Ribera cree que la decisión del Parlamento Europeo sobre la energía nuclear y el gas "es dar por verde lo que no es"
- Ha indicado que algunos países de la Unión Europea están "muy focalizados" en invertir en estas tecnologías
- Señala que "hay una preocupación muy alta" ante un posible corte del suministro del gas ruso a Europa
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha criticado este jueves que con el gas y la energía nuclear Europa "da por verde lo que no es". Ha considerado "muy desafortunado" que el Parlamento Europeo haya aceptado que ciertas inversiones en plantas nucleares y en centrales de gas para generar electricidad se consideren "verdes", como proponía la Comisión Europea.
"No lo compartimos, creemos que el gas natural, la energía nuclear, lógicamente son soluciones de transición con las que vamos a seguir conviviendo, pero eso no significa que sean verdes. Nos parece desafortunado el acto delegado de la CE. Evidentemente, respetamos el voto del Pleno del Parlamento Europeo, pero al final nos parece que es dar por verde lo que no es", ha aseverado Ribera en una entrevista en la Radiotelevisión del Principado de Asturias.
En este sentido, ha señalado que el Gobierno de España considera que el gas natural y la nuclear son soluciones de transición con las que se seguirá conviviendo, pero eso "no significa que sean verdes".
Ribera ha valorado que la decisión se explica en el marco del contexto de emergencia energética actual y debido a que "algunos Estados miembro de la Unión Europea" están "muy focalizados a nueva inversión" en estas tecnologías. No obstante, ha opinado que ni la nuclear ni el gas "van a dar una solución en el cortísimo plazo" a la coyuntura energética actual.
Preocupación por el corte del gas ruso
En cuanto al contexto internacional de la energía y a la posibilidad de que se produzca un corte total en el suministro de gas ruso hacia Europa, Ribera ha señalado que le "preocupa enormemente", y ha subrayado que el continente está viviendo "un chantaje energético por parte de Putin".
En relación con ello, ha recordado que el próximo 11 de julio se producirá un corte en el suministro del gasoducto Nord Stream 1 (que lleva gas desde Rusia hacia Alemania) por razones de mantenimiento, y ha hecho hincapié en que "hay una preocupación muy alta" sobre la posibilidad de que estas operaciones se alarguen más allá de lo habitual.
De hecho, el presidente de la Agencia Federal de Redes Energéticas de Alemania, Klaus Mueller, manifestó recientemente su sospecha sobre que el próximo cierre temporal pueda acabar siendo el prolegómeno de una suspensión completa en represalia por las sanciones internacionales.
En esa línea, la ministra dice escuchar "con gran atención" los mensajes de Bruselas, como cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indica que hay que "estar preparados incluso para un escenario de corte total (de gas ruso)", ha señalado Ribera.
"Aunque no afecte a España directamente en la misma medida que lo hace a otros Estados miembro de la UE, lo cierto es que afecta en cadena. Primero en el precio y segundo porque a nadie le interesa que a otros Estados miembro les vaya mal o tengan problemas. Por eso debemos trabajar en una hipótesis que nos permita ser solidarios, es fundamental", ha aseverado la titular de Transición Ecológica.
Así, ha desvelado que desde su cartera están "haciendo una ronda" para escuchar a actores sociales e institucionales sobre cómo actualizar el plan de contingencia que España debe aportar en un contexto en el que la Comisión Europea presentará su "visión de conjunto para todo el territorio de la UE" en unos 10 días.
Puesta en marcha de una regasificadora en Gijón
Sobre la situación de la regasificadora de El Musel (en Gijón), Ribera ha asegurado que las previsiones son que a finales de este año o a principios de 2023 pueda estar "plenamente operativa". "Su puesta en funcionamiento va a suponer un incremento muy notable de la capacidad de almacenamiento (de gas) y, por tanto, de seguridad de suministro para España, pero también esa capacidad logística para desviarlo a otros Estados miembros", ha subrayado.
Con esta planta, ya son siete plantas de almacenamiento y regasificación con las que cuenta España, que acumula en torno al 25% de la capacidad total de regasificación de Europa. A finales del pasado junio, los Veintisiete dieron formalmente su visto bueno al acuerdo alcanzado en mayo para imponer una reserva mínima de gas del 80% de la capacidad de almacenaje de cada país de la Unión Europea para el próximo otoño, con el objetivo de garantizar la seguridad energética ante las tensiones con Rusia.