De los sondeos y los pactos a las torrijas y la vaca Fadi: así ha sido la acalorada campaña del 19J
- Los candidatos han pedido el voto durante 15 días intentando superar las encuestas y llamando a la movilización
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La campaña electoral de las elecciones en Andalucía termina este viernes. Han sido dos semanas muy acaloradas en las que los candidatos han luchado contra las encuestas, que dan de forma unánime la victoria al PP, con el correspondiente desfile de líderes nacionales por tierras andaluzas tratando de impulsar la movilización y de convencer a los indecisos.
Los partidos de izquierda y derecha se han alineado en dos bloques claros, con dos líderes a su cabeza como posibles presidentes de la Junta: Juanma Moreno (PP) y Juan Espadas (PSOE), a quien ningún sondeo ve como posible presidente de la Junta tras el 19J. Las encuestas sí creen que Moreno podría llegar a ser investido, pero necesitaría previsiblemente los votos de Vox. Y, por ahora, la sintonía entre él y la candidata de este partido, Macarena Olona, se ha reflejado nula, con una tensión evidente en campaña que se ha visto reflejada en los dos debates electorales. Moreno ha insistido en que quiere gobernar en solitario, si bien no ha descartado de forma tajante en ningún momento un posible pacto con Vox.
Estas son algunas de las claves de la campaña, que comenzó el pasado 2 de junio:
Candidatos vs encuestas
Pocas veces una campaña empieza con tan poca emoción en lo que se refiere a las encuestas. Ni un atisbo de duda de quién será el vencedor y el futuro presidente de la Junta (según las estimaciones), ya que Moreno se acerca a la mayoría absoluta en todas ellas y, a medida que han pasado estas dos últimas semanas, incluso ha tomado más impulso, como ha reflejado la encuesta ‘flash’ del CIS. Pero la clave es qué mayoría sacará y si será suficiente para prescindir de Vox, que también está en auge en los sondeos. Y es que las encuestas prevén que vaya a necesitar los votos del partido de Santiago Abascal para ser investido. Los sondeos también prevén que las tres izquierdas (PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía) no sumen una mayoría alternativa y que Ciudadanos, pese a que confía en la “remontada”, se quede como una fuerza minoritaria (y posiblemente sin grupo propio) en el Parlamento andaluz.
En este contexto, los candidatos se han dedicado a luchar contra estos sondeos. Moreno, porque no quiere dar por sentada la victoria y teme que la abstención pueda perjudicarle, por lo que ha llamado por activa y por pasiva a la movilización. Y Espadas, porque cree que si toda la mayoría social de Andalucía vota, la balanza se inclina hacia la izquierda, opinión que comparten las otras dos candidatas de izquierda, la de Por Andalucía, Inma Nieto, y la de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, que han insistido en que la gente vaya a votar, como la única posibilidad de que puedan sumar una mayoría alternativa, ya que creen que en 2018 la clave de su derrota fue la abstención.
¿Con quién quiere pactar cada partido?
Juanma Moreno (PP) no quiere pactar con nadie, tal y como ha repetido toda la campaña. Busca un gobierno en solitario y un pacto únicamente “con los andaluces” y ha rechazado en principio gobernar con Vox, un partido que “no cree en Andalucía”. La candidata de esta formación, Macarena Olona, sí espera ser su vicepresidenta, y ha avisado de que, con tan solo un escaño que Moreno necesite de Vox, así lo exigirá. Mientras, Juan Marín (Ciudadanos) tiene claro que lo que busca es reeditar el mismo gobierno de coalición con el PP que tiene ahora, que es “el mejor que ha tenido Andalucía”.
El PSOE de Juan Espadas ha dicho abiertamente que quiere entenderse con Por Andalucía y Adelante Andalucía para poder sumar y lograr un gobierno alternativo al de Moreno. La candidata de Por Andalucía, Inma Nieto, ha mostrado la misma intención, mientras que Teresa Rodríguez (Por Andalucía), si bien apuesta por el diálogo, no ha sido tan clara respecto a si dará sus votos a Espadas para ser presidente.
Dos bloques ideológicos enfrentados
Está claro que hay dos bloques ideológicos que concurren a estas elecciones. En la derecha, PP y Ciudadanos, que han gobernado en un 'matrimonio feliz', no ven a Vox con buenos ojos. A Olona tampoco le "agrada" gobernar con el PP, pero es a lo que aspira. Moreno y Marín han mostrado sintonía en toda la campaña, presumiendo de gestión y sin criticarse mutuamente (salvo ataques muy puntuales), pero sí a Olona, que también ha lanzado duros reproches a Moreno por mantener las “políticas” del PSOE en la Junta en términos ideológicos.
