Aragonès marca el camino a Borràs y apunta a la suspensión temporal: "Si fuera de ERC, se apartaría"
- La presión sobre la presidenta del Parlament aumenta tras la declaraciones de Aragonès
- El TSJC dejó hace días a Borràs a un paso de juicio por prevaricación y otros delitos
La presión sobre la presidenta del Parlament, Laura Borràs, para que facilite su suspensión como diputada ha aumentado este lunes después que tanto el president, Pere Aragonès, como ERC hayan sugerido que si un dirigente republicano estuviera en su misma situación judicial, se "apartaría" del cargo y pondría la institución siempre "por delante".
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dejó hace días a Borràs a un paso de juicio por prevaricación, fraude, falsedad en documento mercantil y malversación por "abusar" presuntamente de su cargo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) al adjudicar a dedo 18 contratos menores a un amigo.
Pese a que Borràs y el partido que lidera, JxCat, insisten en circunscribir su caso a la "represión" política y judicial contra el independentismo, tanto ERC como Aragonès desvinculan esa causa de otras relacionadas con el 1-O. "Son muy diferentes", ha subrayado Aragonès en una entrevista este lunes con Onda Cero.
"Independientemente de si es cierto que ocurrieran estos hechos, los delitos son los que son", ha señalado el mandatario catalán, en alusión a las acusaciones contra Borràs por la presunta adjudicación a dedo de 18 contratos menores a un amigo.
Aragonès muestra el camino a Borràs
Tanto el president como su partido evitan por ahora adelantar cuál será su posición si llega el caso en que deban tomar posición en el Parlamento, pero sí marcan el camino a Borràs, sugiriendo cuál sería la decisión de ERC si un caso similar afectase a los republicanos.
"Yo puedo decir lo que haríamos en ERC si fuera una persona de nuestro partido", ha aconsejado Aragonès. "Se pondría la institución por delante, se apartaría, defendería su inocencia si es así y, si finalmente se resuelve favorablemente a esa persona, se le restauraría en sus responsabilidades".
Esa es la línea que los republicanos defienden desde hace días, al recordar que el artículo 25 del reglamento "no exige la dimisión", sino que permite la "suspensión" de Borràs, que en caso de ser absuelta podría ser restituida en su escaño y como presidenta.
"Por lo tanto, este es un camino", ha añadido Aragonès, mucho más explícito al referirse a esta cuestión que cuando fue preguntado al respecto hace una semana en el pleno del Parlament.
También ERC ha "apelado a la responsabilidad" de Borràs para que "dé un paso al lado" y "asuma" una suspensión temporal, como ha expresado la portavoz republicana, Marta Vilalta, que ha hecho un llamamiento a JxCat, CUP, comunes e incluso otros partidos para "pactar los pasos" sobre cómo aplicar el reglamento al respecto.
JXCAT cree que es una "cortina de humo"
Sin embargo, Borràs no tiene intención de dar un paso al lado y defendió hace unos días que el artículo 25.4 del reglamento (que reza que se debe suspender a los diputados a los que se ha abierto juicio oral por delitos vinculados a la corrupción) se debería "anular y erradicar" por "presentar un problema democrático".
Una postura defendida también este lunes por el portavoz de JxCat, Josep Rius, que ha indicado que dicho artículo "vulnera la presunción de inocencia" y ha advertido, ante la presión de ERC y de Aragonès para que Borràs tome una decisión, que no harán un Parlamento catalán "al gusto de la cúpula judicial española".
Desde la dirección de JxCat, según explican fuentes del partido, se considera que las palabras de Aragonès sobre Borràs son “una cortina de humo” para tapar la falta de resultados en una mesa de diálogo, que, teniendo en cuenta las futuras perspectivas electorales, auguran que no volverá a reunirse cuando acabe 2022.
Aragonès pide a Sánchez avances en el diálogo
Precisamente sobre la reanudación de diálogo se ha referido también Aragonès, que ha incidido en la relevancia de su reunión de este viernes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que debe ser "un punto de inflexión" para "poder avanzar decididamente en el proceso de negociación".
El president, que ha dejado claro que sus principales demandas son amnistía y autodeterminación, ha admitido que la "confianza está absolutamente mermada" y que "se tendrá que reconstruir en base a acuerdos concretos y avances reales".
Para los comunes, un avance sería la reforma del delito de sedición, como "garantía para que regresen los que tuvieron que irse a otros países", como ha dicho su portavoz Joan Mena, que ha pedido el apoyo de ERC; pero aunque ni Aragonès ni Esquerra cierran la puerta, priorizan por ahora la "amnistía" como solución más "fácil".
Sin embargo, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ya ha afirmado hoy que el Ejecutivo está a favor de modernizar tipos como la sedición en el Código Penal, pero ha recordado que, por ahora, "no se dan" las mayorías parlamentarias que lo harían posible.