Sánchez se conjura contra la inflación y se 'reconcilia' con Unidas Podemos en un debate enfangado por el terrorismo
- El presidente lanza una batería de medidas que Unidas Podemos alaba como "golpe de timón progresista"
- PP y Vox creen que el Gobierno de Sánchez está "acabado" y que sus medidas solo traen "gasto y ruina"
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En su primer debate del estado de la nación como presidente, Pedro Sánchez se ha conjurado contra la inflación en un discurso muy centrado en la crisis económica derivada de la pandemia, primero, y la guerra de Ucrania, después, para comprometerse a "dejarse la piel" en "proteger a las clases medias y trabajadoras" lo que queda de legislatura bajo las premisas de "equidad, igualdad y justicia social".
Sánchez ha lanzado una amplia batería de medidas con el foco puesto en un nuevo impuesto excepcional a las empresas energéticas y a la banca que marca un giro a la izquierda y nuevas recetas que convencen a Unidas Podemos, que las considera un "golpe de timón progresista", y decepcionan a PP y Vox, que ven al Gobierno de Sánchez "agotado y acabado".
Este debate del estado de la nación supone así la 'reconciliación' de Sánchez con su socio de coalición y acentúa el abismo existente entre el Gobierno y el principal partido de la oposición.
La inflación y la crisis energética y económica han sido los principales asuntos de un debate en el que se han colado también duras críticas y cruces de una bancada a otra a cuenta del terrorismo y la ley de memoria democrática, cuestiones que han enfangado la sesión.
"El gran reto que hoy tiene España se llama inflación. Es una enfermedad grave. Los ciudadanos deben elegir entre el diagnóstico del curandero o el de los médicos especialistas", ha señalado Sánchez en una intervención de hora y media en la que ha dicho que "el Gobierno está dispuesto a asumir toda la responsabilidad, pero no con soluciones falsas ni engañosas y menos aún con soluciones injustas".
"Vamos a ir a por todas", ha repetido en varias ocasiones en su discurso, consciente de que este debate marca el inicio de la hoja de ruta en la recta final de la legislatura y con la vista puesta en las elecciones generales de 2023. Punto por punto, ha desgranado más de una decena de medidas, entre las que se encuentra la gratuidad de los abonos de Renfe de Cercanías, Rodalies y media distancia y una beca complementaria de 100 euros mensuales.
"Vamos a superar esta situación al igual que hemos superado otras previamente", ha dicho un esperanzado Sánchez, que cree que España es "un país resistente que se crece ante la adversidad y que saca lo mejor de sí mismo en las peores circunstancias". Y para salir de una situación complicada en lo económico y cargada de "incertidumbres", el jefe del Ejecutivo ha insistido en que no hará "como hicieron los gobiernos conservadores en anteriores crisis", en una clara referencia al PP: "Ser débil con los fuertes y fuerte con los débiles". Y en este sentido ha dicho también que "es el momento de probar el compromiso de las grandes empresas", a las que ha pedido en definitiva que arrimen el hombro y que sus beneficios "reviertan en los trabajadores y consumidores" y que "no engrosen sus cuentas ni los sueldos de sus altos directivos".
Las novedades de un debate que no se convocaba desde 2015
Este debate parlamentario, el más importante de los que se celebran en el Congreso, no se convocaba desde 2015. Las circunstancias electorales y políticas inéditas en nuestro país en los últimos años y los acontecimientos mundiales han retrasado la cita. Así, desde ese año España se ha enfrentado a tres elecciones generales, cinco investiduras, varios comicios autonómicos, tres mociones de censura; y todo ello sumado a la pandemia de COVID y la guerra en Ucrania, cuyos efectos han marcado en su totalidad el mandato de Sánchez, que quiere completar hasta finales del próximo 2023, como este martes ha vuelto a decir.
Ha sido un debate con novedades y estrenos. Por primera vez no ha habido 'cara a cara' entre el presidente del Gobierno y el líder del principal partido de la oposición, ya que Alberto Núñez Feijóo no es diputado, aunque sí ha estado en el Congreso y ha sido aplaudido por su bancada a su entrada. En una imagen histórica en el hemiciclo, Feijóo ha escuchado en silencio desde un escaño 'prestado'- en el que no hace mucho se sentaba Pablo Casado- el cara a cara entre Sánchez y su portavoz, Cuca Gamarra. Ese duelo siempre es el plato fuerte de un debate que ha quedado descafeinado por esta circunstancia anómala. Durante meses fue precisamente Casado quien pidió reiteradamente a Sánchez que convocase el debate del estado de la nación, sin imaginarse que él no iba a ser quien le diera la réplica.