En la izquierda, PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía han mantenido un pacto de “no agresión” entre las izquierdas y han mostrado sintonía en la campaña, especialmente en los debates electorales. Y eso, pese a que que la campaña empezó muy revuelta después de que la Junta Electoral dejase a Podemos y Alianza Verde fuera de la coaliciónPor Andalucía y de que Nieto tratara de perjudicar a Rodríguez (logró que la Junta Electoral retirara la financiación a Adelante Andalucía, pero no que sacaran a su candidata de los debates).
Violencia de género, educación y sanidad, los temas de la campaña
Ante las proclamas de un partido (Vox) que niega la violencia de género, exige derogar las leyes que protegen a las víctimas y que ya ha condicionado algunas políticas de la Junta (como la supresión de subvenciones y la creación del teléfono de violencia intrafamiliar en Andalucía), la igualdad y la violencia machista han tenido fuerte cabida en la campaña. Especialmente, entre los partidos de la izquierda, que han clamado que no se puede dar “ni un paso atrás” en esta materia. Moreno ha dicho que la lucha contra esta lacra es una “prioridad” y que se trata de una “política de Estado” que debe llevar a todos los partidos a “empujar en la misma dirección”. Pero sus palabras no convencen a Espadas, que ve demasiadas “coincidencias” con Vox en esta y otras cuestiones.
En concreto, Espadas criticó las palabras del alcalde de Estepona (Málaga), José María García Urbano, quien bromeó sobre la violencia de género al explicar en un mítin con Alberto Núñez Feijóo por qué llevaba vendada una mano. Ante las múltiples críticas, García Urbano se disculpó a través de un mensaje en su cuenta de Twitter y Juanma Moreno dijo después que "quien tiene boca se equivoca". "Ni he metido la mano donde no debiera, ha sido un simple accidente doméstico, tampoco tiene que ver con la violencia de género y tampoco me he abofeteado con nadie, que no lo he hecho nunca en mi vida", dijo en tono jocoso.
A lo largo de toda la campaña, los candidatos han centrado sus propuestas en empleo, la sanidad y la educación, principalmente. PP y Ciudadanos han reivindicado su gestión y han proclamado en todo momento que la situación actual está “mejor”, advirtiendo además de que con la izquierda habría un “retroceso”. Pero PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía han reprochado a Moreno los "recortes” en derechos y prestaciones, la “privatización” de la sanidad pública o el “empeoramiento de los indicadores educativos”. "Derechos o derechas", han llamado a elegir.
Los líderes nacionales se vuelcan en la campaña
Todos los líderes nacionales han estado (y repetido) en la campaña de las elecciones andaluzas. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha tratado de levantar el socialismo andaluz reivindicando que “todo lo bueno que tiene Andalucía” lo ha hecho el PSOE. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado que Moreno es el único candidato que "tiene un proyecto nítido” para Andalucía y ha retado a Espadas con una abstención a favor de Moreno, si resulta finalmente vencedor, para evitar que ese partido entre en el gobierno de la Junta.
La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha reivindicado a Cs como el único que posibilitó el “cambio” tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas en Andalucía y advertido de que, si se vota al PP, Olona será vicepresidenta. Y Santiago Abascal (Vox) no ha dejado de repetir que exigirá que Vox forme parte del gobierno con tan solo un voto suyo que necesite Moreno para ser investido.
En el bloque de la izquierda del PSOE, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha sido el principal impulso de Nieto, a quien ha arropado en dos multitudinarios mítines en los que ha sido recibida al grito de “presidenta”. De Nieto, ha dicho que es la “mejor opción” para un gobierno de progreso frente al “bipartidismo”. Además Díaz ha aprovechado la campaña para dar a entender que se postulará para las próximas generales: “Estoy dispuesta a dar un paso para ganar España. ¿Estáis dispuestos a pelear por Andalucía?”. Ione Belarra (Podemos) y Alberto Garzón (IU) también han arropado a Nieto y han sido muy críticos con Moreno y el PP: “Quieren desmantelar lo público”.
Dos debates: sobreactuación, choques y pocas propuestas
A lo largo de la campaña se han celebrado dos debates electorales. En el primero, en RTVE, Moreno fue acusado por el resto de candidatos (salvo por Marín) por su “triunfalismo”, mientras que él atajó los ataques desde un perfil institucional, reivindicó su gestión e insistió en gobernar en solitario y sin Vox. Espadas se erigió como el “único” capaz de frenar a la ultraderecha y cargó contra la gestión de Moreno, que contraatacó en varias ocasiones recordándole que ha sido consejero de los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ambos condenados por el caso de los ERE. Hubo varios momentos tensos, especialmente el enfrentamiento entre Olona y Rodríguez a cuenta de la violencia de género. La segunda llamó a Vox “brazo político del terrorismo machista” después de que Olona hablase del feminismo como “hembrismo”.
