Dori Ruano: "Intento empoderar a las mujeres a través del deporte para que reivindiquen lo que tenemos ganado"
- La campeona del mundo sufrió machismo durante toda su carrera deportiva
- Se lanzó al mundo de la política para cambiar la realidad de las mujeres
- Objetivo Igualdad, la noche del lunes a la 1’30h en Canal24h y ya está disponible en RTVEplay
No fue Dori Ruano la que buscó al ciclismo, el ciclismo la encontró a ella. Mientras vivía en Villamayor (Salamanca), dos chicas de su pueblo la convencieron para formar parte de su equipo y, desde ese momento, su carrera despegó rápidamente. Las medallas no tardaron demasiado en llegar, aunque antes de los éxitos tuvo que enfrentarse a numerosas trabas por combatir la desigualdad.
Pese a la lucha de Dori Ruano entre otras por fomentar la igualdad, hoy en día la brecha de género en este deporte sigue siendo patente. En 2021 hubo 5.783 mujeres federadas frente a 71.722 hombres.
Una anécdota machista por mundial
Lejos de haber gozado del respaldo institucional de las federaciones y los organismos institucionales, la joven promesa del ciclismo se sintió menospreciada desde su primer mundial, en el 89. Mientras que sus compañeros recibían una equipación completa para participar, a las integrantes del equipo femenino solo les ofrecían “un culote y un maillot para correr y ya”, comenta la misma Dori Ruano con indignación.
“Teníamos que elegir entre llevar fisioterapeuta o mecánico al mundial“
Tan solo un año más tarde, en el mundial de Japón, las españolas tuvieron que elegir si llevaban como parte del cuerpo técnico del equipo o masajista o mecánico. Un recorte de presupuesto que no afectó a la selección masculina: “Disponían de auxiliares suficientes y, de hecho, no llevaban un mecánico, llevaban varios", subraya Ruano. Cuando sufrían algún desajuste en sus bicicletas, acudían a estos trabajadores para pedirles ayuda, pero Ruano explica que no empatizaban con su situación: “Eran continuos los reproches. Nos decían que habíamos elegido fisioterapeuta en lugar de mecánico y que fuera ella la que nos arreglara las bicicletas”.
Sin embargo para Dori Ruano, el golpe más duro que recibió en esa competición llego de la mano de un directivo. Mientras charlaban amigablemente en la recepción del hotel, él le recordó la supuesta “suerte que habían tenido las mujeres”. Desde su perspectiva las habían “llevado a Japón a hacer turismo”. La exciclista se emociona al explicar la frustración que le generó ese comentario tras meses de preparación: “Tengo esa frase interiorizada desde el año 90 y no consigo olvidarla”.
“Pesetera" por exigir la igualdad
Dori Ruano no era de las que dejaban pasar ese tipo de discriminaciones. Ya en su época destacaba por su carácter reivindicativo, algo que, desde luego, no gustaba a muchos. “Yo era la llorica, la protestona, la pesetera… porque pedía lo mismo que los hombres”, explica ella misma.
“Yo era la llorica, la protestona, la pesetera, porque pedía lo mismo que los hombres“
Cuando supo que la selección masculina recibía una asignación económica durante su estancia en Colombia para el mundial de 1995, no dudó en actuar. Acudió a sus superiores para plantearles una pregunta que puede parecer obvia: “¿Y por qué nosotras no tenemos esa dieta?” El entrenador, lejos de atender su petición, se limitó advertirles que la que no quisiera participar con la selección española no se presentara en Barajas.
En 2001, esta vez en Canadá, se vio en la obligación de volver a alzar la voz. Mientras que el cocinero de la selección preparaba chuletón para los hombres, el menú de las mujeres se limitaba a un filete empanado. Por aquel entonces, Dori Ruano ya había sido subcampeona y campeona a nivel mundial. En ese mismo momento se plantó en la cocina para pedir explicaciones. La excusa que le dieron es que no había suficiente para todos, pero le ofrecieron hacer una excepción con ella y Joane Somarriba, la otra “cabecilla” de la selección femenina. “A Joane y a mí no, a todos en general. A los juveniles, a los élite y a las mujeres", respondió ella.
Parada técnica
Con solo 24 años, cuando aún no constaban medallas en su palmarés, Dori se retiró del ciclismo temporalmente. Describe que estaba agotada psicológicamente por tener que vivir este tipo de situaciones. Opina que el trato que reciben las mujeres en el mundo del deporte puede incentivar que abandonen su carrera. Durante este parón llegó a contemplar esa opción, pero rápidamente se avivaron sus ganas de continuar: “Te das cuenta de que no es la bici la que te ha hecho daño, son los de alrededor”.
“La mujer tiene que ganar y después la ayudan“
Desde entonces decidió tomarse la competición como una reivindicación. "En el mundo del deporte masculino no pasa esto. Ven un talento y una proyección y te ayudan para llegar arriba. La mujer tiene que ganar y después la ayudan”, se lamenta.
Incursión en la política
En 2003, cuando aún seguía compitiendo, pasó a formar parte de las listas del PSOE de Salamanca. Afirma que vio la política como una manera de conseguir en las instituciones que “a la mujer se le escuchara y se le ayudara”.
Sin embargo, su percepción acerca de lo que se podía alcanzar cambió con el tiempo, al igual que le ocurrió cuando formó parte de la Comisión de Deporte y Mujer y del Comité Olímpico Español. “Todos nuestros planteamientos y proyectos quedaban en un cajón”, se queja la exciclista.
Luchar desde casa
“Cuando eres una persona como yo, que he sido muy protestona, a muchos no les gusta. Prefieren ignorarte y que te quedes en el olvido”. Es la conclusión a la que llega Dori. Nos cuenta como, durante muchos años, guardó la esperanza de ocupar algún puesto de responsabilidad a nivel federativo. Tras años de espera se rindió y decidió volver a Villamayor para montar su propia empresa, donde fomenta el deporte femenino.
“Intento empoderar a las mujeres a través del deporte“
En su centro de entrenamiento intercambia sensaciones con las clientas. A día de hoy se sigue sorprendiendo con todas las situaciones machistas que tienen que afrontar cada una de ellas. “Intento empoderarlas a través del deporte para que cada una vaya a su puesto de trabajo o a sus casas y reivindique lo que tenemos ganado por derecho”.
Opina que hay que combatir la discriminación en nuestros entornos más cercanos y eso es lo que ella intenta. Asegura que se ha avanzado, aunque duda que se haya hecho suficiente durante los últimos años. En la actualidad siguen siendo pocas las mujeres en el ciclismo a las que se retribuye lo suficiente como para poder dedicarse únicamente a su actividad deportiva.