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Reino Unido

Aumenta la presión sobre Johnson tras una nueva derrota electoral de los conservadores

  • Los tories pierden en las elecciones parciales de Wakefield y Tiverton & Honiton
  • Dimite el presidente del Partido Conservador, Oliver Dowden
  • Johnson: "Tengo que escuchar a la gente"

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El primer ministro británico, Boris Johnson, junto al presidente del Partido Conservador, Oliver Dowden, en una imagen de archivo (octubre 2021). Foto: AP Photo/Jon Super
El primer ministro británico, Boris Johnson, junto al presidente del Partido Conservador, Oliver Dowden, en una imagen de archivo (octubre 2021).

El Partido Conservador británico ha sufrido una nueva derrota electoral que añade presión sobre el primer ministro, Boris Johnson, debilitado políticamente tras una serie de malos resultados y de haber superado una moción de confianza interna.

Los tories han perdido los escaños de las circunscripciones de Wakefield (norte de Inglaterra) y Tiverton & Honiton (oeste) en unas elecciones parciales celebradas este jueves. Los dos distritos electorales han tenido que volver a las urnas después de que sus diputados hayan dimitido por sendos escándalos.

En Wakefield han vencido los laboristas, que han recuperado el escaño perdido en 2019, mientras en Tiverton & Honiton, zona tradicionalmente conservadora, se ha impuesto el liberal-demócrata Richard Foord. "Johnson debería irse, e irse ahora", ha dicho Foord al celebrar su victoria.

Por su parte, el líder laborista, Keir Starmer, ha asegurado desde Wakefield que el resultado es un "juicio claro" y que el país ha perdido la confianza en los tories y en Johnson. "Si tuvieran decencia, deberían echarse a un lado por el bien del país", ha añadido.

El presidente del Partido Conservador dimite para asumir la "responsabilidad"

Tras conocerse los resultados, el presidente honorario del Partido Conservador, Oliver Dowden, ha presentado este viernes su dimisión con efecto inmediato.

Dowden ha reconocido que la pérdida de estos escaños es el último de una "serie de resultados muy pobres para el partido".

"Nuestros partidarios están enfadados e insatisfechos por los hechos recientes, y comparto sus sentimientos - ha explicado en una carta a Johnson - No podemos seguir como si nada. Alguien debe asumir la responsabilidad y he concluido que, en estas circunstancias, no estaría bien que yo siguiera en el puesto".

Varios diputados han mostrado su apoyo a Dowden en redes sociales, y han asegurado que no es el culpable de la derrota.

Johnson: "Tengo que escuchar lo que dice la gente"

Johnson ha reconocido desde Ruanda, donde asiste a una reunión de la Commonwealth, que tiene que "escuchar a la gente", pero ha atribuido la derrota a las dificultades económicas y no a un castigo a su persona por el partygate, el escándalo de las fiestas celebradas en su residencia de Downing Street en plena pandemia.

"Es absolutamente cierto que hemos tenido algunos resultados difíciles en las elecciones parciales. Han sido, creo, un reflejo de muchas cosas, pero tenemos que reconocer que los votantes están pasando por un momento difícil en este momento", ha declarado.

"Creo que, como Gobierno, tengo que escuchar lo que dice la gente, en particular las dificultades que enfrenta por el coste de la vida, que, creo, para la mayoría de la gente es el problema número uno", ha añadido.

El primer ministro ha insistido en que las dificultades por el alza del coste de la energía, de los alimentos, "están afectando a la gente". "Debemos reconocer que tenemos que hacer más, y ciertamente lo haremos, seguiremos adelante, abordando las preocupaciones de la gente hasta que superemos este bache", ha afirmado.

Su ministro de Finanzas y posible candidato a sucederle, Rishi Sunak, también ha culpado a la inflación de la derrota, y ha asegurado que "todos asumimos la responsabilidad".

Los conservadores sufrieron un revés en las elecciones locales celebradas en mayo, un resultado que fue entendido por una parte de sus diputados como un castigo a Johnson por sus escándalos, y que provocó la moción de confianza interna. Johnson superó la moción pero con una fuerte oposición.

El primer ministro afronta además una serie de huelgas en el Reino Unido por el alza de la inflación.