El Parlamento de Bulgaria autoriza a levantar el veto para la entrada de Macedonia del Norte en la UE
- El bloqueo de Bulgaria paraliza el proceso de adhesión de Macedonia del Norte y Albania
- La propuesta aceptada impone condiciones al país vecino
El Parlamento de Bulgaria ha autorizado al Gobierno a levantar el veto al proceso de integración en la Unión Europea (UE) de Macedonia del Norte, un proceso que afecta también a Albania.
La Cámara ha debatido una propuesta de la presidencia de turno de la UE, que en este momento ejerce Francia, y que ha sido aprobada por 170 votos a favor, 37 en contra y 21 abstenciones. A favor han votado el Partido Popular y Bulgaria Democrática, que forman el gobierno de coalición, los opositores GERB y DPS.
Condiciones para Macedonia del Norte
La moción autoriza al primer ministro en funciones, Kiril Petkov, a levantar el veto con condiciones: Macedonia del Norte debe garantizar que la minoría búlgara estará incluida en la Constitución; se descarta cualquier posibilidad de que Bulgaria tenga que reconocer la lengua macedonia; y la Comisión Europea vigilará el cumplimiento del tratado de amistad y buena vecindad de 2017.
Bulgaria bloquea desde finales de 2020 el inicio de las negociaciones de entrada en la UE del país vecino. Sofía acusa a Skopje de no proteger los derechos de los ciudadanos de etnia búlgara.
El veto búlgaro afecta también a Albania, porque su progreso hacia la entrada en la UE está ligado al de Macedonia del Norte.
Después de que la UE haya concedido el estatus de países candidatos a la adhesión a Ucrania y Moldavia en el Consejo Europeo que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, los socios comunitarios presionan a Bulgaria para desbloquear el acceso de los países de los Balcanes occidentales, que este jueves abandonaron la reunión con escepticismo.
Macedonia del Norte y Albania son además miembros de la OTAN.
Skopje acoge con cautela la decisión
El ministro de Exteriores de Macedonia del Norte, Bujar Osmani, ha acogido este viernes con cautela la decisión del Parlamento búlgaro y ha afirmado que "todavía no sabemos cuál fue la versión final que aprobó".
Osmani ha recalcado que para su país hay tres puntos clave: "el idioma, los temas históricos y la dinámica de las enmiendas en nuestra Constitución no deben ser parte del marco de negociación con la Unión Europea".
"No podemos comenzar con cambios constitucionales antes de iniciar las negociaciones con la UE", ha defendido el ministro, quien ha añadido que "si recibimos una propuesta en la que se tomen en consideración nuestras posiciones, podría haber un acuerdo en los próximos días".