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Economía

La factura de la luz es de difícil comprensión, según un estudio

  • El dato más importante, el precio por kilowatio hora, aparece en la segunda hoja y en letra pequeña
  • Los usuarios han asumido que las facturas de la luz son incomprensibles

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La factura de la luz es de difícil comprensión, según un estudio

El diseño de la factura de la luz dificulta su comprensión según un estudio de la UCAM de Murcia. Basta con hacer una rápida encuesta por la calle para comprobar que el estudio está en lo cierto. Ante la pregunta de si entienden la factura, una señora nos explicaba "A mi me cobran la factura pero yo no la veo, solo la pago ¿qué le vamos a hacer?"; otro hombre iba en la misma línea "Yo no entiendo algunos conceptos pero bueno, ahí pone el gasto y es lo que tenenemos que hacer, pagarlo. No nos queda otra"

El formato es el principal motivo

Precisamente el profesor de diseño de la UCAM de Murcia, Blas Subiela, ha llegado a la conclusión de que la factura no se entiende. Y señala el formato en que se emiten las facturas como causa del problema. "Sabemos diseñar facturas para que se entiendan.

Sabemos diseñar facturas que se entiendan. Se puede hacer

Entonces, si este documento el usuario no lo entiende, vamos a intentar que su diseño, su formato, su contenido se modifique para buscar su nivel de comprensión, porque se puede hacer". Según la comisión europea, el dato más importante es el precio kilovatio hora, y éste aparece en la segunda página y con letra pequeña.

Hay solución, aunque los usuarios están resignados

Aunque el problema no es sólo de las compañías eléctricas. El diseño de las facturas de la luz está estandarizado por mandato oficial y data de 2014. Como destaca Subiela, "Todos los usuarios domésticos reciben, más o menos, un mismo modelo de factura que partió de de lo que se llamaba la Comisión Nacional de la Energía, una entidad que luego se integró en la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia". De momento, la Unión Europea ha ofrecido alternativas más intuitivas y sencillas; pero han sido ignoradas en España. El auténtico drama, según los investigadores: es que, aún habiendo soluciones, la sociedad haya asumido que las facturas son y seguirán siendo, inevitablemente, incomprensibles.