Y por primera vez también se estrenan los partidos que hicieron su triunfal entrada en el Congreso en 2015- Unidas Podemos y Cs- y en 2019- Vox-. Nunca antes estas formaciones habían participado en un debate del estado de la nación, que se convierte en el epicentro de la política española y mide los estados de ánimo político con una derecha crecida tras el histórico triunfo en Andalucía y una izquierda que no pasa por su mejor momento con un gobierno de coalición con tensiones permanentes y un bloque de investidura poco compacto que hace que Sánchez tenga que andar sobre el alambre casi en cada votación.
Unidas Podemos: "Este es el camino, presidente"
Tanto Pablo Echenique como Jaume Asens han alabado a Sánchez en sus intervenciones por lo que consideran un "golpe de timón progresista" en la hoja de ruta del Ejecutivo. "Este sí es el camino, presidente", ha dicho Asens.
PSOE y Unidas Podemos parecen dar por superadas así las desavenencias tras semanas de tensión en el seno del Ejecutivo de coalición, a cuenta del incremento del gasto militar, que los dos portavoces han vuelto a pedir no aumentar.
"Somos insistentes, alguna ministra nos ha llamado cabezones, pero sabemos reconocer cuando se acierta y usted ha acertado con las medidas anunciadas hoy", ha dicho Echenique, que, desde la "lealtad" y de cara a los futuros Presupuestos, ha propuesto más medidas como un fondo de 10.000 millones para fortalecer la sanidad y la educación pública, una nueva Ley de Familia con renta universal de crianza de 100 euros y un permiso retribuido de siete días a trabajadores para cuidado de familiares.
Unidas Podemos ha ido más allá para afirmar que con el camino iniciado por Sánchez se aumentan las posibilidades de revalidar el gobierno de coalición en 2023, pero para ello Echenique ha pedido al presidente que deje de mirar hacia los populares: "No hace falta que siga tendiendo la mano al PP, ya hemos comprobado que nunca se la va a coger y más bien lo que piensan es en cortársela".
La propia líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, lo dejaba claro nada más terminar Sánchez su intervención por la mañana: "Cuidar de la coalición es estar a la altura de lo que la gente está esperando". Y Sánchez, en su réplica a Unidas Podemos, ha reivindicado también "los logros conseguidos" de la mano del gobierno de coalición y ha instado a poner eso en valor y aparcar las diferencias.
Fuentes de Moncloa han asegurado a TVE que las medidas anunciadas han cohesionado al gobierno conjunto, que califican como "muy comprometido" y añaden que este debate marca un "horizonte de profundidad" para lo que queda de legislatura.
Ha llamado la atención que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aplaudiera con menos énfasis que otros ministros 'morados' los anuncios de Sánchez, aunque ella le haya restado importancia, señalando que estaba ocupada tomando notas y que es más importante "escuchar".
PP y Vox culpan a Sánchez de "dejar una España en ruina"
Pocas novedades, eso sí, en la relación entre el Gobierno y el PP, que no han acercado posturas en nada y han escenificado en este debate la enorme distancia que les separa. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, cree que el de Sánchez es un gobierno "fallido, acabado y dividido" que no da "más de sí" y que no "se deja ayudar" por el principal partido de la oposición. Ha acusado a Sánchez de "improvisar", no "hacer autocrítica alguna", "manipular y hacer propaganda", "no atajar la inflación", "deteriorar" las instituciones y el poder judicial y "no gobernar" por "estar más preocupado de sus discrepancias internas". A modo de resumen le ha espetado: "Va a dejar España peor que como la encontró".
Por todo ello, Gamarra ha erigido a Feijóo como el presidente que España necesita y ha dicho que el camino que marcaron las elecciones en Castilla y León y Andalucía, con sendos triunfos del PP, son el preludio de lo que pasará en España. "Serán los españoles los que cambien de Gobierno", ha concluido en su intervención.
Sánchez ha vuelto a instar al PP a que apoye al Gobierno en sus medidas para contener el alza de los precios y para renovar "de una vez por todas" el CGPJ. "Ustedes no pactan con nadie, solo con la ultraderecha", le ha espetado Sánchez a Gamarra.
El presidente solo se ha dirigido a Feijóo de forma puntual y en los momentos más duros de su réplica ha atacado al PP de manera genérica: "El de hoy y el de ayer siempre es el mismo PP".
En una línea similar al PP, Vox ha acusado al presidente del Gobierno de dejar una España "débil, arruinada, enfrentada y dividida". En un discurso muy ideológico, su líder, Santiago Abascal, se ha comprometido a derogar todas las leyes- "porquería legislativa"- de un gobierno que califica como "sectario" y ha tendido la mano a Feijóo para "expulsar" a Sánchez de La Moncloa.
Ha calificado las medidas anunciadas por Sánchez como "bolivarianas" y dice persiguen como único objetivo "contentar" a Podemos. "Usted ya está de salida, solo miente para estar un minuto más en el poder. Cada vez que usted habla, sube el pan, literalmente", ha dicho, para añadir: "Reconstruiremos todo lo que destruyan y levantaremos todo lo que derriben: desde la economía hasta las cruces".
