Trasladan a Navalny a otra prisión de alta seguridad en la misma región rusa
- El opositor ha señalado que las autoridades crearán para él "una cárcel dentro de la cárcel"
- Su última condena, que fue dictada en prisión, se suma a la anterior de dos años y medio por supuesto fraude
El líder opositor ruso, Alexéi Navalny, condenado en marzo pasado a otros nueve años de cárcel tras ser declarado culpable de estafa en gran cuantía, ha sido trasladado a una prisión de alta seguridad en la región de Vladímir, cerca de la capital rusa.
"Ya llegó a la IK-6 (centro penitenciario Número 6)", ha dicho Serguéi Yazhán, jefe de la comisión cívica que vela por los derechos de los presos en la región de Vladímir, a la agencia RIA Nóvosti.
IK-6 se encuentra en la localidad de Mélejovo, donde el opositor ha señalado que las autoridades crearán para él "una cárcel dentro de la cárcel".
Según ha explicado la agencia TASS su abogada, Olga Mijáilova, el traslado se debe a que "entró en vigor la sentencia por la última causa penal de nuestro cliente".
Hasta ahora, el opositor, que ha condenado abiertamente la "campaña militar" rusa en Ucrania, se encontraba en la cárcel número 2 de la localidad de Pokrov, también en la región de Vladímir. La última condena contra Navalny, que fue dictada en prisión, se suma a la anterior de dos años y medio por supuesto fraude.
Sus condenas
La fiscalía había solicitado una pena de 13 años de prisión para el opositor, declarado culpable también de desacato al tribunal.
Los investigadores rusos acusaron al opositor, de 45 años, de haber desviado, junto con sus colaboradores, 2,6 millones de rublos (unos 25.000 dólares) de donaciones entregadas a su organización de lucha contra la corrupción.
El Fondo de Lucha Contra la Corrupción (FBK, por sus siglas en ruso) de Navalny, que combate el enriquecimiento ilícito entre los altos cargos rusos, fue ilegalizado en el país en junio de 2021 al considerarse su actividad como "extremista".
Desde febrero de 2021, Navalny, considerado una de las voces más críticas con el Kremlin, cumple una pena de dos años y medio de cárcel por otro caso de supuesto fraude que se remonta a 2014.
En 2020, el opositor pasó varios meses en tratamiento en Alemania tras haber sobrevivido a un envenenamiento mediante un agente nervioso, del que responsabilizó al presidente ruso, Vladímir Putin.