"No existe la literatura femenina": la igualdad se abre paso tambien en el mundo editorial
- Las mujeres son las que más leen en España, pero las que menos publican
- Tradicionalmente, los premios literarios han valorado más las obras de escritores varones
- "Mujeres de letras", en Objetivo Igualdad, el sábado a las 16.30h en Canal 24h
Ha pasado ya mucho tiempo desde que las mujeres escritoras debían enfrentarse a múltiples obstáculos para poder publicar o a la condena social si el contenido de sus obras no se asociaba al estereotipo de lo "femenino". Muchas de ellas tuvieron que esconderse tras seudónimos masculinos o femeninos para ver sus creaciones editadas o para evitar ser señaladas como "bichos raros". Mucho tiempo ha pasado. ¿Hay por fin igualdad en el mundo de la literatura? El programa Objetivo Igualdad ha reunido a varias escritoras que han publicado recientemente y a una de las más importantes agentes literarias del país para plantearles esta cuestión. Rodeadas de libros en la librería madrileña 'La Mistral', reflexionan sobre literatura y mujer.
Y es que el mundo editorial está plagado de paradojas. Según la consultora independiente GFK, en la lista de los cincuenta libros más vendidos de 2020 el 35% estaban firmados por autoras. Ese porcentaje depende de los años, porque en 2021 ellas fueron las responsables del 51% de estos grandes éxitos. Un éxito sorprendente, dado que ellas publican menos que ellos. Según los datos del Ministerio de Cultura, en 2021 de los más de 66.000 libros inscritos en el ISBN con un sólo autor, sólo el 37,9% correspondía a escritoras. Este porcentaje baja si hablamos de los libros publicados en papel, en los que sólo el 36'4% corresponde a autoras.
Los premios y los premiados
La asociación Clásicas y Modernas nació con el fin de recopilar datos de la presencia de mujeres en el mundo de la cultura, detectar sesgos sexistas y luchar contra ellos. Su primera presidenta, Laura Freixas, es una experta en el tema. En 2000 escribió Literatura y Mujeres y ahora acaba de publicar ¿Qué hacemos con Lolita? Argumentos y batallas en torno a las mujeres y la cultura. Ha estudiado los premios literarios por décadas y advierte de que aunque hay avances, es muy fácil retroceder, los avances no son lineales, por lo que hay que estar vigilantes: "El único verdadero cambio que he visto es que ahora hay una conciencia de que hay desigualdad y de que la desigualdad no es normal, es un problema y no se resuelve solamente con el paso del tiempo".
Ciento veinte años de premios Nobel de Literatura con sólo 16 escritoras premiadas; seis autoras galardonadas con el Cervantes desde 1976, la última Cristina Peri Rossi; un 86% de los ganadores del premio Nacional de Narrativa desde 2000 han sido varones. Son ejemplos que ponen las entrevistadas por Objetivo Igualdad para señalar que -aunque la mayoría de estas mujeres han sido premiadas en los últimos años- el reconocimiento público ha sido y sigue siendo principalmente para ellos.
“Dicen que el premio es completamente limpio, y lo es. Pero les sale el prejuicio“
Rosa Montero se echa las manos a la cabeza con el caso del Premio Nacional de Crítica que, en novela en lengua castellana, se ha concedido en 65 años sólo a cinco mujeres: "Es que es ridículo. He hablado con algunos de los que llevan el premio de la crítica y se ofenden mucho cuando les hago ver esto. Dicen que es completamente limpio, y claro que lo es, pero les sale el prejuicio y tengamos en cuenta que las mujeres también lo tenemos. No salimos de ahí".
Los sesgos sexistas en la literatura
Montero recuerda sus comienzos en el periodismo a finales del franquismo como un constante en el que había que romper un muro detrás de otro: "Había un sexismo bestial. Cuando llegué al diario Pueblo, la redacción era hipermachista... Me ha costado una travesía del desierto ser reconocida como escritora y que me tomaran en serio. Hemos tenido que aguantar que te hagan mansplaining, que te expliquen el mundo, que te pongan los puntos sobre las íes, que te consideren siempre a un lado". Recuerda haberse desarrollado como escritora con resúmenes literarios de final de año copados por autores varones y que añadían como un anexo: "En cuanto a las mujeres...".