El presidente del Gobierno ha lamentado que Vox intente insuflar miedo, y frente a sus políticas, ha apostado por lograr que los ciudadanos devuelvan a este partido "al armario de la historia". Tras preguntarle irónicamente "¿de qué museo salen ustedes?" por las tesis que defienden, ha considerado que para quien se pregunte "el por qué hay que seguir celebrando fiestas como las del Orgullo LGTBI, Vox es la respuesta".
Duros enfrentamientos por ETA y la ley de memoria democrática
El presidente del Gobierno y la portavoz del PP se han enzarzado con reproches y acusaciones muy duras a cuenta del terrorismo de ETA y la ley de memoria democrática, que saldrá adelante previsiblemente con el apoyo de EH Bildu.
Gamarra ha arrancado su discurso pidiendo un minuto de silencio por las víctimas de ETA en el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco y echando en cara a Sánchez sus "pactos con Bildu", al que ha convertido, ha lamentado, en "notario de la Transición". Todos los grupos parlamentarios han respaldado el minuto de silencio en pie, entre ellos los diputados de EH Bildu.
En su respuesta a Gamarra, Sánchez ha dicho que el PSOE ha trabajado a lo largo de su historia "para que el terrorismo sea una política de Estado": "Quienes realmente han utilizado el dolor de las víctimas del terrorismo con fines espurios han sido los dirigentes del PP", ha lanzado Sánchez, para acusarles de usar el mayor atentado terrorista de la historia de España, en referencia al 11M, para intentar ganar unas elecciones.
"El PP lo que hace es parapetarse detrás de ETA y del dolor de las víctimas de ETA para negar el deber moral de la derecha de asumir que el Estado tiene que exhumar los cuerpos de víctimas de dictadura franquista y también condenar el golpe de Estado del 36 y la dictadura franquista", ha añadido, para acusar al PP de utilizar al exvicepresidente del Gobierno socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, al mismo al que llamaban "cómplice de ETA" y "agente encubierto y encubridor" de la banda terrorista.
La portavoz del PP le ha contestado a Sánchez que "se equivoca de enemigo", ya que "los que no condenan el terrorismo son sus socios y se llaman Bildu". "No es que nos iguale con Bildu, es que nos humilla poniéndoles a ellos por encima de nosotros", ha denunciado Gamarra en uno de los momentos más broncos del debate.
Acto seguido, la portavoz 'popular' ha afeado a Sánchez y EH Bildu -con mención expresa a su portavoz, Mertxe Aizpurua- que con la nueva ley de memoria democrática busquen "poner en jaque el relato de la Transición ejemplar", reiterando, como hizo el fin de semana el presidente del PP, que cuando lleguen al Gobierno derogarán esta norma.
Fuentes del Gobierno han asegurado a TVE que cuando el PP "saca el terrorismo, poco tiene que aportar" al debate, mientras que los 'populares' aseguran que la fecha del aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco ha marcado parte del debate.
Abascal también ha acusado a Sánchez de "blanquear a ETA" con sus acuerdos con Bildu y de "chapotear en la indignidad".
Rufián exhibe "balas para matar migrantes" en Melilla y enfada a Sánchez
El último en intervenir en esta primera jornada del debate ha sido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha pedido un nuevo sistema fiscal "basado en la justicia" que vaya más allá de los dos impuestos anunciados este martes por Sánchez si, según ha dicho, "de verdad quiere ir a por todas". Para los republicanos el plan de Sánchez para hacer frente a la crisis económica y la inflación es "rácano".
Sánchez y Rufián han protagonizado otro de los momentos más tensos de todo el debate después de que Rufián exhibiera en la tribuna del hemiciclo tres balas rojas que, según ha dicho, fueron utilizadas por la Gendarmería marroquí para "matar a 37 migrantes" en el último salto a la valla de Melilla y que habían sido recogidas en la frontera por su compañera, la diputada María Carvalho Dantas.
El enfado del presidente ha sido evidente y le ha llegado a replicar desde su escaño. Posteriormente ha sido muy duro con el portavoz de ERC para echarle en cara la "equivocación" de "mostrar balas en el Congreso" para denunciar la política de inmigración del Gobierno.
“La mera exhibición de balas en este hemiciclo es un gesto imperdonable”, le ha espetado un Sánchez muy molesto, para quien el Congreso "no es una corte penal, es el templo de la palabra". Y ha recordado que "aquí entraron balas, están en los techos de esta casa y fueron traídas por golpistas. Se ha equivocado".
En las réplicas posteriores ambos has rebajado el tono y tras finalizar la sesión ambos han hablado desde el escaño de Sánchez.
Con este último cara a cara más que tenso se ha cerrado la primera jornada de un debate sobre el estado de la nación que se alarga hasta este jueves.