Pedro Ruiz: "Las redes se están convirtiendo en un chapapote del que no saldremos"
- El polifacético artista y escritor afirma que "la concordia es la piedra filosofal de la convivencia"
- Pedro Ruiz define el comunismo con esta frase: "Todos iguales, pero igual de jodidos"
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El humorista, actor y escritor no elude ninguna pregunta de Jenaro Castro en Plano General. Asegura que lo que más le escandaliza es la corrupción porque cree que "la democracia se resume en una sola palabra: honradez”. Habla de su amistad con Camilo José Cela, Lola Flores, Maradona y otras personalidades de la vida pública.
"Dios y la Patria, si eludimos la bondad y el amor a la gente, al final terminan siendo droga dura", afirma el artista y escritor, que destaca como las tres grandes cosas de la vida "los afectos, la integridad y la naturaleza".
Pregunta.- Si uno lee tu biografía, no termina. Presentador, humorista, actor, escritor, cantante, compositor. ¿O prefieres que te llamen showman?
Respuesta.- A mí me gusta hacer cosas, y luego otras y otras. Cuando me preguntan ¿qué te falta por hacer? Siempre digo que me falta por hacer lo que ya hice pero mejor hecho. Y saltar siete metros en pértiga, cantar con Pavarotti si estuviera vivo y jugar a fútbol con Mbapé.
P.- Pero tú eres del Barsa, ¿no?
R.- No, yo soy de donde me dan el balón. Yo soy de Barcelona y he jugado en los infantiles del Barsa. Jugué con mi amigo Rexach, yo en las peñas y él en el primer equipo, y luego me he entrenado toda la vida con los veteranos del Barsa y del Madrid. Naturalmente, yo soy de Barcelona y mi infancia me mueve hacia el Barsa, evidentemente, pero no soy militante.
P.- ¿Cómo quieres encabezar tu semblanza, con qué frase?
R.- Con una frase que tú me dijiste que habías leído una vez que me dijo mi madre cuando yo tenía 12 años. En realidad no me lo dijo a mí. Se lo dijo a un alcalde de la época franquista que no la estaba riñendo, la estaba dando algunas recomendaciones y mi madre le dijo, teniendo yo 12 años, mire usted, yo soy libre porque lo decido yo, no porque me lo permita usted. Y yo, con 12 años, que era más bajito que ahora, pensé: esta mujer ha dicho algo que me interesa.
P.- ¿Ser polifacético es una bendición, es una carga? Porque todo el mundo espera de ti creatividad. ¿Eso te tiene esclavo de la creación?
“Estoy todo el día recibiendo aguas ajenas y eso me hace tener muchas inquietudes“
R.- No, eso es una forma de ser. No tiene más explicación, no hay que darle vueltas. A mí me apasionan muchas cosas. En un mismo día voy a escuchar una conferencia, voy a ver una película que es una comedia o una película de lo que se llamaba antes arte y ensayo. Y luego voy a ver un teatro de unos amigos y luego escribo y luego leo y luego el fútbol. Estoy todo el día recibiendo aguas ajenas y eso me hace tener muchas inquietudes y no pretendo hacerlo todo bien. Pretendo hacerlo todo porque después de muerto no podré y me falta mucho para morirme.
P.- No te importa hablar de la edad. Tienes 74 años. ¿Es verdad que te bañas todos los días, haga la temperatura que haga, como tu madre te trajo al mundo en la piscina de tu casa?
R.- Desde hace 40 años, que es el tiempo que hace que tengo esta casa. Ya lo hacía de vez en cuando en Barcelona, en el club y tal. Pero cuando empecé a vivir aquí lo empecé a hacer y ya no lo dejo ni un día. Este lloviendo, tenga un poco de fiebre -cosa que afortunadamente no tengo-... Por lo visto un día había alguien mirando y hacía mucho frío, mucho frío. Entonces hice el salto, caí en el agua, me estaba duchando y oí una voz ahí atrás que dijo a alguien: ¿te lo crees ahora o no? Se ve que habían hecho una apuesta. Lo hago todos los días, sí.
P.- ¿A Pedro Ruiz qué le pone más: la televisión, el teatro, el cine, la literatura, el amor...?
R.- Me gusta inventar sobre todas las cosas. Y tener una buena idea me pone de buen humor. Luego, si sale o no sale, si lo logro llevar al cine, al teatro o a la televisión, me da igual.
P.- Naciste en Barcelona y vives en Madrid. ¿Cómo has vivido tú el proceso separatista, el llamado "procés"?
“En este asunto ("procés") hay dos partes interesadas y yo no estoy interesado en ninguna de ellas“
R.- Con dolor. Con dolor porque solo aludo a lo social. Se ha producido una fractura que me gustaría que no durara y cuando me preguntan por las razones políticas del asunto, suelo decir: creo que en este asunto hay dos partes interesadas y yo no estoy interesado en ninguna de ellas, dicho sea con mucho respeto. O sea, yo creo que Dios y la Patria, si eludimos la bondad y el amor a tu gente, al final acaban siendo drogas duras.
P.- De tu pasado biográfico he leído por ahí que en 1989 tuviste un tropiezo con Hacienda. Fue una querella por fraude fiscal y quedó archivada.
R.- No fue exactamente así.
P.- ¿Te sentiste perseguido?
