Japón vela a Shinzo Abe mientras se investigan los motivos de su asesinato
- La autopsia confirma que el ex primer ministro nipón murió desangrado tras recibir un disparo en un mitin
- Las autoridades japonesas analizan el dispositivo de seguridad desplegado en actos electorales
La sociedad japonesa sigue conmocionada por la muerte del ex primer ministro Shinzo Abe, tiroteado por la espalda en mientras ofrecía un mitin en la ciudad de Nara, en el oeste del país. Allegados y espontáneos han velado en las últimas horas al mandatario nipón, mientras continúa la investigación para conocer los motivos de su asesinato a manos de un exmilitar.
El crimen, cometido en vísperas de los comicios parciales que se celebran este domingo, ha hecho que las autoridades japonesas analicen el dispositivo de seguridad desplegado en actos electorales como el que fue escenario del atentado mortal contra Abe.
El coche que transportaba el cuerpo de Abe llegó a su residencia de Tokio pasadas las 13.30 (4.00 GMT, dos horas más en la España peninsular), unas siete horas y media después de haber partido del hospital de Nara, al que fue trasladado y donde se le sometió a la autopsia y demás procedimientos pertinentes.
Según los facultativos, uno de los proyectiles alcanzó una arteria del exmandatario, que falleció desangrado a los 67 años. Multitud de medios y transeúntes se congregaron frente al domicilio en el distrito tokioa de Shibuya que Abe compartía con su viuda, Akie.
Hasta allí se desplazaron también miembros de su formación, el Partido Liberal Democrático (PLD), como el actual primer ministro, Fumio Kishida; la actual responsable de políticas y exministra de Interior y Comunicaciones, Sanae Takaichi; o el presidente de la facción de la que formaba parte Abe, Tatsuo Fukuda.
Velas y flores en memoria del ex primer ministro
En la estación Yamato-Saidaiji de Nara, donde estaba teniendo lugar el mitin de Abe cuando fue disparado, se ha instalado este sábado un altar hasta el que numerosos transeúntes se han acercado para presentar sus respetos, entregar flores y orar, después de que en la víspera se colocaran velas y ofrendas en el lugar exacto del atentado.
"Es terrorífico que algo así haya sucedido en una ciudad como Nara", dijo un residente de mediada edad en declaraciones a la cadena pública NHK sobre esta localidad, un popular destino turístico en Japón conocido por sus templos budistas. "Este tipo de actos violentos no deberían suceder nunca, así que he venido a rezar", señaló por su parte un anciano.
Simpatizantes de Abe también se desplazaron hasta la oficina que tenía en la localidad de Shimonoseki, en la prefectura de Yamaguchi (sudoeste), su distrito electoral y donde se arraiga su genealogía. "Quiero que (el responsable) aclare por qué hizo esto", dijo uno de los desplazados a la agencia de noticias Jiji sobre el detenido por el magnicidio, un exmilitar actualmente desempleado de 41 años identificado como Tetsuya Yamagami, oriundo de Nara.
Declaraciones confusas
Yamagami fue detenido en el lugar de los hechos cuando todavía reinaba la conmoción. Disparó con un arma de fuego de fabricación casera en dos ocasiones ante el desconcierto de los asistentes y el dispositivo de seguridad, cuya actuación está siendo revisada, teniendo en cuentra que Japón es uno de los países más estrictos en el control de armas.
Las declaraciones del arrestado han sido hasta ahora confusas y la policía sigue con sus pesquisas. Yamagami habría desmentido el móvil político del crimen, pero dijo guardarle rencor a Abe por sus supuestos vínculos con una organización religiosa a la que acusa de haber arruinado a su madre a través de donaciones.
Durante la inspección de su domicilio en la víspera, la policía halló armas similares a pistolas y explosivos caseros. Los investigadores creen que Yamagami planificó el ataque con suficiente antelación, decidiendo atentar en Nara tras estudiar los actos electorales en distintas ciudades anunciados por el propio Abe en las redes, y realizando prácticas de tiro con fuego real.
El hombre había visitado repetidamente lugares donde Abe pronunció otros discursos electorales previos y habría reconocido su intención de matar al exmandatario, pero también habría confesado a las autoridades que su idea inicial era atentar contra el líder del mencionado grupo religioso, cuyos detalles no se han hecho públicos.
Abe, que renunció al cargo de primer ministro en septiembre de 2020 por una enfermedad estomacal tras convertirse en el mandatario nipón más tiempo en el cargo (desde diciembre de 2012), seguía siendo una de las figuras políticas más influyentes de Japón.
Fue el mentor del actual primer ministro, Kishida, quien ha mantenido los principales pilares de la estrategia política de su predecesor desde que llegó al poder en octubre del año pasado y seguía consultándole con frecuencia ante decisiones de calado.