La Amazonía brasileña bate un récord de deforestación en el primer semestre del año
- Entre enero y junio la selva tropical más extensa del planeta perdió 3.987 kilómetros de vegetación
- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es acusado de no ejercer controles sobre las actividades ilícitas en la selva
La Amazonía brasileña batió un récord de deforestación en el primer semestre del año, una problemática que sigue creciendo con el Gobierno de Jair Bolsonaro, acusado de no ejercer controles sobre las actividades ilícitas que acaban con la selva.
Entre enero y junio la selva tropical más extensa del planeta perdió 3.987 kilómetros cuadrados de vegetación, un 10,6% más que el mismo período de 2021, según los datos divulgados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).
Solo en junio fueron destruidos 1.120 kilómetros cuadrados de vegetación, un 130% más que en el mismo mes de 2018, antes de que Bolsonaro llegara al poder.
Los datos corresponden al Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonía Legal en Tiempo Real (Deter) que, con base en imágenes satelitales, ofrece mensualmente alertas sobre las áreas que están siendo deforestadas en la Amazonía.
La destrucción de la selva crecerá por cuarto año consecutivo
Las cifras ya comienzan a preocupar a los expertos pues la tendencia muestra que la destrucción de la selva crecerá por cuarto año consecutivo, algo que los ecologistas achacan a la falta de control y fiscalización del Gobierno a las actividades que acaban con la selva, como la minería ilegal o el comercio ilícito de madera.
"Sea para nuestra agricultura o para el abastecimiento de las ciudades y también hasta para la generación de energía hidroeléctrica, de la que depende el pais, es una ruta preocupante, alarmante y que necesita urgentemente ser revertida", ha asegurado a Efe la gerente de Ciencias del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Brasil, Mariana Napolitano.
De acuerdo con el Observatorio del Clima, red que agrupa a más de 70 organizaciones defensoras del medio ambiente, los datos registrados hasta el momento indican que la tasa de deforestación en 2022 sobrepasará nuevamente los 10.000 kilómetros cuadrados, una cifra que no se reportaba desde 2008.
Desde que Bolsonaro llegó al poder, el 1 de enero de 2019, los índices de devastación en la selva han aumentado un 73% hasta los 13.038 kilómetros cuadrados el año pasado. El mandatario brasileño defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonía, incluso en reservas indígenas donde está prohibido por ley.
La Amazonía concentra el 72% de la extracción minera de Brasil
La situación se debe en gran parte a que la Amazonía concentra el 72% de la extracción minera de Brasil -en su mayoría ilegal- y también es foco de criminales que arrasan con los árboles nativos pues el 99% de la madera comercializada por el país es extraída ilegalmente en esa región.
Este tipo de actividades han disparado la violencia en la selva, donde hace más de un mes fueron asesinados el periodista británico Dom Phillips y el indigenista brasileño Bruno Araújo Pereira, quienes habían viajado a una inhóspita zona en la región fronteriza con Perú y Colombia para recoger informaciones para el libro que el periodista escribía sobre amenazas contra los indios, las mismas de las que había sido víctima el indigenista.
"La Amazonía está entregada a quien mata y también a quien deforesta. Hoy lo que tenemos es un área de dos campos de fútbol siendo devastados por minuto en la Amazonía y con Bolsonaro esos números tienden a mantenerse o hasta empeorar", ha dicho a Efe el secretario ejecutivo del Observatorio del Clima,.Marcio Astrino.