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'Clara Campoamor Rodríguez: mujer y ciudadana', el legado de una vida dedicada a la lucha por la igualdad

  • La muestra propone un recorrido por su figura, pero también por el contexto que influyó en su pensamiento
  • Campoamor fue de las primeras españolas en obtener el título de Derecho

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Retrato de la abogada Clara Campoamor
Retrato de la abogada Clara Campoamor

Las mujeres han sido olvidadas y borradas de gran parte de la historia por su condición de mujer, así que rescatar y exponer su legado se convierte en una de las tareas fundamentales de la sociedad actual. Con motivo de la conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Clara Campoamor, la exposición ‘Clara Campoamor Rodríguez: mujer y ciudadana (1888‐1972)’ recoge su trayectoria y su vida en defensa de la libertad y la igualdad, en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid.

Organizada por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, la Biblioteca Nacional de España (BNE) y Acción Cultural Española, la muestra exhibe un total de 368 piezas, entre las que se encuentran grabados, fotografías, pinturas e incluso objetos personales de Campoamor.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, presente en la inauguración, ha relacionado su contenido con la recientemente aprobada Ley de Memoria Democrática y ha recordado que las mujeres tienen "una presencia transversal" en este estatuto

"El franquismo hizo desaparecer sus nombres de libros y enciclopedias, las arrinconó, como ciudadanas de segunda y, a pesar de todo, protagonizaron luchas individuales y colectivas por la conquista de los derechos, las libertades y la democracia", ha señalado Bolaños.

La exposición no solo se centra en su figura, sino que comprende la situación internacional y nacional que se desarrolla desde su nacimiento. Abarca desde la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885‐1902), donde España empezó a vivir cambios relacionados con la participación laboral, educativa y social de las mujeres, hasta el sufragismo y el socialismo en el plano internacional.

Una sociedad que influye en cierta medida en su pensamiento, pero que no la determina del todo, puesto que la abogada tuvo una infancia complicada. "Determina ciertos comportamientos y pensamientos, tanto si es para seguirlos como para rebatirlos", apunta Rosa Mª Capel Martínez, comisaria de la muestra.

Superación ante un contexto difícil

Clara Campoamor tuvo una situación familiar complicada, fue huérfana de padre y tuvo que desempeñar diversos empleos antes de cursar el bachillerato. "Ella rompe en lo que puede con esos dos techos: su origen social, de clase trabajadora, y el hecho de ser mujer", señala Capel Martínez.

"Pertenece a una generación de mujeres que ya beben de otra anterior que ha preparado el camino, encarnada en Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán o en la propia Carmen de Burgos, que también protagoniza parte de esta etapa", explica.

Caricatura de Clara Campoamor de la Revista Gutiérrez

Caricatura de Clara Campoamor de la Revista Gutiérrez Medios Comunicación Estado

Entre esta nueva ola de intelectuales, muchas proceden de disciplinas como la pintura o la literatura, entre las que se encuentran las artistas Maruja Mallo y Ángeles Santos, o las escritoras María de Maeztu y Mª Teresa León. "Hay un momento en el que la educación femenina cambia mucho y permite la aparición de todo este importante elenco", destaca la comisaria. Aunque todas ven truncadas sus carreras por la Guerra Civil Española.

Ante ese panorama intelectual, en el que destacaban mujeres encaminadas a la filosofía, las letras, el arte o las ciencias, resultaba extraño que Campoamor eligiera derecho. "Mientras que la primera licenciada en medicina es de finales de los años 80 del siglo XIX, las primeras licenciadas en derecho son del año 1922. Hay una diferencia importantísima", señala Capel Martínez.

"Hace la carrera porque posiblemente ve el derecho como el instrumento ideal para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres", añade. Así que esa decisión en su formación también tuvo que ver con los principios que ella perseguía.

No quieren llegar a ser iguales, sino que se les reconozca como iguales

Una de los principios que hay que tener claros de la lucha de Campoamor y de las feministas es que "no quieren llegar a ser iguales, sino que se les reconozca como iguales, porque lo son por naturaleza, pero se les niega", sostiene Capel Martínez.

Para toda esa generación, "la educación es un punto clave de la emancipación", por lo que la impulsan a través de varias organizaciones como la “Juventud Femenina Universitaria”, el “Lyceum Club” y la “Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas”, que ayudó a fundar Campoamor.

Fiel a sus ideas

Dedicó su actividad especialmente a la lucha contra las discriminaciones legales de las mujeres y a la defensa de la paz. "Se convirtió en una mujer que alcanzó espacios de poder político y en una figura reivindicativa que lucha por los derechos de las mujeres", comenta Rosa Mª Capel Martínez.

Llegó a la política en las filas del Partido Radical y fue elegida diputada en las primeras Cortes de la II República por la provincia de Madrid, en las que destacó su alegato en pro del voto femenino, su intervención sobre la ley del divorcio y su apoyo a las reformas legales a favor de la mujer.

Las tres primeras diputadas de la República Española: Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken

Las tres primeras diputadas de la República Española: Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken Alfonso Fuencarral

Dentro de esas luchas es reconocida especialmente por el voto femenino, entendido como un derecho que "permite participar en la elección del gobierno, pero también les permite llegar a esa esfera de poder político", apunta la comisaria.

En el debate en torno al voto, "situó sus principios por encima de la decisión del partido de votar en contra de la igualdad de voto entre hombres y mujeres", señala. Además, para combatir el ambiente adverso al voto, en 1931 crea un grupo de Unión Republicana Femenina para "activar la conciencia de las mujeres en calidad de ciudadanas".

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Su principio de igualdad le impide establecer diferencias entre unos y otros, así que ella dimite de su cargo político

Uno de los aspectos que más destaca de su figura es la fidelidad que siempre tuvo a sus principios, no se sometió a los intereses del momento ni en su carrera política. Prueba de ello fue con su cargo de Directora General de Beneficencia en el gobierno radical-cedista. En 1934, cuando surge la Revolución de Asturias, le encargan que cuide y preste atención a los niños asturianos, pero no a los niños que pertenecían a los que protagonizaron la insurrección. "Su principio de igualdad le impide establecer diferencias entre unos y otros, así que ella dimite de su cargo político", destaca. Finalmente, unos meses después, abandonó el partido político por la cesión de Lerroux al conceder más protagonismo a la CEDA en el gobierno.

Clara Campoamor toma posesión como Directora General de la Beneficencia

Clara Campoamor toma posesión como Directora General de la Beneficencia Alfonso Fuencarral

Con la llegada de la Guerra Civil, Clara Campoamor tuvo que exiliarse a Buenos Aires y emprender una nueva vida, en la que tuvo que reinventarse, ya que no podía ejercer ni de abogada ni de política. Allí fue colaboradora de un bufete, periodista, escritora, traductora y conferenciante. En 1955 volvió a Lausanne, donde había dejado a su madre, y participó en reuniones internacionales sobre la condición jurídica de la mujer.

No pudo regresar a vivir a España porque tenía una orden de busca y captura emitida en 1941 por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Además, en la muestra puede verse un documento de 1963, de la Dirección General de Seguridad, en el que se solicita que se presente a los tribunales. "Aunque luego el tribunal la declara inocente, ella no quiere presentarse porque no ha cometido ningún delito", apunta la comisaria.

En este sentido, Campoamor llevó sus principios hasta su muerte. Ahora, ese legado basado en la defensa de la igualdad queda expuesto para que las generaciones presentes y futuras pongan la importante labor de unas de las mujeres más importantes de la historia española.