Así serán los centros de crisis contra la violencia sexual que se abrirán en toda España
- Ahora sólo existen dos, en Asturias y Madrid. Objetivo Igualdad ha visitado uno de ellos
- Sus profesionales podrán acompañar a las víctimas al hospital o a la comisaría
- 'Contra la violencia sexual', el sábado en Objetivo Igualdad, 16'30h en Canal24
La Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual aprobada en mayo de este año prevé, entre otras cosas, la creación de centros específicos de atención a las víctimas de agresiones sexuales en todas las provincias. Se les llama "Centros de Crisis 24 horas" y deben prestar atención psicológica, juridica y social, apoyo y asistencia en situaciones de crisis para víctimas, familiares y personas del entorno. La ley prevé que estos centros garanticen acompañamiento e información tanto telefónica como presencial las 24 horas del día y los 365 días del año.
Desde finales de 2020 ya existen dos de estos centros que, sin duda, serán referentes para los que se vayan abriendo a lo largo de 2023. Uno de ellos es de carácter autonómico, en Asturias, comunidad que abrirá otro más a raiz de la ley. El otro tiene carácter municipal y depende del Ayuntamiento de Madrid. El programa Objetivo Igualdad ha estado en este último, el centro 'Pilar Estébanez' para conocer de la mano de sus trabajadoras cómo funciona y cuales son sus objetivos
Una violencia silenciada
La Macroencuesta que realizó la Delegación del Gobierno para la violencia de género en 2019 ha sido la más completa hasta ahora e introducía por primera vez factores como la violencia sexual. Según los datos de este estudio, el 13,7% (2.802.914 mujeres) de las mujeres mayores de 16 años residentes en España han sufrido violencia sexual alguna vez. El 1,8%, cerca de 360.000 mujeres, habrían sufrido violencia sexual en los últimos 12 meses. Casi la mitad de esas mujeres (un 6'5% del total) habrían sido agredidas por hombres con los que no habían mantenido nunca una relación de pareja.
"La violencia sexual no es una cuestión de sexo, es una cuestión de violencia, de sumisión, de poder, como toda la violencia de género. Es la manifestación más sangrante de la desigualdad, de la visión de las mujeres y niñas como alguien subordinado", afirma con rotundidad Victoria Rosell, delegada del Gobierno para la violencia de género. Rosell recuerda que es, además, una violencia silenciada, porque las víctimas tan sólo denuncian un 8% de las agresiones. Si les sumamos las denuncias que parten directamente de cuerpos de seguridad o centros sanitarios, el porcentaje de agresiones denunciadas sube tan solo a un 11%.
“La mayoría de las mujeres ni siquiera verbaliza a nadie la violencia que han sufrido“
"Hay que validar el paso que ha dado la mujer. Lo cierto es que un porcentaje muy elevado, la mayoría de las mujeres ni siquiera verbaliza a nadie la violencia sexual que han sufrido", subraya Belén Martín María, coordinadora del Centro de Crisis 'Pilar Estébanez' del Ayuntamiento de Madrid. Por eso, explica, se esfuerzan en que las mujeres que acudan a él se encuentren un espacio de seguridad, una acogida cálida, que se sientan tranquilas, creídas y comprendidas.
Atención integral con calidez humana
El primer contacto con el centro puede ser telefónico. Un grupo de profesionales atiende a mujeres mayores de 16 años, familiares de posibles víctimas de agresiones sexuales o personas de su entorno que quieran saber cómo actuar. En Madrid el número es el 900869947, en Asturias es el 677 985 985. Quienes lo deseen pueden concertar una cita presencial. En el centro hay equipos multidisciplinares de psicólogas, trabajadoras sociales y abogadas que evalúan las necesidades de la persona que acude a ellas y realizan los acompañamientos que sean necesarios.
Al entrar en el centro 'Pilar Estébanez' todo se ve cuidado y agradable. Las salas donde estas profesionales hablan con las usuarias son acogedoras, lejos de un entorno de frío despacho. Paloma Hernández Gómez, asesora jurídica, nos cuenta que su función es informar a las mujeres de sus derechos, que conozcan los pasos a seguir si quieren denunciar y puedan tomar sus propias decisiones con todos los elementos en la mano.
