Mujeres del sur: la política latinoamericana siembra feminismo
- Sólo cinco países de América Latina alcanzan el 40% de mujeres en los Parlamentos
- Mujeres líderes de Latinoamérica defienden que la paridad en la participación política beneficia a toda la sociedad
- 'Mujeres del sur' en Objetivo Igualdad, el sábado a las 16'30h en Canal 24h
Epsy Campbell logró en 2018 convertirse en la primera vicepresidenta afrodescendiente de Costa Rica. El foco podría haber estado en su gestión como gobernadora, pero un periódico de tirada nacional consideró más oportuno publicar sus fotos en bañador. La mano derecha del presidente tuvo que ver como se hablaba y, según su punto de vista, se cuestionaba desde el morbo su imagen en la playa. “Además del compromiso que tenemos, de las ideas que impulsamos, tenemos que estar dando explicaciones permanentemente sobre por qué somos nosotras como somos y eso solo les pasa a las mujeres. Si los hombres llegaron con unos zapatos inadecuados o el mismo traje del día anterior…, a nadie le importa”. Su experiencia le indica que, en el mundo de la política, ellas tienen que hacer el doble para conseguir los mismos resultados que sus congéneres o, incluso, la mitad.
Latinoamérica es la región del mundo más peligrosa para las mujeres, donde más feminicidios se cometen. En las calles de todo el continente las mujeres gritan consignas que rezan “el estado es un macho opresor” y, desde las propias instituciones, no parecen discrepar.
María Fernanda Espinosa sufrió humillaciones públicas de forma continuada cuando estuvo al frente del ministerio de Asuntos Exteriores en Ecuador y, más incluso, cuando fue nombrada Ministra de Defensa Nacional. Ella es una de las pocas que han logrado abrirse camino en los organismos estatales, porque solo en cinco países en toda Latinoamérica alcanzan el 40% de la representación femenina en los parlamentos y muy pocos gobiernos han sido paritarios. “Hay una enorme falta de representación de mujeres, machismo institucional e, incluso, misoginia”, defiende la que también es expresidenta de la Asamblea General de la ONU.
El maltrato que sufren desmotiva a las más jóvenes
Espinosa cree que muchas jóvenes pueden verse desanimadas al ver la crudeza con la que se trata a las mujeres que ostentan cargos de poder, “tengo mucho contacto con mujeres jóvenes que quieren estar en el mundo de la diplomacia, que quieren estar en el mundo militar y tienen mucho miedo por el entorno violento, por ser maltratadas por la opinión pública”. Pero a pesar de la crudeza con la que son tratadas, les pide que no abandonen ninguna “trinchera”. A su parecer, es un punto fundamental para poder seguir abriendo camino a las generaciones futuras.
“Las niñas que ven a una mujer negra en un puesto de poder se entusiasman“
Campbell confía en que la visibilización de las mujeres pueda servir no solo para reducir la discriminación en este sector sino para motivar a las más pequeñas. “Cambiar las fotografías es muy importante, porque cambiamos imaginarios. Porque cuando salen en la foto personas que se parecen a una, para esas pequeñas niñas, esas jóvenes, que ven a una mujer negra en un puesto de poder, se entusiasman”.
Doble discriminación hacia las mujeres y niñas indígenas
Otilia Lux de Cotí es uno de los rostros indígenas más conocidos de Guatemala. Su activismo a favor de los derechos de las mujeres de su comunidad le ha puesto en el mapa internacional como un referente feminista. Denuncia que su comunidad ha sido marginada durante años y, eso, alimenta el machismo y racismo hacia ellas.
“Las mujeres indígenas tienen que participar en la toma de decisiones“
“Nos interesa que las mujeres indígenas participen en la toma de decisión porque es sumamente importante. Una vez tengan el liderazgo formado, la capacidad y el impulso de participar políticamente, les dará todo un campo de conocimiento para tomar decisiones a nivel local e internacional”, algo que, desde su punto de vista, repercutiría en el bienestar social y económico del conjunto de la población.
Más mujeres es más bienestar social
En sus testimonios relatan como a lo largo de su carrera han podido comprobar que lejos de lo que muchos siguen defendiendo, la participación femenina en la vida política trae siempre beneficios en todos los niveles: “El tema no solo es de números, es de calidad. Yo creo que es bueno para la sociedad que el 50% de la población estemos debidamente representadas”, apunta Espinosa.
“Antes las mujeres teníamos que adaptarnos, ahora son ellos los que tienen que hacer más desde la compasión“
Y aunque aún están lejos de alcanzar la paridad, sí que se han conseguido avances en los últimos años. Campbell sentencia que la política en femenino ha venido para quedarse: “Antes las mujeres teníamos que ir a adaptarnos a la forma en la que ellos hacían política. Ahora son ellos los que tienen que hacer más desde la compasión, más de consideración, dejar más el ego”.
“No podemos reproducir las formas de gobernar de los sistemas patriarcales“
Una forma de gobernar inclusiva, que no deje al margen a una parte de la sociedad. Es la visión de futuro que comparte con Espinosa: “Hay que entender cuál es la diferencia con los liderazgos actuales con un liderazgo feminista. No podemos reproducir las mismas maneras de gobernar y tomar decisiones que heredamos de sistemas patriarcales”.
Defensa del medioambiente
Y eso también implica políticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. “Hay cosas tan importantes que las mujeres indígenas que hemos aportado al mundo, como los conocimientos ancestrales o como en forma de resiliencia con la que vencemos algunos fenómenos sociales. El efecto del cambio climático, por ejemplo.”
“Las mujeres indigenas tenemos una conexión con la madre tierra“
Pide a las jóvenes que no olviden esta lucha medioambiental y que lo hagan honrando a todas las que murieron por defender los territorios y recursos naturales. “Las mujeres indígenas tenemos esta conexión con la madre tierra. Es un elemento de punto de arranque y de llegada”.
Y defienden que, sin una forma de gobernar solidaria, responsable y en el que todos los miembros de la sociedad estén representados, es imposible garantizar el bienestar a largo plazo. “Con mujeres indígenas y no indígenas tenemos que generar una tribu para la supervivencia de la humanidad. Y digo tribu porque quiero decir que es algo primitivo”, opina Campbell. Defiende que esa hermandad en la que todos estemos integrados es clave para poder salvarnos.