'La nostalgia de la Mujer Anfibio', el nuevo realismo mágico gallego de Cristina Sánchez Andrade
- La nostalgia de la Mujer Anfibio es la última novela de Cristina Sánchez-Andrade
- Una historia sobre la nostalgia producida por lo que pudo haber sido y nunca fue
FICHA TÉCNICA
- Título: La nostalgia de la Mujer Anfibio
- Autora: Cristina Sánchez-Andrade
- Editorial: Anagrama
- Primera edición: 2022
- Páginas: 272
- Precio: 18,9 €
En 1977, Lucha está a punto de ser asesinada por su marido. Es el desenlace de una historia que comienza el 2 de enero de 1921 en la isla de Sálvora (con el naufragio del vapor Santa Isabel la noche antes de la boda de la protagonista) y el arranque de la novela.
La nostalgia de la Mujer Anfibio, de Cristina Sánchez-Andrade (Santiago de Compostela, 1968), cuenta la historia de Lucha y de su nieta, Cristal. En el hundimiento del Santa Isabel, Lucha fue, como otras mujeres de su pueblo, al rescate de los náufragos, pero ella llevaba su traje de novia y la melena enredándose en los tojos. En una playa encuentra a un náufrago inglés, se enamoran y él se va con la promesa de volver a buscarla. Pero no vuelve.
Lucha vive los 56 años que pasan entre los dos puntos de la historia conviviendo con la (des)esperanza, la memoria, el anhelo, las frustraciones y el prosaísmo de una vida condenada a un trabajo físico sin ninguna recompensa.
Sánchez-Andrade nos lo cuenta haciendo uso de un realismo mágico heredero de Cunqueiro, en ocasiones desconcertante y valleinclanesco y con momentos claramente fantasiosos, en la línea de Torrente Ballester, y convierte una historia anodina por manida en una historia casi épica.
Las herencias, no sé si conscientes o no (no sé si imaginadas por mí o reales), sin embargo, no significan nada si no hay algo que las envuelva y les dé forma. En el caso de Sánchez-Andrade ese algo es la prosa, fluida y lírica. No solo llena la mente del lector de imágenes, también lo hace de sensaciones casi físicas.
Esa forma de narrar encaja a la perfección tanto con la mezcla de realidad e imaginación, como con la estructura de la narración. Las líneas temporales van avanzando paralelamente hasta converger en el final de la novela. Esta organización de los capítulos ayuda a comprender mejor el sentido y crea expectativas constantemente. Con los mismos mimbres y una narración lineal, la historia no habría sido la misma.