“Lo relativo a las mujeres se considera menos valioso y que no representa a la humanidad“
Laura Freixas explica que las mujeres históricamente no han entrado en el canon de la alta cultura, no se estudian en las escuelas y esto genera un sesgo contra ellas: "Yo creo que la crítica literaria desvaloriza las mujeres porque vivimos en una cultura que en la que todo lo relativo a las mujeres se consideran menos valioso y que no representa a la humanidad. Se considera que las vivencias masculinas o exclusivamente masculinas como la guerra son experiencias humanas y nobles y dignas mientras que las de las mujeres -el más evidente es la maternidad- son cosas de mujeres y tienen menos valor y menos interés y solo para las mujeres".
Palmira Márquez lleva muchos años como agente literaria y se ha posicionado en la primera línea. Coincide en que estos estereotipos persisten: "Da igual que una novela esté escrita por un hombre que por una mujer, pero es verdad que tendemos a pensar que si en las novelas de los hombres aparecen protagonistas femeninas es una novela para todos los públicos y, sin embargo, cuando una mujer escribe una novela con una protagonista femenina parece que solo está dirigida al público femenino".
¿Quién lee a las autoras?
Esta percepción tiene otra consecuencia. "Según los datos que tenemos las mujeres leemos obras tanto de hombres como de mujeres mientras que los hombres leen principalmente obras de hombres y lee muy poco de mujeres", afirma Laura Freixas. Un estudio de la Federación de Editores corrobora que las mujeres son las que más leen en todas las franjas de edad. De hecho, la media es de un 10% más: leen habitualmente el 59% de los hombres y el 69% de las mujeres.
“Ha habido tendencia en las editoriales a hacer una calificación de literatura femenina para atraer a lectoras“
Márquez, directora de la agencia Dos Passos es tajante y niega que exista una literatura "femenina", aunque cree que quizás el sector editorial debería también hacer autocrítica: "Ha habido una cierta tendencia por parte de las editoriales a hacer una calificación de literatura femenina, quizás precisamente porque son las mujeres las que más consumen literatura. Las mujeres son las que más leen, pero también son las que más consumen cultura, las que más van al cine, las que más van al teatro... Desde el mismo sector editorial no hemos hecho ningún favor haciendo portadas más rosas, por llamarlo de alguna manera, y hemos apartado un poco también al lector masculino y eso no lo debemos permitir".
Para Virginia Feito no existen temas de mujeres o de hombres, sino quizá experiencias diferentes que se pueden plasmar en la obra. "Me cuesta mucho ver un libro ver el género persona que ha escrito un libro yo leo intento leer sin etiquetas", afirma esta joven escritora que ha obtenido con su primera novela, La señora March, un triunfo indiscutible en los mercados anglosajón y español.
Un panorama esperanzador
Feito cree que ahora se presta más atención a lo que tienen que decir las autoras: "Ahora es un momento jugoso para exponer ciertos temas que a lo mejor estamos muy cansadas de que no se expongan correctamente o no se expresen como a todas nos gustaría. O explorar ciertas oscuridades de la mujer, que hasta hace poco tenía que ser una ama de casa perfecta, que debía estar bien arreglada y pintada y por supuesto no trabajar. Es normal que queramos Ir con la fuerza de mil demonios a explorar todo lo contrario, a explorar cómo podemos ser malas madres, malas mujeres con todos los grises que hay casi como si fuéramos seres humanos", explica con ironía.
Esa fuerza que se ve en Virginia Feito es la que detecta Palmira Márquez en las autoras que se incorporan al panorama editorial: "Creo que hay una hornada de mujeres en la literatura muy valientes que tratan temas que nos interesan mucho y con una mirada que es la nuestra, esa mirada femenina. Siguen publicando más los hombres... pero esa tendencia va cambiando por esas mujeres que muestran una valentía muchísimo mayor a la hora de hacer literatura, que son rebeldes, que no aceptan reglas del juego que van empujando aquello que han heredado de sus antecesoras".
Para Laura Freixas, también es una buena noticia que se traten ahora temas antes desterrados de la literatura comercial, como la maternidad en todas sus facetas. Rosa Montero considera que está avanzando el "antisexismo" y señala varios ingredientes: "La visibilidad de situaciones que antes eran invisibles porque estaban normalizadas... que hay un montón de hombres que han entrado en la lucha antisexista... y otro ingrediente de esta ola es la normalización del rescate del legado histórico de las autoras". Montero, que acaba de publicar El peligro de estar cuerda, su novela número 17, afirma el panorama es esperanzador a vuelo de águila. "A vuelo de gorrión, estamos en un momento peligrosísimo de involución evidente, de crecimiento de los extremismos y los fascismos y los dogmatismos y lo primero que atacan todos estos movimientos retrógrados es la liberación del sexismo", advierte.