El bloqueo parcial de Lituania a Kaliningrado abre un nuevo frente entre Rusia y la UE
- El Kremlin lo considera "un paso abiertamente hostil" y una medida "provocadora"
- Bruselas defiende que "Lituania no ha aplicado ninguna decisión unilateral"
Rusia ha amenazado este lunes a Lituania con inminentes medidas de respuesta ante el bloqueo parcial de mercancías que el gobierno de Vilna ha impuesto sobre el enclave ruso de Kaliningrado, lo que el Kremlin considera "un paso abiertamente hostil" y una medida "provocadora", realizada "sin previo aviso".
Así se lo ha comunicado el gobierno ruso a la encargada de negocios lituana en Moscú, Virginia Umbrasene, a quien le ha trasladado su "firme protesta". "Le exigimos una inmediata cancelación de esas restricciones", ha informado el Ministerio de Exteriores, que ha tachado de "ilegal" la suspensión del tránsito hacia y desde Kaliningrado, puesto que el enclave depende para su supervivencia de las mercancías procedentes de Rusia.
Kaliningrado, antiguo territorio alemán que tomó su nombre del revolucionario soviético Mijaíl Kalinin, es un enclave que está separado del resto del territorio de la Federación Rusa y que tiene frontera con dos países de la UE y de la OTAN, Lituania y Polonia. El nuevo bloqueo viene derivado de la campaña militar rusa en Ucrania y coincide con la más que probable concesión esta semana a Kiev del estatus de candidato al ingreso en la UE y también la posible entrada en la OTAN de Finlandia y Suecia, dos países bálticos.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que, como "la situación es más que seria", Rusia realizará en los próximos días "un muy profundo análisis" de lo ocurrido, que vincula con las sanciones adoptadas por la UE. "Si en breve el tránsito de mercancías entre Kaliningrado y el resto del territorio de la Federación Rusa a través de Lituania no se restablece en su totalidad, entonces Rusia se reserva el derecho a adoptar acciones en defensa de sus intereses nacionales", ha agregado el Ministerio de Exteriores.
Cumplir con las sanciones europeas o con el acuerdo con Moscú
Moscú acusa a Vilna de violar tanto el Acuerdo de Colaboración y Cooperación de 1994 como la Declaración Conjunta de 2002 sobre el tránsito entre Kaliningrado y el resto del territorio de la Federación rusa.
Sin embargo, el ministro de Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, ha defendido que "no es una decisión de Lituania, sino simplemente la puesta en práctica de lo acordado por la UE". En defensa de Lituania, el Alto representante de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, tras la reunión especial del Consejo Europeo con los ministros de Asuntos Exteriores, ha aclarado que las conexiones por tierra entre Lituania y el enclave ruso de Kalingrado "no se han parado" y que, por lo tanto, "no hay ningún bloqueo".
Borrell ha enfatizado que "Lituania no ha aplicado ninguna decisión unilateral" y "solo está llevando a cabo las sanciones comunitarias", por lo que el bloqueo solo afecta a las importaciones sancionadas y no al resto de mercancías ni a los pasajeros.
"Los pasajeros y los bienes que no están sujetos a las sanciones de la UE pueden seguir transitando el territorio lituano desde y hacia Kaliningrado", ha señalado el Gobierno lituano en un comunicado. Así, ha insistido en que Lituania "no ha introducido ninguna restricción unilateral, individual o adicional respecto a este tránsito".
Las consecuencias económicas
El gobernador de Kaliningrado, Antón Alijánov, ha advertido a Lituania que los puertos bálticos "no pueden existir, les guste o no, al margen de la Federación Rusa". "En cuanto al transporte, las medidas de respuesta son muy evidentes y tremendamente dolorosas (para Lituania). Si excluimos el tránsito a través de territorio ruso, entonces su competitividad no es que se reduzca drásticamente, sino que simplemente se verá anulada", resaltó.
Alijánov ha admitido que el bloqueo parcial lituano afectará a hasta un 50% de las mercancías que recibe el territorio, en su mayoría metales, cemento y materiales de construcción, por lo que ha acusado a Vilna de intentar "estrangular" la economía local.
"Es un paso abiertamente hostil. Nosotros no queremos comprar esos productos a Europa. Nos dedicamos a suministrar a nuestra región o a exportar principalmente a territorio ruso las mercancías que aquí producimos", ha destacado Alijánov a la televisión pública rusa. Se trata de una "gran variedad de mercancías", aunque ha matizado que el carbón no se verá afectado hasta el 10 de agosto y el diésel o la gasolina hasta diciembre.