R.- Eso me ocurrió como consecuencia de defender a Lola Flores. No el delito que podía haber cometido, sino el hecho de que la persiguieran. Y después de defenderla, pues me quedé solo. Y al año siguiente hubo una pequeña mascarada contra mí. Pero ya no hablo de esto con ningún tipo de rencor. Esto son cosas del decorado, y el decorado es una cosa y la vida es otra. Se archivó el asunto, pero me dio mucha lata durante un tiempo.
P.- En 1989 tuvisteis el tropiezo con Hacienda. Entonces no había Pegasus. ¿O sí?
“Las redes se están convirtiendo en un chapapote del que no saldremos“
R.- Yo creo que espiados estamos todo el tiempo. Desde que tengo uso de razón y conozco un poquito más el mejunje en el que vivimos todos. Yo saludo siempre al que me esté escuchando. No soy el único, hay mucha gente que lo hace. Yo me doy por espiado. No tengo más que un teléfono muy antiguo. No quiero militar en el asunto digital. Creo que estamos entrando en una dictadura que me parece la más peligrosa. Y ahí lo dejo. No me importa que me que me espíen, pero yo no cuelgo fotos, no hablo de mi vida privada, lo considero innecesario. Creo que las redes se están convirtiendo en un chapapote del que no saldremos.
P.- ¿Cómo ves el caso Pegasus? ¿Lo ves un atropello? ¿Lo ves necesario en caso de que haya una amenaza para el Estado?
R.- Hombre, si alguien atenta contra un bien común, me parece "casi natural" que se intenten informar. Pero creo que ninguno estamos ya a salvo. La tecnología nos ha dejado a todos en cueros, y no creo que esto ocurra solamente esta vez. Creo que esto ocurre desde el origen de los tiempos. Sea a través de un emisario, a través de un cómplice, a través de la electrónica, a través mañana del rayo láser. El que manda quiere saber siempre de los demás y la información es poder. Ahora ya hay tanta que no tenemos información por un tubo, la tenemos riego por aspersión y no sabemos dónde estamos. Nadie.
P.- Te pido que hagas de Pepito Grillo. ¿Qué es lo que más te escandaliza de la vida pública española?
“Lo que más me escandaliza es la corrupción“
R.- Yo soy poco dado ahora mismo al quejido. Estoy en un punto de la vida en que ya no quiero tener razón. Quiero tener derecho a no tener razón. Mi amigo Eloy Arenas, al que cito siempre, en una frase muy ocurrente dice: "se cargó de razón, ella no se podía mover". Entonces, a mí lo que más me escandaliza es la corrupción. De aquí, de cualquier lugar, porque creo que la democracia se resume en una sola palabra honradez. Si hay honradez, aunque seas de derechas o de izquierdas y tengas enfrente a otro que es de otra ideología, no quieres que esa persona malviva, que no tenga atenciones, que no tenga sanidad y que las cosas le vayan mal obrando el bien. La honradez es la democracia. Independientemente de que quieras un modelo de sociedad u otra.
P.- Al margen de esa preocupación que esgrime honradez, transparencia, etcétera. ¿Cuál es tu lista de preocupaciones nacionales? ¿El paro? ¿La inflación? ¿El recibo de la luz? ¿La política en general?
R.- Ahora mismo las facturas les cuesta pagarlas a todo el mundo, incluido uno mismo. Y eso me preocupa. Pero sobre todo me preocupa mucho el atontamiento del que estamos siendo víctimas todos. Estamos pendientes de muchísimas cosas tontas y no vamos al fondo de las cosas. Al final, recuerdo que un día, estando con Josep Pla me dijo:"Mira, Pedro, algunas veces voy a la ciudad a ver los escaparates para ver la cantidad de cosas que no me hacen puñetera falta". Estamos cada día enganchados a más necesidad. Naturalmente me he equivocado, he cometido muchos errores y los cometeré, pero creo que la tenencia de las cosas nos hace prisioneros. Las cosas no las tenemos, nos tienen ellas a nosotros. Con un poquito de calor, comida, sanidad y cultura, suficiente. Ya todo lo demás es una cadena. Pero fíjate, no te lo digo yo, que no tengo ningún derecho a decir esto porque no vivo en una barraca.
P.- ¿Cómo ha sido tu relación con el poder?
R.- He sido un paracaidista, he hablado con unos y con otros, no he militado en ningún partido. Tengo respeto a los que trajeron la democracia porque sé que era difícil de hacer. Yo siempre me defino como una persona que no vota porque no me gustaría a mí mismo. Sospecho de mí. Entonces admito la decisión de la mayoría. Pero yo no quiero participar en votar a alguien que luego me pueda prohibir, porque eso me daría mucha rabia.
P.- Te defines como apolítico.
R.- Agnóstico, agnóstico.
P.- Te van a ubicar.
R.- Me parece bien, pero yo no voy a molestarme en desmentirles. Ya decía Groucho Marx: "Mi imagen os la regalo. Haced con ella lo que queráis". No se trata de discutir.
P.- También decía "yo tengo estos principios, pero si necesitáis otros, también tengo otros".
R.- Y decía una frase que todavía daba más que pensar, con la que yo termino el último espectáculo que estoy haciendo, que se llama Locos. Decía que "el secreto del éxito reside en la honestidad, si logras evitarla, está hecho".