Los manifestantes de Sri Lanka abandonan los edificios ocupados en medio de la crisis que vive el país
- El gobierno esrilanqués prorroga el toque de queda impuesto en la capital
- El presidente del país abandona Maldivas en dirección a Arabia Saudí
Tras ocupar numerosos edificios públicos entre protestas masivas contra el Gobierno por su gestión de la crisis que atraviesa Sri Lanka, los manifestantes han anunciado que saldrán de todos ellos.
"Nos retiramos pacíficamente del palacio presidencial, de la secretaría presidencial y de las oficinas del primer ministro con efecto inmediato, pero continuaremos la lucha", ha anunciado un portavoz de los manifestantes.
“Nos retiraremos pacíficamente“
Esta retirada se produce después de que el gobierno de Sri Lanka prorrogase el toque de queda impuesto en el distrito de la capital, Colombo, desde las 12 del mediodía de este jueves hasta las cinco de la mañana del viernes 15 de julio.
Tras huir del país, se esperaba que el presidente Gotabaya Rajapaksa presentara el miércoles su dimisión, sin embargo, hasta el momento no se ha producido.
Las autoridades de Maldivas, país en el que se encontraba Rajapaksa, han confirmado que el presidente esrilanqués ha cogido a primera hora de este jueves un avión de la aerolínea saudita Saudia, con destino a Arabia Saudí y escala en Singapur.
Violaciones de los derechos humanos
La policía del país ha confirmado que, durante los enfrentamientos entre la policía antidisturbios y los manifestantes en la última jornada de protestas, murió una persona asfixiada por los gases lacrimógenos y otras 84 resultaron heridas.
Tras días sin actuar en contra de los manifestantes, las fuerzas de seguridad han comenzado a reprimir con dureza las manifestaciones protagonizadas por miles de personas en la calle, después de que el recién designado presidente en funciones, Ranil Wickremesinghe, anunciara una medida de excepción sobre el país.
Wickremesinghe anunció que había impuesto la medida para retomar el control de los edificios públicos y “volver a normalizar la situación”, después de calificar a los manifestantes como una “amenaza fascista”. También ordenó a los cuerpos de seguridad que hicieran "todo lo necesario para restablecer el orden".
En esta línea, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) ha pedido este jueves a las autoridades de Sri Lanka que se protejan los derechos humanos durante las protestas.
"Si bien el derecho internacional permite la suspensión de ciertos derechos durante una emergencia, nunca se pueden violar las protecciones contra la tortura, el uso excesivo de la fuerza y otros derechos fundamentales", ha señalado en un comunicado HRW.
La directora de Human Rights Watch en Asia, Meenakshi Ganguly, ha mostrado su preocupación por los manifestantes ya que según ella misma ha explicado "las emergencias pasadas en Sri Lanka hacen temer que los militares y la policía utilicen la nueva declaración para abusar de los activistas y otras personas que protestan contra el gobierno".