El Tribunal Europeo de Derechos Humanos estudia la posible devolución ilegal de Abdou, el joven del abrazo de Ceuta

• En mayo de 2021, cerca de 12.000 personas cruzaron irregularmente la frontera de Marruecos para entrar en Ceuta
• A su llegada a la playa de El Tarajal, Abdou abrazó a una voluntaria de Cruz Roja y su foto dio la vuelta al mundo
• A petición de CEAR, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estudia la posible devolución ilegal de Abdou

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - El TEDH estudia la posible devolución ilegal de Abdou, el joven del abrazo de Ceuta

Entre el 17 y el 19 de mayo de 2021, cerca de 12.000 personas cruzaron irregularmente la frontera de Marruecos para entrar en Ceuta ante la pasividad de la gendarmería Marroquí. Miles de esos jóvenes fueron devueltos de forma inmediata al país vecino, como reflejaron las cámaras de los periodistas que esos días hacían guardia en la playa de El Tarajal. El Ministerio del Interior se limitó a decir que se trataba de rechazos en frontera, regulados en la disposición final primera de Ley de Seguridad Ciudadana.

Ahora es un caso concreto, el de Abdou, el joven del abrazo, el que será sometido a examen por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Sus fotos con la joven voluntaria de Cruz Roja, que entonces dieron la vuelta al mundo, forman parte de las pruebas que el pasado mes de noviembre presentó la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ante el Tribunal de Estrasburgo para denunciar su devolución irregular a Marruecos.

Esta organización sostiene que España incumplió el artículo 4 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prohíbe las devoluciones colectivas, así como la directiva europea de retorno, ya que el joven senegalés fue retornado a Marruecos sin mediar procedimiento. "Ni hubo identificación, ni asistencia letrada, ni interpretación, nadie le preguntó cuáles eran sus necesidades" asegura Paloma Favieres, coordinadora del servicio jurídico de CEAR y abogada de Abdou.

Abdou salió la noche del 16 de mayo rumbo a Tánger desde Casablanca, donde malvivía desde hacía 4 años con su hermano. Tenían la información de que las autoridades marroquíes habían abierto la frontera con España. Dos días después llegaba exhausto a Ceuta, tras hacer la última parte del viaje nadando durante 20 minutos hasta cruzar el espigón de la playa de El Tarajal. Eran las 7 de la mañana, el momento del encuentro con Luna, la voluntaria de Cruz Roja que le atendió al llegar, agotado y desesperado por no tener noticias del estado de su hermano. Estuvo durante nueve horas en la playa, hasta que fue devuelto a Marruecos. No recibió ninguna información por parte de las autoridades españolas, nadie se interesó por su estado de salud o sus circunstancias personales. "Acreditamos con las imágenes y el video, donde se ve que lo recogen y acompañan desde la playa al lado marroquí, que el joven estuvo allí", en territorio español, explica Favieres.

Semanas después de la devolución a Marruecos, la CEAR consiguió localizarle en Casablanca gracias a la corresponsal de RTVE en Marruecos, Ana Jiménez, y su equipo: "Le localizamos en un hostal de Casablanca con una situación de salud bastante terrible". El joven firmó un poder para poder ser representado por las abogadas. Ahora el TEDH va a estudiar su caso.

Las devoluciones en caliente continúan en la frontera sur: el caso de Melilla

La organización denuncia que devoluciones sumarias como la del joven del abrazo siguen sucedido en la frontera sur española, como se ha visto tras el último salto a la valla de Melilla, donde han muerto más de un centenar de personas según las estimaciones de las ONG. "Las devoluciones se siguen produciendo sin asistencia letrada, sin acceso al procedimiento, a la posibilidad de acceder a la protección internacional y eso sigue siendo una irregularidad y una vulneración de todo el marco jurídico que tiene que ver con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la Convención de Ginebra y toda la legislación que regula el movimiento de personas", concluye Estrella Galán, secretaria general de CEAR. La organización considera que es un buen momento para reflexionar sobre ello. "Esperemos que el TEDH nos siga abriendo una espita para que las fronteras, pese a que se aplican interpretaciones de la ley un tanto particulares, puedan en algún momento ser espacios donde haya garantías que en estos momentos no hay", insiste Estrella Galán.

El reciente caso de Melilla está siendo investigado por la Fiscalía General del Estado y el Defensor del Pueblo. "Me parece una oportunidad para que la Fiscalía pueda constatar que se produjeron devoluciones en ausencia de procedimiento y eso, a pesar de la tragedia horrible, abre otra visión que hasta ahora no habíamos tenido: qué valoración hace la Fiscalía sobre estas devoluciones", explica la letrada Paloma Favieres.

Abdou no ha podido recurrir su expulsión porque nunca se le abrió un expediente ni se analizó su caso de forma individualizada. No pudo contar con asesoría jurídica ni con un intérprete, requisitos de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Más de un año después de su entrada a nado en España, malvive en algún bosque de Marruecos a la espera de otra oportunidad para cruzar a Europa.