El mundo, aún lejos de tener al 70% de la población vacunada contra el coronavirus
- La OMS se propuso conseguir ese porcentaje en cada país a mitad de 2022, pero muchos ni siquiera se acercan a él
- La revista The Lancet estima que una inmunización más elevada en todos los territorios hubiese salvado más vidas
- Mapa de España | Vacunas en España | Mapa mundial | Vacunas en el mundo
A finales de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) despedía el segundo año de la pandemia de coronavirus con un nuevo objetivo sin cumplir: que el 40% de la población en cada territorio estuviera vacunada con dos dosis. Con la premisa de que el 2022 sería mejor, la institución dirigida por Tedros Adhanom siguió adelante con la nueva meta –que ya estaba en el horizonte desde finales de 2020–: conseguir que todos los países tuvieran inmunizada al 70% de su población a mediados de año.
“Todavía soy optimista con que este puede ser el año, no solo del fin de la fase aguda de la pandemia, sino también en el que marquemos el camino a una seguridad sanitaria más fuerte”, esgrimía Adhanom hace unos meses. Sin embargo, la expectativa no se ha cumplido y esa marca, que vencía el 1 de julio, no se ha materializado.
Toda África, buena parte de Asia y distintos puntos de Europa, América y Oceanía está en ‘rojo’, es decir, lejos de conseguir ese ansiado 70%. Grandes países como Estados Unidos o Rusia, que fueron de los primeros en inocular dosis, siguen sin tener a su población vacunada, pese a los intentos de los distintos gobiernos para fomentar la vacunación. En otros casos, como Nigeria, Camerún o República Democrática del Congo, algunos de los territorios más poblados del continente africano, el porcentaje de la pauta completa no llega a las dos cifras.
Hablando de cuartas dosis cuando las primeras siguen siendo escasas
Lo cierto es que no han faltado iniciativas para intentar cumplir este y otros objetivos a lo largo de la pandemia. Con los datos de Gavi, la Alianza para la Vacunación, se estima que hasta el primer trimestre de 2022 se entregaron gracias al Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas COVID-19 (COVAX, por sus siglas en inglés) más de 2.500 millones de dosis; UNICEF eleva la cifra hasta los 2.800 millones.
Aun con esos esfuerzos y tras un año y medio de campaña de vacunación a nivel mundial, las diferencias entre territorios continúan. De los más de 12.000 millones de dosis que se han administrado en estos meses, buena parte han recaído en los países más ricos, mientras que en los de rentas más bajas la situación es muy distinta.
Para ahondar en la desigualdad de la carrera por la vacunación, en muchos países se inició una tercera ronda de vacunación –se han administrado más de 2.000 millones de boosters– mientras en otros territorios apenas habían comenzado a poner las primeras dosis. Y cuando no se han conseguido los objetivos mínimos globales, en los países desarrollados el cuarto pinchazo es una realidad.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, ídem) la recomiendan para los más mayores, de ahí que países como España hayan dado luz verde a esas inoculaciones.
“Si los países ricos están vacunando a niños de seis meses y planean la administración de cuartas dosis, es incomprensible sugerir que los territorios con menos ingresos no deberían vacunar e inocular dosis de refuerzo a la población vulnerable y trabajar en fortalecer su inmunidad”, se lamentaba Tedros Adhanom.
¿Por qué sigue siendo necesario vacunar a todo el mundo?
El exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la Organización Mundial de la Salud, Daniel López-Acuña, se ha mostrado tajante sobre estas desigualdades en declaraciones a DatosRTVE. Denuncia, además, que la flexibilización de las patentes, recomendada por el Grupo de Evaluación Independiente de COVAX (IAVG, por sus siglas en inglés), no se ha producido, lo que ha impedido “una producción mucho más amplia de vacunas” y ha frenado los avances en la inmunización global.
López-Acuña también resalta otra realidad: “Muchos países no tienen acceso a las vacunas, pero hay también muchos países que no cuentan con sistemas sanitarios con la capacidad para poder vacunar masivamente, y no han recibido apoyos y refuerzos [para ello]”.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP, por sus siglas en inglés) da dos datos al respecto: mientras los territorios con más recursos solo necesitan aumentar en un 0,8% su gasto en salud para conseguir el 70% de inmunidad, en los territorios con menos facilidades la inversión se dispara hasta el 56,6%, una brecha que es vital reducir.
El siguiente mapa, aunque es una estimación para conseguir el 40% de vacunación con dos dosis, da pistas de dónde es necesario aumentar el gasto sanitario de manera urgente.
¿Y por qué? Para seguir salvando vidas. Un estudio de la revista científica The Lancet calcula que, gracias a las vacunas contra el coronavirus, se evitaron entre 14,4 y 19,8 millones de muertes –las estimaciones fluctúan si se tienen únicamente en cuenta los datos oficiales, es decir, los decesos con prueba diagnóstica, o si se analizan los datos por exceso de mortalidad; estos últimos son más ‘fiables’, especialmente en países con menor capacidad de detección o en momento puntuales, cuando los distintos sistemas sanitarios estaban desbordados por las distintas olas–.
Pese a la buena noticia, los autores del análisis también lanzan un recado para los países ricos: si se hubiera alcanzado el 40% de la población inmunizada en cada país, se habrían prevenido unas 600.000 muertes más.
“Mientras no haya una vacunación suficiente y un control adecuado de la incidencia en todo el mundo, vamos a seguir teniendo pandemia porque hay una interdependencia y ningún país es una isla epidemiológica”, resume López-Acuña.