La precaria lucha de los bomberos contra el fuego: "Te contratan tres meses, te pagan 1.000 euros y a la calle"
- Muchos brigadistas denuncian la situación en Castilla y León, donde trabajan bomberos de 60 años en primera línea
- Piden más estabilidad y critican sueldos mileuristas, jornadas maratonianas y una formación de solo 16 horas
La ola de incendios que está azotando España no solo es inusualmente intensa ––ya se ha quemado en lo que va de año más superficie que en todo el año pasado-, sino que ha sorprendido por su extensión. Los fuegos han ardido casi simultáneamente en Galicia, Extremadura, Aragón o Cataluña, lo que ha provocado que los servicios de extinción se hayan visto desbordados. En algunas comunidades, además, se ha puesto de relieve una precariedad laboral y una falta de medios que arrastran desde hace años, según denuncian muchos bomberos.
En Castilla y León, dos tercios de los agentes trabajan solo en la temporada de verano. "Te hacen un contrato en julio, trabajas hasta septiembre o hasta octubre como mucho, y luego a la calle hasta el año siguiente", critica Carlos Martín, bombero en la comunidad desde hace siete años, un periodo en el que ha tenido que combinar este trabajo con otros, "porque con 1.000 euros al mes durante tres meses no puedes vivir".
Martín está detrás de la campaña de Change.org 'Los incendios forestales se apagan en invierno', una petición para mantener a lo largo del año el trabajo de las brigadas que ya ha logrado 160.000 firmas en menos de un mes. La lanzó a finales de junio, cuando se declaró el incendio de Sierra de la Culebra durante la primera ola de calor del verano. Quemó cerca de 30.000 hectáreas, lo que lo sitúa entre los peores de este siglo, y "solo había un 30% del dispositivo".
Ahora el fuego ha vuelto a azotar una zona muy cercana. El incendio de Losacio ya ha quemado cerca de 27.000 hectáreas, ha causado dos muertes y se sitúa como uno de los más devastadores de esta segunda ola de calor. En ambos ha combatido las llamas Manuel, miembro de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León. Él forma parte del 90% de bomberos que trabajan para subcontratas en la comunidad, empresas privadas que "con el fin de beneficiarse económicamente licitan a la baja, con las consecuencias para el trabajador que eso tiene", denuncia.
Bomberos de 62 años en primera línea o de 18 y sin experiencia
La inestabilidad laboral y la falta de personal en la temporada alta provoca que algunos bomberos de edad avanzada se enfrenten al fuego en primera línea. La primera víctima de esta ola de incendios ha sido Daniel, un manguerista de 62 años que luchaba contra las llamas en Zamora. "Son personas que, aunque puedan formar parte del operativo, quizás no tenían que estar en esa situación tan comprometida", señala Manuel.
Advierte además que, por las condiciones que se ofrecen, hay una alta rotación de trabajadores, lo que impide ganar experiencia. Según detalla, la formación se limita a un curso de 16 horas, ocho teóricas y ocho prácticas. "Se está renovando plantillas constantemente de gente que trabaja tres meses, se va, no vuelve y vuelven a contratar a personas sin experiencia", subraya Manuel. Son trabajadores de 18 o 20 años, "muchos con una condición física limitada", ya que no se exigen pruebas físicas para las cuadrillas de tierra –los de helitransportadas tienen que superar únicamente una carrera de 2.000 metros-.
“"Se está renovando plantillas constantemente de gente que trabaja tres meses, se va, no vuelve y vuelven a contratar a personas sin experiencia"“
Estos bomberos aterrizan "desde el primer momento en incendios de 10.000 hectáreas como los de estos días y no han cogido una mochila de 17 kilos en la vida". Finalmente, esto no solo repercute tanto en el apagado de incendios como en "el riesgo que corre tanto la persona como toda la cuadrilla".
Los bomberos tienen que hacer frente a turnos de hasta 18 o 22 horas, durante las cuales tienen que combinar tareas de prevención, como crear cortafuegos, con apagar los incendios. "Eso genera un sobreesfuerzo brutal y no hay relevos", asegura el brigadista, por lo que tienen que acudir medios de otras comunidades. La situación es de un "colapso total del operativo", hasta el punto en que Zamora capital se quedó sin ambulancias ya que todas se habían trasladado a la zona del incendio.
