Mascarilla obligatoria en interiores: el aumento de casos de COVID reabre el debate
- Los especialistas no descartan la posibilidad de retomarla, aunque de momento los contagios no suponen una amenaza sanitaria
- Los sublinajes de ómicron han provocado que vuelva a crecer la presión en ingresos hospitalarios y UCI
La mascarilla probablemente ha sido, junto con las vacunas, la herramienta más importante para hacer frente a la pandemia de coronavirus. La obligatoriedad de su uso en interiores fue la última gran medida preventiva que se mantuvo en pie hasta que el Gobierno decretó su final, el pasado mes de abril, y también podría ser la primera que se recuperase en caso de que los contagios vuelvan a traducirse en una amenaza sanitaria.
El final de la mascarilla obligatoria en interiores estuvo justificado por la buena evolución de los datos epidemiológicos, especialmente en lo relativo a hospitalizaciones e ingresos en cuidados intensivos, que han sido hasta ahora el termómetro más fiable de la pandemia. Sin embargo, en los últimos días, los datos de contagios han vuelto a desbocarse, debido a la irrupción de los nuevos sublinajes de ómicron BA.4 y BA.5, y la presión en las UCI por COVID ya supera el 5%, mientras que la tasa de ocupación hospitalaria se acerca al 10%.
La incidencia está claramente al alza, y las previsiones apuntan a que seguirá creciendo en los próximos días, por lo que no han faltado voces que han planteado la necesidad de volver a la mascarilla en interiores y eventos multitudinarios, para intentar poner freno a las cadenas de contagio. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ha limitado a recomendar a las personas vulnerables que se pongan la mascarilla y al resto de la población que aplique el "sentido común en interiores con mucha gente". Reconoce que la incidencia acumulada está aumentando, pero considera que de momento no hay indicios de que esta situación se traduzca en "una mayor gravedad" de la enfermedad.
Responsabilidad individual
Los expertos consultados por RTVE.es apoyan esta sugerencia que apela a la responsabilidad individual, aunque tampoco se cierran a la posibilidad de que regrese la mascarilla obligatoria en interiores. "Desde luego, sí que tengo claro que recomendaría, especialmente a los más vulnerables, que valoren la posibilidad de usar mascarilla en los sitios donde va a haber aglomeraciones y no se pueda respetar la distancia", expresa Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), quien estima que "quizá ahora podría ser un buen momento para retomar la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores, porque nos ayudaría a frenar la subida de la ola". "Estamos en la fase ascendente, y si se ha caracterizado por algo esta pandemia es porque siempre nos ha pillado un poco tarde", manifiesta.
La inmunóloga del CSIC Matilde Cañelles también cree que se podría "intentar restablecer las mascarillas en interiores", aunque augura que, si se hace, la resistencia de la población "va a ser muy grande". "Lo mejor sería que estuviesen muy concienciados de mantener la mascarilla en determinados entornos aquellos que tienen más de 65 años y que no se les ha puesto la cuarta dosis", opina.
Para ella, la dosis de refuerzo de la vacuna en personas mayores de 65 años sería la principal medida que habría que adoptar en este momento, por encima incluso de la mascarilla. "Como ellos tienen problemas creando memoria inmunológica, el irles poniendo dosis de recuerdo les va a evitar un porcentaje grande de enfermedad grave y muerte. Lo ideal es que se hubiera puesto ya la cuarta dosis. Yo creo que vamos tarde, se tenía que haber hecho hace un par de meses", critica.
Sobre si las autoridades sanitarias deberían esperar a que estén disponibles fórmulas vacunales actualizadas a las nuevas variantes antes de administrar esa cuarta dosis, Cañelles mantiene que "el problema que tenemos es que el virus va mutando tan rápido que no somos capaces de seguir su ritmo creando las vacunas adaptadas, por lo que es mejor utilizar la que tenemos en este momento a esperar unos meses hasta que se actualicen. Nos arriesgamos a tener un saldo en muertos".
