre de conocer nuevos sonidos no ha terminado. “Tengo que alimentar las almas que vienen a mi bar (Cocodrilo rock bar). El rock and roll no está arrinconado, ni muerto ni débil, solo hay que buscarlo. Escucho cada día y tiemblo cuando hay un buen riff o una buena forma de cantar. Hay que vivir el presente y el presente es esto: esta noche”.