Poner la sombrilla en primera línea para guardar sitio en la playa y marcharse, podría salir muy caro
- El Ayuntamiento de Cullera espera no tener que llegar a multar, y que sirva como medida disuasoria para los bañistas
Las carreras para tener el mejor sitio en los arenales causan una 'guerra de sombrillas' entre bañistas
Amanece en Cullera, Valencia. Son las ocho de la mañana y el sol empieza a colarse entre los edificios hasta alcanzar la arena, y después la orilla del mar. Los bañistas más madrugadores aprovechan para disfrutar de un paseo con la tranquilidad que brinda el caminar a esa hora. Pero también, para clavar la sombrilla y hacerse con un sitio en primera línea de playa.
Y algunos dejan instalados sus enseres para pasar un agradable día de playa: sillas, toallas, sombrillas, utilizan sus artículos de playa para reservar este espacio privilegiado y se van. Por muchos esta práctica es conocida como "la guerra de sombrillas".
Para evitarlo, el Ayuntamiento ha publicado un bando municipal en el que se informa de que queda prohibido "ocupar por particulares la zona comprendida entre la plataforma de los Puntos de Playa Accesible y el mar".
Además, advierte de que "los elementos particulares que se instalen antes de las ocho de la mañana o en zona de concesión o en zona de playa accesible" puede acarrear multas comprendidas entre los 750 y los 3.000 euros.
"No la dejes sola"
Esta acción podría tener los días contados. El Ayuntamiento de Cullera ha adoptado una nueva medida disuasoria: podrían multar con hasta 3.000 euros a quien deje su sombrilla y se vaya. De todos modos, no es el objetivo principal del Ayuntamiento, ya que, dicen, no es nueva esta medida y no es el único municipio donde se establece. No quieren llegar a multar y se trata de una medida disuasoria y no recaudatoria. Su propósito inicial es que sirva para que estos hábitos vayan desapareciendo.
Además, a partir de este jueves y bajo el lema: "No la dejes sola" el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña para evitar que los bañistas sigan con esta práctica.
De momento, los operarios de las playas recogerán todos los días pertenencias, fijándose en si hay objetos como chanclas o mochilas bajo la sombrilla. De este modo sabrán, dicen, si la persona está bañándose o dando un paseo. Por el contrario, si no hay nada debajo de la sombrilla, sería una señal de que los propietarios no están por la zona.
¿Cómo se lo han tomado los bañistas?
Madrugar para reservar el sitio lleva años haciéndose. Pero, ¿cómo han acogido los bañistas esta medida?: "Dejo la sombrilla a primera hora y así aprovecho. Vienen los niños y así por lo menos unos están adelante", explica una bañista.
"La medida me parece normal porque si vienes a las once o a las doce ya no tienes sitio", relata otro. "Nosotros lo hacemos a veces, pero hoy venimos con la sombrilla para quedarnos", informa uno de las personas que acuden a la playa de Cullera cada verano.
Desde el Ayuntamiento explican su postura: "La ciudadanía se está quejando de esta situación y estamos actuando, tenemos que actuar ante estas actuaciones que creemos que son un poco abusivas", informa Salvador Tejadas, concejal de Playas.