"Nunca dejó de ser recomendable"
Por su parte, Jonay Ojeda, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), considera que "la opción de recuperar la mascarilla en interiores está sobre la mesa", pero piensa que "más importante que eso es insistir en que nunca dejó de ser recomendable", por lo que apela a que se continúen llevando a cabo labores de educación y sensibilización en la población española, ya que "nos hemos relajado en el buen uso de la mascarilla y en el aislamiento". "Que las mascarillas no fueran obligatorias no ha querido decir en ningún momento que no siguieran siendo recomendables. Es muy importante trasladar a la ciudadanía que tenemos que seguir manteniendo las precauciones individuales para la COVID y para el resto de enfermedades infecciosas", agrega.
Aunque este especialista en salud pública también quiere dejar claro que la actual onda epidémica, al igual que la anterior, definidas ambas por el protagonismo de ómicron y sus variantes, son muy diferentes de las anteriores. "La situación actual se caracteriza por una importante transmisión comunitaria que se ha visto amortiguada tanto por la protección poblacional como por los propios virus, que de alguna forma hacen que el escenario sea menos preocupante que el que vivimos con las cinco primeras olas. La principal variable ahora es la carga de la enfermedad, las hospitalizaciones y los ingresos en cuidados intensivos, que no se han elevado de la misma forma que lo hicieron durante las cinco primeras ondas epidémicas", matiza.
Así, el perfil mayoritario de los pacientes ingresados por coronavirus son personas mayores con patologías crónicas previas, aunque la mayoría no se están derivando hacia las UCI. El efecto protector de las vacunas, sumado a la inmunidad natural adquirida por los contagios previos y a una menor patogenicidad de las nuevas variantes, están aliviando en gran medida la presión hospitalaria de la enfermedad.
Una situación similar a la que está experimentando una gran parte del mundo, ya que no solo España sufre un fuerte repunte motivado por las nuevas variantes del coronavirus. Los contagios se han disparado un 30% en los últimos 15 días a nivel internacional, según ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Importancia de la vacunación
Pero cuando el nivel de transmisión del virus crece, también lo hacen los ingresos hospitalarios, a pesar de que las nuevas variantes se caractericen por una mayor levedad. Siempre habrá un pequeño porcentaje de personas que pueden presentar problemas de inmunidad. "Lo que me preocupa es que España ha pasado de ser el país con más medidas al que ha tomado menos, además de no estar poniendo la cuarta dosis. Hay otros países que han abandonado medidas pero han puesto la cuarta dosis a los mayores de 65 años, pero aquí no lo hemos hecho, por lo que están aumentando las hospitalizaciones", asegura Matilde Cañelles.
La inmunóloga del CSIC recalca que el nuevo pinchazo de recuerdo solo sería recomendable para este grupo de edad, ya que "a no ser que aparezca una nueva variante que sea un virus nuevo, ha quedado claro que los menores de 65 años, con las dosis que tienen y las veces que han pasado la infección, ya están bastante protegidos".
Jonay Ojeda, portavoz de SESPAS, también opina que las vacunas "siguen siendo la principal medida" disponible, y por eso aboga por "seguir insistiendo" para completar los vacíos de vacunación. "Hemos conseguido mucho, pero hay un porcentaje nada despreciable que no tiene la tercera dosis, la dosis de refuerzo", advierte. Aunque, en su caso, considera que "es recomendable esperar a después del verano, cuando se disponga de nuevas vacunas que nos cubran frente a las últimas variantes, antes de plantear cuartas dosis o dosis adicionales de refuerzo más allá de colectivos muy concretos donde pueda estar el riesgo aumentado".
Finalmente, para Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de SEMPSPH, la llegada de una vacuna actualizada "será un avance importante", aunque cree que a pesar de ello "no es descartable que se tenga que recomendar otras medidas de protección como pueden ser las mascarillas". "Habrá que ver de aquí a dos/tres semanas, que es cuando vamos a ver el pico de esta ola. Si los hospitales y las UCIS se vuelven a llenar, a lo mejor será el momento de adoptar medidas de barrera más importantes", concluye.