El ROV "Leopard" de la Marina, listo para una inmersión de hasta 1.000 metros
- El robot posee un brazo multiarticulado que permite llegar a zonas complicadas
- Puede dar servicio en cualquier punto que requiera la OTAN
La Marina acaba de incorporar un robot que actualmente puede llegar a los mil metros de profundidad, pero que en un futuro no muy lejano, estará listo para bajar hasta los tres mil metros. Ahora está instalado en el buque de salvamento "Neptuno" y sirve de apoyo a buceadores de la Armada en misiones de vigilancia, localización y supervisión de tareas o donde el riesgo sea mayor para ellos. Será el compañero de los submarinos S-80.
Siete ejes y autonomía ilimitada
Un submarino convencional, como son los de la serie S-80, colapsa a partir de los 600 metros de profundidad. Por eso el ROV "Leopard" es la herramienta capaz de atender desde ese límite cualquier problema que pueda tener un sumergible y su tripulación, hasta que llegue el rescate. Dotado con cámaras, sonda, sónar, batómetro y sistema de rastreo once propulsores.
“Este robot tiene siete ejes, con lo que es mucho más versátil que un buzo“
El Comandante del BSR "Nepturno", Antonio Gutiérrez, hace una comparación del "Leopard" con el ser humano: "El brazo de ser humano digamos que tiene tres ejes, la muñeca, el codo y el hombro. Este robot tiene siete ejes, con lo que es mucho más versátil que un buzo" Destaca también su autonomía ilimitada: " Sólo hace falta que tenga energía eléctrica que recibe por un cable, y por supuesto un operador que la maneje. Es decir, no depende de que esté cansado para trabajar. Podemos trabajar con él 24 horas al día si los operarios van turnándose". Son los ojos y los brazos que trabajan sin descanso.
Puede llegar a los 3000 metros de profundidad
El ROV tiene 200 metros de radio de trabajo una vez que llega al objetivo. Su navegación no tiene un seguimiento informático, es todo manual, por lo que entrar en un pecio y volver a salir sin que se enganche el cordón umbilical depende siempre de la destreza de los dos pilotos que lo manejan. Cuando llegue el Buque de Intervención subacuática el BAMIS, que sustituirá al al veterano "Neptuno", podrá intervenir en operaciones a mayor profundidad, hasta tres mil metros. Su cabina de control se puede transportar a cualquier punto que requiera la OTAN y prestar servicio a Salvamento Marítimo, de ser necesario.