“Acompañamos a las mujeres a interponer la denuncia, resolvemos sus dudas“
También es fundamental que las acompañan a comisaría o a los juzgados, porque a menudo es la primera vez que se enfrentan a una experiencia así. "Tienen mucha incertidumbre. Nosotras hacemos acompañamientos para la interposición de la denuncia, para el procedimiento judicial, para resolver dudas que a lo mejor hasta ese momento no se le han ocurrido, y que tengan ese apoyo de confianza que les facilite transmitir todo eso que les ha pasado con libertad", explica Paloma Hernández
Cuando el agresor pertenece al entorno
Las expertas subrayan la importancia de acabar con los mitos en torno a la violencia sexual. El primero de ellos dibuja al agresor como un desconocido violento que ataca en un lugar oscuro y peligroso. "Claro que hay que tener cuidado, pero es que la violencia sexual ocurre en un 85% por hombres conocidos", explica Victoria Rosell. Pueden ser compañeros de trabajo, vecinos, amigos de amigos... y eso lo hace todo más difícil para la víctima. "Tienen miedo a que no las crean, porque el individuo que es denunciado, tiene una imagen, una posición, tiene una categoría dentro de ese entorno donde se mueve la víctima que es muy difícil de cambiar", dice Paloma Hernández.
También pueden ser familiares, explica Marina Martín, psicóloga del centro: "Es más complicado, porque no solamente es que tú tienes que afrontar y manejar tu propia agresión, sino que esta agresión en muchos casos va a romper toda la estructura familiar. Toda la familia va a reaccionar a lo que está pasando, mejor o peor, apoyando o minimizando o ninguneando la situación que ha vivido esta persona".
“Muchos mitos contribuyen a que se responsabilice a las mujeres y se quite responsabilidad a los agresores“
Y es que a menudo se sigue sin creer a las mujeres cuando sufren un agresión o se pone sistemáticamente en cuestión su relato de los hechos. La causa es la esencia misma de esta violencia, la discriminación de las mujeres, pero también los mitos que giran alrededor de la violencia sexual. "Hay muchos mitos que permanecen y que contribuye a que se responsabilice a las mujeres mientras que se quita responsabilidad a los agresores", dice Belén Martín.
Para la coordinadora del centro del Ayuntamiento de Madrid hay mitos que hacen que muchas mujeres encuentren más dificultades en pedir ayuda cuando sufren una agresión. Uno de estos factores sería la ya citada pertenencia del agresor al entorno de la víctima. Construir un modelo de víctima como mujer joven, en un entorno de ocio y noche, o asociar la agresión a una conducta desinhibida o una determinada vestimenta es muy peligroso, porque muchas víctimas experimentan un sentimiento de culpa o no se reconocen en ese estereotipo. Lo cierto des que sólo el 13,7% de las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia sexual afirman haber sido violadas cuando estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas.
“No hay perfil de edad, ni de estudios ni sociodemográfico“
"Muchas mujeres, cuando se alejan de esa juventud que se asocia con la violencia sexual, tienen más reticencia a la hora de denunciar... Las mujeres mayores denuncian menos, aunque también sabemos que sufren este tipo de violencia. La violencia sexual es una violencia de género que sufrimos las mujeres por ser mujeres y no hay un perfil de edad, ni de estudios, ni sociodemográfico", añade Belén Martín.
Centros abiertos a cualquier circunstancia
Las expertas de este centro hablan también de fenómenos que últimamente han dado mucho que hablar, como la sumisión química o los efectos del porno en la violencia sexual. "Nuestra impresión es que el porno mainstream tiene un papel fundamental en las violaciones en manada como en la utilización de la sumisión química", explica Marina Martín, que habla de un porno que normaliza escenas de violencia explícita y que asocia el papel masculino con la agresividad y el femenino con la sumisión.
Aunque se llamen centros de crisis, estos recursos atienden todo tipo de de agresiones: "Vienen personas que acaban de tener una agresión ayer, o que han tenido una agresión hace unos meses pero ahora se sienten fuertes para afrontar este tema. Vienen personas solicitando información por agresiones muy pasadas...", nos explica Marina Martin. "No se exige denuncia ni que haya voluntad de formalizar denuncia para ser atendida en el centro y en caso de mujeres extranjeras, no se pide informe de la situación administrativa", aclara Belén Martín.
Insisten en la importancia del acompañamiento. También lo hace Victoria Rosell, que subraya que el sistema ha fracasado en numerosas ocasiones por esa falta de información y el desconocimiento de los protocolos: "Es fundamental que existan estos centros, a los que desde el principio puedas acudir en una situación de emergencia donde inmediatamente acompañarían y derivarían al centro hospitalario adecuado, con el protocolo adecuado, sabiendo que se van a tomar muestras con consentimiento informado sin necesidad de que en ese estado de shock presentes denuncia, que se conservarán conforme a la ley durante un tiempo hasta que estés en condiciones de tomar esa decisión".
Para la delegada del gobierno para la violencia de género es también muy importante que estos centros asistan y contribuyan a la reparación de las personas que hayan sufrido violencia sexual hace tiempo, aunque haya prescrito. Y también que surgen de un compromiso conjunto del Estado y de las Comunidades Autónomas. De momento, Igualdad ha destinado 66 millones de euros a ponerlos en marcha y se espera que estén abiertos ya en 2023.