La Fiscalía archiva la investigación sobre el contrato vinculado al hermano de Ayuso por falta de indicios
- Destaca que Ayuso "no ha intervenido en el procedimiento" porque su Consejo de Gobierno "no es un órgano de contratación"
- El contrato terminó de desatar una guerra interna en el PP que acabó con la cabeza de Pablo Casado
La Fiscalía Anticorrupción ha decretado este jueves el archivo de la investigación del contrato de compra de mascarillas de la Comunidad de Madrid con la empresa Priviet Sportive vinculado al hermano de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ante "la ausencia de indicios de la comisión de infracciones penales".
En un decreto firmado este mismo jueves, el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, da carpetazo a los hechos denunciados por PSOE, Podemos y Más Madrid sin realizar "pronunciamiento alguno" a los "posibles delitos de malversación" de fondos europeos que investiga la Fiscalía Europea.
El Ministerio Público abrió la investigación en pasado mes de febrero para dilucidar si hubo delito en el contrato para la compra de mascarillas en China al inicio de la pandemia. Un contrato que la Comunidad de Madrid adjudicó a una empresa relacionada con un hermano de la presidenta regional y por el que éste cobró algo más 55.000 euros, tal y como reconoció la propia Ayuso.
Luzón señala que la investigación practicada permite descartar la existencia de conductas penalmente relevantes en ese proceso de adquisición de mascarillas y en el que destaca que Ayuso "no ha intervenido en el procedimiento" porque el Consejo de Gobierno "no es un órgano de contratación en la Comunidad de Madrid".
Las acusaciones no pasan de "meras sospechas o conjeturas"
En lo relativo al hermano de Ayuso, no ve indicios de que llevara a cabo "actuaciones, diligencias o gestiones ante el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) o ante cualquier otro organismo o servicio de la Comunidad de Madrid tendente a conseguir un trato de favor" para la empresa. Tampoco consta que "aportara a esta empresa algún contacto con funcionarios públicos" para presentar la oferta. Y en cuanto la facturación, el pago y el cobro de la comisión, el Ministerio Público califica "el procedimiento seguido de transparente".
Por contra, las hipótesis de los partidos denunciantes "no han superado el umbral de las meras sospechas o conjeturas que no permiten avanzar, siquiera sea provisionalmente, en una tesis inculpatoria".
Archiva por tanto la investigación en lo que se refiere a los delitos de tráfico de influencias, prevaricación, negociaciones prohibidas a los funcionarios, fraude y falsedad, si bien no se pronuncia sobre posibles delitos que sigue investigando la Fiscalía Europea.
Ayuso pide la dimisión de toda la izquierda
La presidenta madrileña se ha enterado del archivo de las diligencias durante el pleno de este jueves en la Asamblea de Madrid, donde ha señalado que en la Comunidad "no hay ni ha habido corrupción", y ha pedido la dimisión de toda la izquierda por "el uso torticero de la justicia". En concreto, ha pedido la dimisión de la líder autonómica de Más Madrid, Mónica García, por no estar presente en el pleno, algo que ha encendido a los diputados de este partido, que le han recordado que García está en casa tras haber dado positivo en COVID.
"Llevan veinte veces contadas que me han llevado a los tribunales y veinte veces que la justicia, jueces y fiscales, han dicho que son todo falsedades", ha expresado Ayuso. "Será que la justicia es de extrema derecha, será que el sistema está corrompido", ha ironizado la presidenta, que ha sido ampliamente aplaudida por el grupo parlamentario del PP.
Ayuso ha afirmado que no ha tomado "ni una sola decisión" desde que está en el cargo para ayudar "a un solo familiar o amigo a beneficiarse del patrimonio de los madrileños", y ha acusado a la izquierda de usar el Parlamento y las instituciones para "manchar su honor".
Ayuso ha dado las gracias al grupo parlamentario del PP y a su Consejo de Gobierno "por haber confiado siempre" en ella, y especialmente al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por haberla "apoyado siempre", por su "confianza" y por haber convocado en cuanto lideró el PP el congreso regional del en el que ella salió elegida presidenta: "Gracias a que ha confiado en mí hoy soy presidenta del grupo y del partido que sostiene a mi gobierno".
El contrato de la discordia en el PP que acabó con la cabeza de Casado
Y es que el contrato vinculado al hermano de Ayuso sirvió como arma en la cruenta guerra interna que se desató en el PP el pasado mes de febrero y que acabó con la cabeza del entonces líder 'popular', Pablo Casado.
Todo estalló con la publicación en medios de comunicación de un supuesto espionaje orquestado desde la dirección nacional del PP contra Ayuso por el supuesto cobro de comisiones públicas, incluso por medio de detectives privados. Unos hechos que fueron denunciados después por la presidenta regional, que habló de trato "cruel" por parte de Casado.
El entonces presidente del PP, cuya relación con Ayuso se había enfriado largos meses atrás por sus discrepancias sobre el congreso regional y el liderazgo del PP de Madrid, contraatacó con acusaciones de corrupción hacia Ayuso. Dijo que el supuesto espionaje era un "montaje" y acusó a la presidenta madrileña de un posible "tráfico de influencias" para beneficiar a su hermano.
Este enfrentamiento terminó de abrir al PP en canal Ayuso dio explicaciones sobre el dinero que su hermano cobró por su trabajo como intermediario en el contrato de mascarillas y Génova, que le había abierto un expediente informativo, acabó dando por buenas sus explicaciones y lo cerró. En medio se había producido una congregación frente a Génova en apoyo de Ayuso y contra Casado.
Poco a poco, el entonces presidente 'popular' y su número dos, Teodoro García-Egea, fueron perdiendo apoyo entre sus bases. El actual líder del PP y entonces presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, pidió un congreso extraordinario para nombrar a un nuevo líder, al que se fueron sumando el resto de barones territoriales del PP. Casado se quedó solo y, ante la presión de su Ejecutiva, acabó convocando el congreso extraordinario en abril, del que salió Feijóo elegido como nuevo líder del PP y se dio por zanjada la grave crisis interna en el partido.