Abdeslam, en su alegato final en el juicio por los atentados de París: "Si me condenan por asesinato, cometen una injusticia"
- La Fiscalía pide cadena perpetua para el único superviviente de los comandos que cometieron los atentados en Francia en 2015
- Abdeslam asegura que nunca llegó a accionar su cinturón de explosivos "por humanidad"
El único superviviente de los comandos que cometieron los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París y Saint-Denis, Salah Abdeslam, ha negado este lunes su participación en los mismos. "En este tribunal he reconocido que no soy perfecto, que he cometido errores. Pero no soy un asesino. Si me condenan por asesinato, cometen una injusticia", ha asegurado.
La Fiscalía francesa pidió contra él una pena de cadena perpetua sin posibilidad de reducción, la máxima condena que prevén las leyes del país. Pero, según ha afirmado Abdeslam en su alegato final antes del veredicto, nunca llegó a accionar el cinturón de explosivos en un bar del distrito 18 de París "por humanidad", oponiéndose a lo que le habían asignado los cerebros del atentado.
Vestido con una camisa azul y con poblada barba, ha reconocido que la sociedad ya le ha condenado porque no se ha dado una "versión real" de su papel en los atentados. "Para la opinión pública estaba en las terrazas con un kalashnikov, o estaba en Bataclan y maté gente. Pero usted, señor presidente, sabe que la verdad es que hice lo contrario", ha señalado.
“Francia está perdiendo sus valores“
En este sentido, el principal acusado del macroproceso ha manifestado durante su alegato final que la condena solicitada "es injusta": "Francia está perdiendo sus valores".
El veredicto será conocido el próximo miércoles.
En noviembre de 2015, París sufrió un atentado múltiple con varios ataques que fueron perpetrados hasta en seis puntos de la capital francesa. El asalto más grave fue el tiroteo en la sala de conciertos Le Bataclan, donde murieron 90 personas.
El cambio de actitud de Abdeslam
A lo largo de los meses que ha durado el proceso, Abdeslam ha sufrido un cambio considerable de actitud. Mientras que comenzó proclamándose soldado del Estado Islámico (EI), terminó mostrando su arrepentimiento y pidiendo perdón a las víctimas entre lágrimas. Algo que ha justificado con los supuestos maltratos y torturas que sufrió durante su detención, tanto en Bélgica como en Francia. "Me trataron como a un perro", ha insistido.
Asimismo, ha dicho en reiteradas ocasiones que fue incluido en los comandos del 13 de noviembre en el último momento y que siempre expresó sus dudas, pero que aceptó presionado por su hermano Brahim y por Abdelhamid Abaaoud, el cerebro de los atentados, por quienes, dijo, se sintió "utilizado".
Una versión que han tratado de contrarrestar la Fiscalía y las acusaciones particulares, que han encontrado incoherencias en sus palabras.