Sánchez y Aragonés se reunirán el 15 de julio y ambos gobiernos cierran un acuerdo para relanzar el diálogo
- Ambos ejecutivos se han comprometido a convocar la mesa de diálogo en dos ocasiones antes de que finalice el año
- Las relaciones se habían enfriado a raíz del caso de espionaje político al independentismo a través del sistema Pegasus
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, se reunirán el próximo 15 de julio en La Moncloa, en base al acuerdo alcanzado este viernes por ambos ejecutivos que reafirma el compromiso por el diálogo y "las soluciones políticas". Es una de las conclusiones del encuentro que han mantenido el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y su homóloga en el Govern, Laura Vilagrà, con el fin de retomar el entendimiento entre el Ejecutivo central y uno de sus principales socios parlamentarios en la recta final de legislatura.
La cita, que ha durado casi dos horas, se ha desarrollado con un "tono constructivo" y ha servido para tender puentes en unas relaciones que estaban "congeladas" desde hace meses. “El camino del diálogo funciona, vamos a perseverar en él porque es la mejor y única manera de avanzar”, ha aseverado Bolaños, quien ha defendido que "en cuatro años de diálogo, Cataluña ha avanzado más que en tres legislaturas anteriores de ruptura".
Vilagrà ha coincidido con el ministro en la importancia del diálogo, pero ha advertido al Ejecutivo central de que la "normalización" de las relaciones no podrá llegar hasta que se vea en los próximos meses si se detiene la vía judicial y "la represión que vive el movimiento independentista" y si se "reconstruye la confianza" entre los ejecutivos. Se trata de dos premisas que, ha dicho, se abordarán en la reunión de presidentes.
La relación entre Sánchez y Aragonès, que no se reúnen formalmente desde el 15 de septiembre de 2021, marcó un punto de inflexión en abril, cuando se destapó el supuesto espionaje a través del software Pegasus a más de 60 independentistas catalanes, entre ellos políticos de ERC, Junts y la CUP. Posteriormente, ERC votó en contra del decreto 'anticrisis' del Gobierno, agravando aún más la crisis entre ambos Ejecutivos. Y esta semana, el presidente catalán se ha querellado contra la exdirectora del CNI Paz Esteban y la empresa NSO Group -propietaria de Pegasus-, después de que la propia Esteban reconociese que el servicio de inteligencia había espiado con autorización judicial a Aragonès y a otros 17 independentistas.
La mesa de diálogo se reunirá dos veces antes de que finalice el año
En el encuentro del próximo 15 de julio, que tendrá lugar justo después del Debate del Estado de la Nación en el Congreso, se espera que, tras limar asperezas entre ambos ejecutivos, se produzca una nueva convocatoria de la mesa de diálogo. De hecho, Vilagrà ha asegurado que existe el compromiso de que este espacio se reúna en dos ocasiones antes de que finalice el año, aunque "siempre que haya resultados" en los encuentros técnicos previos, ha advertido.
En cuanto a los participantes de dicho encuentro, y después de que el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se haya mostrado abierto a que el secretario general de Junts, Jordi Turull, pueda formar parte de los integrantes de la delegación catalana, Bolaños y Vilagrà han coincidido en que el planteamiento será el habitual: "que los miembros de las reuniones sean lógicamente de esos gobiernos".
Las relaciones "no están normalizadas"
Pese a todo, la consejera ha puntualizado que aún las relaciones "no están plenamente normalizadas" y que, a raíz de la reunión de la próxima semana, "estudiarán el resultado" y ofrecerán conclusiones. "Mientras aún tengamos sobre la mesa la posibilidad de que haya inhabilitaciones, que nos espíen, que haya personas que puedan ir a la prisión, es obvio que las relaciones no están normalizadas", ha expresado, al tiempo que ha reconocido que el acuerdo de este viernes era “necesario para retomar la negociación”.
Por contra, Bolaños se ha mostrado más optimista y ha puntualizado que con el documento firmado se "certifica la estabilidad" en las relaciones entre ambos gobiernos". "Tiene un gran valor político. Consolida la solidez entre las relaciones políticas y da un impulso definitivo al proceso de diálogo", ha insistido.
El Gobierno resalta que la Generalitat asume las soluciones "dentro de la ley"
Fuentes gubernamentales han resaltado la "satisfacción" del Ejecutivo central porque el Govern asuma que la solución de los problemas políticos pasa por "el diálogo dentro de la ley" y por "acuerdos transversales" desde el punto de vista político y social.
Además, han apuntado que "supone un paso adelante" para superar la política de bloques, el inmovilismo y la ruptura de la última década en Cataluña.
"El acuerdo apuesta por el diálogo, en lugar de por la imposición, con el fin de lograr puntos de encuentro que sean representativos de una mayoría social, amplia y transversal", se señala desde el Gobierno.
En esa misma línea, apuntan a que este encuentro certifica "la cooperación y lealtad institucional" entre las dos administraciones, así como "la legitimidad y el respeto" de todas las posiciones políticas y democráticas presentes en Cataluña.