Castilla y León, una de las pocas comunidades con bomberos subcontratados
Durante el primer incendio de la Sierra de la Culebra, "hubo más medios de Castilla-La Mancha", enviados como apoyo, que de la propia comunidad, recuerda Martín, mientras que ahora han acudido también bomberos de Galicia, La Rioja e incluso desde Andalucía. La gestión de la Junta castellanoleonesa es "nefasta", según este bombero, que califica a Castilla y León como "el tercer mundo de los incendios".
El plan de prevención de fuegos data de 1999, denuncian los agentes, que señalan que otras comunidades sí que tienen planes actualizados recientemente. Solo Galicia, destaca Manuel, comparte un modelo similar al castellanoleonés, en el que el grueso de bomberos forestales no son trabajadores públicos sino que están contratados por empresas privadas.
En Extremadura, su presidente ha hecho autocrítica sobre los trabajos de prevención. "¿Todo lo que hacemos está bien hecho en el invierno? Pues probablemente no. Cuando los incendios ocurren es porque tenemos que mejorar y tenemos que seguir trabajando", aseguró Guillermo Fernández Vara en una visita a un terreno calcinado en Casas de Miravete.
La Junta castellanoleonesa, por su parte, defiende que "ha habido medios suficientes" para combatir incendios como el de Sierra de la Culebra, en junio, según aseguró su presidente, Alfonso Fernández Mañueco. Más recientemente, el responsable del operativo y director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, ha señalado que "el operativo está todo el año, pero hay personas que no tienen contrato todo el año".
Las críticas hacia la administración regional van desde lo más básico, como es el avituallamiento. Según Martín, a los bomberos se les ha dado "una barra de pan con tres lonchas de chorizo, como mucho". "Nos ha tenido que venir a salvar la ONG de José Andrés", World Central Kitchen, que ha repartido comida caliente en la zona de Zamora. También agradecen el gesto de los vecinos que han preparado comida para los brigadistas.
Un Estatuto a nivel nacional para "evitar lo que sucedió con Daniel"
Para mejorar la situación, los bomberos agrupados en asociaciones como la de Manuel han reclamado la creación de la categoría profesional de bombero forestal, que no existe como tal en la comunidad, así como la actualización de su convenio laboral. Lamenta que, al no tener esta categoría, no cobran pluses como el de transporte o el de peligrosidad.
Este último solo lo cobran, afirma, los trabajadores de las unidades helitransportadas, pero se limita a "un euro cada vez que bajan del helicóptero a un incendio", es decir, un euro al día como mucho, mientras que el sueldo más alto no supera los 1.200 euros al mes. Los trabajadores que sí que mantienen su empleo en invierno son "jornaleros", cobran por día y "si un día llueve no cobran".
El hecho de que estén contratados por empresas provoca además diferencias en el material según el empleador. "En algunas empresas los cascos son actuales y en otras están desfasados desde hace 40 años", señala el miembro de la asociación. Los bomberos tienen que pagarse de su bolsillo, además walkies-talkies para poder comunicarse entre ellos. "Todo esto es un goteo que al final llena el vaso y se provocan consecuencias como lo que estamos viendo estos días", denuncia.
Tras el incendio de junio en Zamora, el PSOE presentó en las Cortes de Castilla y León una moción para mantener el operativo de extinción de incendios y emergencias todo el año. No salió adelante por los votos en contra de PP y Vox.
A nivel estatal, asociaciones y sindicatos reclaman la aprobación del Estatuto básico del bombero forestal para profesionalizar el sector y unificar los protocolos de las comunidades, que son las que tienen las competencias en esta materia. El protocolo serviría también para "reconocer las enfermedades laborales y evitar lo que sucedió con Daniel, que una persona de 62 años esté en primera línea de fuego, creando una segunda actividad para esas personas", según señalaba a RNE Jesús Pina, exbombero forestal y abogado de la asociación FIRET-Bomberos Forestales.
Este texto sigue encallado, y sindicatos como CSIF han reclamado a Pedro Sánchez que agilice su aprobación. La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se ha mostrado partidaria de su aprobación. "Insto a que se constituya esta ponencia y que con prontitud se elabore el estatuto del personal que presta un servicio fundamental", señaló el lunes. Para Manuel, todas estas medidas son necesarias ante unos incendios cada vez más virulentos por culpa del cambio climático.