Y si, en el primer debate, la candidata de Vox se dedicó únicamente a debatir sobre cuestiones ideológicas, en el segundo en Canal Sur fue más allá y buscó el máximo protagonismo confrontando con todos y llegando a enseñarle a Moreno un libro de texto para niños de diez años donde se explicaba qué era la masturbación. Más allá de los sonados choques que protagonizó esta candidata, todos los partidos, especialmente el PSOE, instaron a Moreno a aclarar si pactará con Vox tras el 19J, algo que el candidato ‘popular’ no llegó a hacer. Por contra, se limitó a asegurar que su pacto es “con los andaluces”.
Una campaña que empezó descafeinada y se fue avivando
La campaña empezó el pasado 2 de junio y coincidió en los primeros días entre ferias, romerías y carnavales, lo que hizo que los primeros días la campaña estuviera algo descafeinada en cuanto a mítines. Los candidatos se centraron en un principio a llamar a la movilización, a no confiar a las encuestas y fueron haciendo sus propuestas. Poco a poco, fueron llegando los mensajes más potentes y los primeros ataques entre candidatos y líderes nacionales desde Andalucía.
Poco a poco, los partidos han ido entrando en el juego del 'robo de votos'. El PP ha hecho múltiples guiños a los votantes socialistas para que apoyen a Moreno y a los de Vox a que opten por el "original", pero también Yolanda Díaz ha llamado a los votantes “indecisos” del PSOE a apoyar a Por Andalucía. Todo, ante el enfado de Espadas, que hace lo propio y pide que todo el voto progresista se concentre en el PSOE. Y a medida que se agotaba la campaña, los candidatos han intensificado sus mensajes reivindicándose como el “voto útil” en estas elecciones.
Candidatos volcados contra el incendio en Sierra Bermeja
El incendio originado en Sierra Bermeja el pasado 8 de junio, que quemó más de 3.500 hectáreas y obligó también a evacuar a miles de vecinos de las localidades de alrededor, se convirtió en una de las principales preocupaciones de los candidatos. Cuatro personas han sido detenidas. Moreno, Marín y Olona se acercaron a conocer de primera mano la situación, lo que fue criticado por el resto de candidatos por haber ido a "hacerse la foto" y ser "un estorbo".
Mucho calor y mucho sudor
Unas elecciones en Andalucía en junio ya hacen prever que la campaña será calurosa. Pero en la última semana, la ola de calor ha puesto en riesgo importante a la comunidad, que ha visto temperaturas elevadísimas cuando todavía sigue siendo primavera. Como consecuencia, hemos visto en los mítines mucho sudor en la frente y alguna que otra mancha llamativa en las camisas de los candidatos, que aún así han dado multitudinarios mítines donde los asistentes se han refugiado en la sombra y se han protegido con gorros, abanicos y mucha, mucha agua.
La puesta de sol en Finisterre, la vaca Fadi o las torrijas de Marín
Como no podía ser de otra manera, la campaña ha dejado algunas anécdotas y polémicas. Feijóo fue insultado al calificativo de “tontopollas” por parte del presidente del PSOE andaluz, Manuel Pezzi, después de que dijera, desde el mirador de San Nicolás, frente a La Alhambra: “Bill Clinton dijo que esta es la más bella puesta de sol del planeta. No voy a discutir con él, porque él nunca vio la puesta de sol de Finisterre". Y una de las imágenes de la campaña fue la de su candidato, Juanma Moreno, cuando se reencontró, casi cuatro años después, con su vaca “talismán”, Fadi, a quien en 2018 pidió el voto. Una vaca que, según Espadas, en realidad está “agradecida” por la gestión del gobierno de Sánchez respecto a la ganadería.
En la última semana, el humor lo ha puesto Marín con su “torrijazo”. En el último debate, Olona trató de burlarse de Marín recordando su momento en el confinamiento cocinando torrijas, a lo que él respondió con sorna en otro momento: “¿Usted sabe hacer torrijas, señora Olona?”. Y siguió con la broma al día siguiente, protagonizando un desayuno con torrijas, tras el que subió una fotografía en Twitter con la misma pregunta. Incluso le han regalado una camiseta en la que se le ve a él con su bandeja de torrijas.