Lasso decreta un nuevo estado de excepción en parte de Ecuador por protestas
- La medida busca garantizar la seguridad, la provisión de alimentos, combustibles y de otros servicios afectados por las protestas
- El Gobierno también reanudará el proceso de diálogo con el movimiento indígena suspendido tras la muerte d eun militar
El Gobierno de Ecuador ha decretado este miércoles el estado de excepción en las provincias andinas de Imbabura y Azuay, y en las amazónicas de Sucumbíos y Orellana, ante una "grave conmoción interna" generada por actos violentos en el marco de las protestas sociales que duran 17 días.
Mediante un decreto ejecutivo, el presidente ecuatoriano, el conservador Guillermo Lasso, ha declarado que el estado de excepción, que durará 30 días, busca garantizar la seguridad de la ciudadanía, la provisión de alimentos, combustibles y de otros servicios afectados por las protestas.
Dicho decreto establece como "zonas de seguridad" las instalaciones petroleras en las provincias de Orellana y Sucumbíos y faculta a las Fuerzas Armadas a apoyar la acción de al Policía en el control interno. Asimismo, restringe los derechos a la libertad de asociación y reunión en aquellas manifestaciones en que ocurran hechos violentos y se exceptúan las protestas pacíficas.
También se restringe la libertad de tránsito, con excepciones, entre las 19:00 y 5:00 hora local en las provincias de Sucumbíos y Orellana; mientras que en la de Azuay la medida se aplicará desde las 21:00 horas.
El decreto, además, señala que los agentes del orden deben observar "el estándar del uso progresivo de la fuerza", dependiendo del "nivel de agresión o resistencia". También, la norma dispone que la maquinaria del Ministerio de Obras Públicas despeje las vías cerradas por los manifestantes y señala que los gobiernos locales tendrán a su cargo el control de los mercados de víveres.
Por otro lado, el Gobierno de Ecuador ha anunciado que reanudará el proceso de diálogo con el movimiento indígena para intentar dar soluciones a sus demandas económicas y poner fin a las protestas. Así lo ha precisado el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, en una rueda de prensa en la que ha explicado que el Ejecutivo se someterá a la metodología, lugares y tiempos que proponga la Iglesia católica en el proceso de diálogo.
Tercer estado de excepción
La promulgación del Estado de excepción de ámbito parcial es el tercero que decreta el presidente Lasso desde el inicio del "paro nacional indefinido" que convocó desde el pasado 13 de junio la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) contra las políticas económicas del Gobierno, que tilda de neoliberales.
Esta medida se da después de que en algunas de estas provincias hayan sido escenarios de violentos episodios, como un enfrentamiento el martes en Sucumbíos entre manifestantes y fuerzas del orden que custodiaban un convoy de camiones de combustible, donde se produjo la muerte de un militar.
También en los últimos días la sureña ciudad andina de Cuenca, capital de la provincia de Azuay, ha sufrido el desabastecimiento de productos esenciales como el oxígeno medicinal, ya que otro grupo de manifestantes impedía la llegada de un cargamento a la ciudad hasta que por fin le permitieron el paso este miércoles.
Los indígenas persisten en las demandas
El movimiento indígena, que cuenta con el apoyo de sindicatos y otras organizaciones sociales, ha expresado su intención de mantener las protesta de forma indefinida hasta que el Gobierno dé soluciones a un pliego de diez peticiones, algunos de los cuales ya han recibido respuestas parciales.
Las demandas, sobre todo, se centran en la reducción de 40 centavos de dólar de los combustibles subsidiados, de consumo masivo, y el rechazo a la expansión de las actividades mineras y petroleras en zonas donde habitan comunidades campesinas e indígenas, sobre todo en la Amazonía.
El Gobierno reanudará el diálogo con los indígenas con mediación de la Iglesia
El Gobierno de Ecuador ha anunciado que reanudará el proceso de diálogo con el movimiento indígena. "Hemos decidido aceptar el proceso de mediación que ahora va a impulsar la Conferencia Episcopal", como lo han sugerido las organizaciones del movimiento indígena, ha señalado Jiménez.
Con esa decisión, el Gobierno recula en su decisión anunciada este martes por el propio presidente Guillermo Lasso, de romper el diálogo ante un incidente violento registrado en la provincia amazónica de Sucumbíos, por el ataque de manifestantes a una caravana para el transporte de combustibles custodiada por militares y policías.
Según las autoridades, en el ataque murió un soldado, lo que derivó en la decisión de acabar con el primer proceso de diálogo que arrancó el lunes bajo la iniciativa del presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Virgilio Saquicela, y de la Iglesia católica.
Jiménez ha precisado que las condiciones han cambiado, después que el presidente Lasso lograra salvar la noche de este martes una moción de destitución por parte de grupos de oposición, que el Ejecutivo había denunciado como un intento de desestabilización de la democracia.