Johnson se resiste a dimitir a pesar del goteo de renuncias y la presión de sus ministros: "Mi deber es seguir adelante"
- Más de 50 dimisiones se han sumado en el Gobierno de Johnson a las de los ministros de Sanidad y Economía
- Johnson superó en junio una moción de confianza que evidenció el descontento del 41% de los 'tories'
Cada vez más acorralado, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se resiste a dimitir y ha afirmado este miércoles ante la Cámara de las Comunes que "el deber de un primer ministro en circunstancias difíciles es seguir adelante".
Las declaraciones llegan en un momento en el que ha crecido la presión sobre Johnson tras las dimisiones de 50 miembros de su Gobierno, entre ellas las del ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y la del titular de Sanidad, Sajid Javid, este martes.
Con el paso de las horas, varios ministros que permanecen en su gabinete han decidido dar un ultimátum a Johnson y decirle por la tarde que debe dimitir, pero su posición es firme: su prioridad es gobernar y no ceder a la presión, según han filtrado sus aliados a la prensa británica. Tanto, que por la noche ha decidido despedir al ministro de Cohesión territorial, Michael Gove, uno de sus aliados más cercanos, por pedirle que renunciara.
En los últimos meses, varios escándalos han salpicado al jefe del Gobierno británico, quien superó hace tan solo un mes una moción de confianza dentro de su partido por las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia. Las dimisiones se producen también después de las críticas hacia Johnson por su forma de gestionar la conducta del exdiputado Chris Pincher, acusado de realizar tocamientos sexuales a varios colegas.
Johnson asegura que no se marchará
El primer ministro británico ha insistido en que su Gobierno no se rendirá tras la dimisión de varios de sus miembros y ha recalcado ante la Cámara de los Comunes que la economía se enfrenta a tiempos difíciles y que la invasión rusa de Ucrania representa la peor guerra en Europa en 80 años. En este sentido, ha subrayado que "ese es exactamente el momento en el que uno esperaría que un Gobierno continúe con su trabajo, no que se marchara", en un intento por desviar la atención con su prometida rebaja fiscal.
Al ser preguntado por un diputado conservador sobre si existe alguna circunstancia en la que debería renunciar, el primer ministro ha recalcado que "el trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles cuando recibe un mandato colosal es seguir adelante". Horas después, un comité parlamentario ha preguntado en varias ocasiones a Johnson si seguirá en el cargo este jueves. "Sí, por supuesto", ha afirmado rotundo. Además, ha descartado un adelanto electoral.
En la sesión de control en el Parlamento tanto partidos de la oposición como diputados del Partido Conservador le han exigido a Johnson que dimitiera a raíz de los escándalos que han salpicado su mandato.
El diputado conservador David Davis, quien ha pedido anteriormente la renuncia del primer ministro, lo ha vuelto a hacer y ha exigido a Johnson "que haga lo más honorable" y que "anteponga los intereses de la nación a sus propios intereses". En su respuesta, Johnson ha insistido en que no cree que permanecer en su puesto como primer ministro sea en contra del interés nacional. "Le agradezco mucho su punto de vista, pero simplemente no podría estar más en desacuerdo", ha señalado.
Johnson ha afirmado que su Gobierno se centra en ayudar a las familias de todo el país a superar la crisis por el alza de la inflación y ha avanzado que se dispone a recortar presupuestos para 30 millones de ciudadanos.
Starmer, sobre Pincher: "Johnson ha tolerado un comportamiento horrible"
El último escándalo que ha salpicado al primer ministro es el del diputado Chris Pincher, acusado de realizar tocamientos sexuales a varios colegas. Según la prensa local, Pincher "manoseó" en la noche del miércoles a dos varones en un club privado del Partido Conservador. El diputado ha presentado su dimisión como responsable de Disciplina y el Partido Conservador le ha suspendido de la formación, aunque mantiene su escaño como independiente.
Johnson reconoció este martes que sabía que Pincher había sido investigado en el pasado por comportamientos inapropiados, después de haberlo negado en un principio. En este sentido, el líder opositor, el laborista Keir Starmer, ha recalcado que Johnson toleró "un comportamiento horrible e inaceptable".
El primer ministro ha respondido a Starmer pidiendo perdón por haber permitido que Pincher siguiera en el cargo y ha recalcado que "no toleraremos ese tipo de comportamiento en su partido ni en ningún otro".
Las opciones de Johnson
Johnson lleva meses sobreviviendo a la presión del grupo de diputados que se niegan a respaldarlo tras los escándalos del 'partygate'. Ahora, un mes después de salir indemene de la moción de confianza interna, el primer ministro cuenta con pocas opciones para mantenerse en el cargo.
El Comité 1922 del Partido Conservador se ha reunido este miércoles para renovar su directiva y ha decidido renovar la cúpula el lunes y decidir entonces si permite una nueva moción de confianza. Actualmente, un primer ministro conservador no puede someterse a otra moción en un año si consigue salvarla.
Según la prensa británica, los tories se encuentran ahora en una encrucijada: de un lado, algunos ministros prefieren permanecer a su lado para no descabezar al Gobierno; por otro, otros quieren seguir la estela de Michael Gove y han optado por pedirle que dimita. Mientras, los diputados rebeldes creen que la presión de una nueva moción de confianza podría verdaderamente derrocar a un primer ministro que se niega a marcharse.