EE.UU. y México admiten una política migratoria fallida tras la tragedia en Texas
- El suceso ocurrió después de que ambos países firmaran una declaración para comprometerse a contener la migración forzada
- El presidente mexicano ha dicho que es una "tremenda desgracia" y lo ha atribuido al tráfico de personas y "la falta de controles"
Estados Unidos y México han admitido este martes una política migratoria fallida y han vuelto a clamar contra el tráfico de personas tras el hallazgo de 51 migrantes muertos hacinados en un camión en San Antonio (Texas), en la mayor tragedia de este tipo de las últimas décadas.
"La horrible y trágica muerte de al menos 50 seres humanos en San Antonio anoche es resultado de leyes migratorias rotas y disfuncionales", ha lamentado en redes sociales el embajador estadounidense en México, Ken Salazar.
Mientras que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado en rueda de prensa el suceso de "tremenda desgracia" y la ha atribuido al tráfico de personas y a "la falta de controles" tanto en la frontera común como "al interior de Estados Unidos".
El suceso ocurrió apenas dos semanas después de que veinte países americanos, incluidos Estados Unidos y México, firmaran durante la Cumbre de las Américas de Los Ángeles una declaración en la que se comprometieron a contener la migración forzada.
Mexicanos y centroamericanos, entre las víctimas
De los 51 fallecidos, al menos 22 son mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños, mientras que de los otros 20 todavía se desconoce la nacionalidad.
Otros 16 migrantes fueron hallados con vida en el interior del vehículo y trasladados a tres hospitales de la zona. De ellos, al menos dos son mexicanos.
Las autoridades hallaron el vehículo abandonado tras recibir la alerta de que se escuchaban gritos de auxilio en su interior, y arrestaron a tres personas que formarían parte de una red de traficantes que transporta a migrantes de México y Centroamérica hacia Estados Unidos. Se trata de la mayor tragedia de tráfico de personas de las últimas décadas sucedida en el interior de Estados Unidos.
Sin embargo, la experta en migración Eunice Rendón ha indicado este martes a Efe que sucesos de este tipo, con más o menos fallecidos, "no son nuevos" sino "el pan de cada día para los migrantes".
Además, explica que las víctimas son personas que huyen de sus países para "salvar la vida" y que, tras pagar a veces miles de dólares a traficantes para cruzar la frontera, se acaban encontrando con un "modus operando abusivo y violento" por parte de estas redes criminales.
Contra el tráfico de personas
La portavoz de la Casa Blanca, Karine-Jean Pierre, ha señalado este martes que lo sucedido en San Antonio es "absolutamente horroroso y que rompe el corazón", a la vez que ha reivindicado las acciones del Gobierno estadounidense contra las redes de trata que, según ha dicho, han permitido arrestar a 1.800 personas en dos meses.
De visita en Washington, el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, ha declarado que "es imperativo" endurecer las penas contra el tráfico de personas y que se extradite a los traficantes.
Y el papa Francisco ha pedido rezar por las víctimas, que según ha dicho "perseguían una vida mejor", y ha pedido además que "estas desgracias no sucedan de nuevo".
En diciembre del año pasado, 55 migrantes en su mayoría guatemaltecos murieron al chocar el camión en el que iban hacinados en Chiapas, sureste de México, con dirección a territorio estadounidense.
Tras ese accidente, los Gobiernos de Estados Unido, México, Honduras, Nicaragua, Ecuador y República Dominicana anunciaron un Grupo de Acción Inmediata (AI) para perseguir redes de traficantes.
"Tenemos que ir más allá de las promesas. Debe haber una muestra de acción clara. No queda claro cómo colaboran los países entre ellos", dijo la experta.
Aumentar la presión de la frontera cerrada
La tragedia de San Antonio es un capítulo más de la crisis migratoria sin precedentes que afronta la región, donde Estados Unidos detectó a más de 1,7 millones de indocumentados cruzando la frontera con México, mientras la política de asilo sigue restringida.
Se espera que en los próximos días el Tribunal Supremo de Estados Unidos falle sobre la permanencia del programa 'Quédate en México', una política migratoria instaurada por Donald Trump en 2019 que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano hasta que una corte estadounidense decida sobre su caso.
En su primer día en la Casa Blanca, Biden intentó acabar con esta política muy criticada por organizaciones de derechos humanos, pero un tribunal de Texas ordenó reinstaurar el programa.
La portavoz de la Casa Blanca ha indicado este miércoles que "la frontera está cerrada" y eso "explica en parte por qué hay gente que emprende este viaje tan peligroso" al lado de traficantes.
Con una visión totalmente opuesta, el gobernador texano, el republicano Greg Abbott, ha aprovechado la tragedia para arremeter contra el presidente y ha afirmado que los muertos son "resultado de la letal política de puertas abiertas de Biden".
"La política de Estados Unidos también tiene la culpa porque entre más difícil es encontrar la frontera, más redituable es para los traficantes de personas porque cobran más", opina la experta.