El lince ibérico bate récords en Castilla-La Mancha
- La población ha crecido hasta los 473 ejemplares en el último año
- Con 208 cachorros C-LM encabeza la región con más crías por hembra reproductora de toda la península ibérica
Mesta, Odrina y Queen son tres hembras, abuela, madre e hija, que han criado en un mismo lugar a lo largo de los años. Se trata de la finca Peñalajo, en la provincia de Ciudad Real, en la zona de reintroducción de Sierra Morena Oriental donde ya hay 170 ejemplares de lince.
La escasez de alimento, el conejo de monte, dejó a la especie, con menos de 100 ejemplares en la península ibérica hace dos décadas. Sin embargo en esta finca hay alimento de sobra para los 10 linces que habitan sus más de 2.000 hectáreas. Una densidad de 7 conejos por hectárea, deriva en que se vean comportamientos distintos a los esperados en los felinos, de los que siempre se ha creído que sean muy territoriales.
Así nos lo cuenta Francisco Javier Herrera, biólogo responsable del seguimiento de lince en la provincia de Ciudad Real: “hay casos de madres con hijas nodrizas que se coayudan en la crianza”. En esta caso, vemos dos generaciones, que vienen de una misma madre, Mesta. Esta hembra fue liberada en 2015 por el programa de reintroducción del lince ibérico.
“Hay casos de madres con hijas nodrizas que se coayudan en la crianza“
Madre e hija, comparten un mismo espacio de cría. Mantienen, amamantan, protegen e incluso ayudan a separar las típicas peleas de cachorros. Es una situación difícil de ver en campo y que nos permiten saber más de la especie.”
“Entre las hembras, hay una relajación de la competencia por estar en estos territorios. Ello demuestra que se eligieron bien los lugares de suelta de los linces en Castilla-La Mancha.” Así lo afirma, Víctor Díez, responsable de la Sección de Vida Silvestre de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Ciudad Real. Provincia que tiene otro núcleo de población de lince estable en Sierra Morena Occidental, con 82 ejemplares. Montes de Toledo, con 221 linces completa la población de 473 felinos censados este año en Castilla-La Mancha. Suponen el 35% del total que habitan en la península, que ya se cifran en 1.365. La especie ha salido de la situación de peligro crítico de extinción gracias a los proyectos LIFE de conservación.
La lucha por la conservación del lince ibérico viene de lejos
En 2002, se contabilizó que quedaban menos de 50 individuos adultos en dos núcleos aislados de Andalucía. Dentro de las causas del declive de la población están en la merma del conejo de monte, principal alimento del lince, la destrucción del bosque mediterráneo, la endogamia, la caza furtiva o los atropellos.
Tres proyectos LIFE consecutivos, en el que ha participado la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, han apoyado la conservación de la especie alcanzando el éxito en la reproducción que vemos hoy. De hecho, esta región, cuenta con la media más alta de cachorros por hembra reproductora de toda la península ibérica.
La historia de Mesta, Odrian y Queen es seguida por cientos de fotógrafos de todo el mundo. La época de cría de los linces y este felino, el más amenazado del mundo, es un reclamo para el turismo fotográfico. Así nos lo cuenta Carlos Megía, Director de la Finca Peñalajo. “Vienen fotógrafos de todos los rincones del planeta. La época de los cachorros da mucho juego desde el punto de vista de imagen. Sus juegos, sus peleas, todos quieren fotografiarlos. Hay tanta demanda que se ha transformado la explotación de la finca, de la caza, al turismo de naturaleza.”
“La explotación de la finca se ha tansformado de la caza al turismo de naturaleza. “
En rincones estudiados de Peñalajo, hay diferentes “hides” o escondites para que se pueda encontrar al felino en su hábitat natural sin ser visto ni interferir en la vida de la especie. Se alquilan por días y están muy demandados. El turismo de naturaleza supone un motor económico importante para la zona.
La Junta de C-LM es uno de los 21 socios del proyecto europeo LIFE “Lynx Connect”, el cuarto proyecto de conservación de la especie. Cuenta con una inversión de 18 millones de euros para interconectar las diferentes áreas de reintroducción del lince ibérico, mejorando su hábitat y la gestión genética y demográfica de este felino.